¿Somos...?

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Harry Potter despertó en una cama desconocida, en una habitación desconocida.
La cabeza le dolía.
Busco, casi a ciegas, su lentes.
Los encontró a su izquierda. Cuando se los puso, palideció.
Si su teoría era cierta, estaba en la sala común de Slytherin. ¿Pero, como había llegado ahí?
De pronto, memorias de la noche anterior acudieron a proporcionarle respuestas. Después de chocar con Párkinson, había llorado frente a ella y posteriormente se había quedado dormido.
¿Ella lo había llevado ahí?
Harry miró la cama. Parecía muy lujosa y las sábanas eran muy suaves.
Revisó su ropa, todo estaba en orden. Volvió a mirar la mesa donde habían estado sus lentes. Estaban su varita y su capa.
Harry cerró los ojos con preocupación. ¿Como le explicaría a Párkinson lo de la capa?
Cuando trataba de inventar alguna excusa, la puerta se abrió.
Pansy Párkinson usaba un bello camisón de encaje, color negro. Traía una bandeja de plata con comida y agua.
-Buenos días, bello durmiente.- saludó la castaña.
-Buenos días.- Harry se moría de curiosidad por todo lo que veía. ¿Párkinson había dormido con él? ¿Por que le llevaba comida? ¿Le habría dicho a alguien que Harry Potter acostumbraba llorar?
-Mmm...¿Párkinson....?-
-En un segundo.- interrumpió la castaña. -Primero come algo. Llevas dormido más de medio día.-
Harry decidió obedecer. La morena le ofreció un plato con una sopa de color blanco con algo que parecían albóndigas. El moreno lo probó y de inmediato sonrió.
-Delicioso. ¿Que es? -
-Una receta familiar. Crema de queso con col y albóndigas.- La chica se sentó en la cama junto a Harry.
Pasaron unos minutos. Harry se terminó el Plato, Pansy lo recogió.
-Párkinson...- volvió a tratar el moreno.
-Pansy- corrigió la aludida
El moreno asintió con lentitud
-Pansy, ¿estamos en la sala común de Slytherin?-
La morena río con fuerza. Harry sonrió; la risa de la chica era melodiosa y contagiosa.
-Claro. Por que es súper fácil meter a un estudiante, sobre todo Harry Potter, inconsciente y con apariencia de haber sido golpeado. Es tan común en nuestra sala que todos me aplaudieron.-
Harry enrojeció, avergonzado.
-Ok. Lo entiendo Pansy, no tenías que ser sarcástica. Pero entonces ¿donde estamos?-
La chica lo miró y sonrió con picardía.
-Bienvenido a la mansión Párkinson. -
Harry casi se atraganta con su propia saliva. Empezó a toser.
Pansy se rio con más fuerza.
-¿La mansion Párkinson?-
-Esa misma-
Harry estaba atónito. Se quedó callado un memento, poniendo en orden sus ideas.
-Pero... entonces ¿es súper fácil meter a un estudiante, sobre todo a mi, inconsciente y con apariencia de haber sido golpeado? -
La castaña lo miró con picardía.
-Si. Es tan normal que estamos pensando volverla una tradición-
Ambos rieron.
-Oye, está no es tu habitación ¿Verdad?- cuestionó él, ligeramente temeroso.
Pansy negó con la cabeza. Su expresión dejó de ser feliz.
-Esta es... o era de Draco- su voz era melancólica.
-Oh-
Harry le dio un momento a Pansy pues parecía que se echaría a llorar.
La morena lo miró. Harry le sonrió y abrió los brazos, justo como ella había echo la noche anterior.
La Slytherin se metió en la cama con el Gryffindor, se acurrucó en su pecho y dejó que el chico la rodeara, torpe y tiernamente, con sus brazos.
Frías lágrimas resbalaron por las mejillas de la chica.
Se quedaron así unos minutos.
-¿Estás bien?- se aventuró a preguntar el moreno. Sabía la obvia respuesta pero esperaba que la chica le contara más. Tal vez podría devolver el favor.
La morena negó con la cabeza.
-Draco... Draco cambio tanto desde tercer año.-
Un recuerdo abrumó a Harry, un recuerdo que había bloqueado. Un partido de quidditch donde Draco Malfoy lo salvaba.
-Él comenzó a ocultarnos cosas. Ya tenía sus secretos con los demás, pero no conmigo. Pero eso empezó a cambiar. Yo... yo ya sabía que el nunca me vería del mismo modo en que lo hacía yo pero, empezó a ser tan superficial, tan frío. Y luego todo empeoró con el asunto de las pociones. Yo se que estuvo mal, pero es que el no entiende; Lucius Malfoy fue a mi casa y amenazó a mis padres, si yo no hacía lo que él quería, no se que les habría pasado, tampoco se que le habría hecho a Draco. Yo no tuve opción. Pero él... Draco, no lo comprendió, trate de explicárselo y solo me ignoró. Ya habla conmigo y me trata como si fuera cualquier otra persona.-
Harry la entendió. Se conectó con ella y sus emociones, las comprendía. Era un caso algo parecido al de Ron. Los secretos, los errores, todo.
-Esta bien- trató de calmar Harry. Comenzó a acariciar su cabeza. -Todo estará bien. Malfoy es astuto, sabrá regresar a ti. Y... incluso si no lo hace, está bien. Te tuvo como perrito faldero suficiente tiempo, tú ayudabas y comprendías y acariciabas y él, no hacía nada.- Mientras decía esto, Harry noto la ironía de la situación. Seguramente Malfoy le había dicho algo muy parecido a Ron. Harry rio amargamente, risa que fue seguida por Pansy pues había adivinado sus pensamientos.
Pansy se separo unos centímetros de Harry. Harry se sorprendió.
-¿Como lo haces?-
Pansy lo miró extrañada. -¿Hacer que?-
-Acabas de llorar y tú rostro se ve fantástico. Yo he visto mucha gente llorar, me he visto a mi mismo llorar, y nos vemos fatales. Pero tú... te ves perfecta. Tus ojos rojos te dan un toque dramático a tu ya aristócrata cara. Eso debería ser ilegal, es completamente injusto.-
Pansy rio, avergonzada por el cumplido. Enrojeció.
Harry la miró y enrojeció también; Pansy se veía hermosa, se veía perfecta.
Se miraron a los ojos. Había magia en el aire, pero ninguno había tomado su varita.
Harry se acercó un poco, esperando a que Pansy le alejara, pero no sucedió.
Pansy lo miró con intensidad y algo de coquetería.
Harry trago en seco.
Acercó su mano a la mano de la chica. Ella las entrelazó.
Harry se acercó más.
Pansy sonrió.
-Cierra los ojos- Pansy susurro
Él lo hizo.
Pansy dio el paso.
Tomó al moreno de la nuca, se acercó. Cerró los ojos también.
Lo beso, lenta y apasionadamente.
Harry tardo un segundo en reaccionar. Pero cuando lo hizo, todo fue Perfecto.
Tomó a Pansy por la cintura. Y correspondió el beso.
Pansy sabía a caramelo, a pasta dental y tenía un toque de labial. Sus labios eran suaves pero muy firmes. Harry sentía que se derretía.
Harry sabía a madera, a sangre y tenía un toque del plato que acaba de comer. Sus labios eran inexpertos así que se dejaban guiar por los de la morena.
El beso duro algunos segundos. Se separaron cuando les comenzó a faltar el aire.
Se miraron. Pansy enrojeció y bajo la mirada con timidez. Harry sonrió y saboreó su beso.
Pasó un minuto, ambos recuperaban el aire y pensaban en las consecuencias que este beso tendría.
Pansy estaba dividida: por un lado la tristeza que sentía pues este beso era lo último que la terminaría de separar por completo de Draco. Por el otro, la emoción, la felicidad, había besado a Harry Potter y este había estado de acuerdo. Harry sabía tan diferente a Malfoy, Harry era dulzura y amor y emoción y locura. A Pansy le encantaba este nuevo sentimiento que había descubierto.
Harry pensaba en lo rara que era la vida. Ron probablemente no volvería a hablarle y él tendría que superar su flechazo, pero ahora Pansy lo acompañaría. Le había encantado besarla, había sido como beber del vino más fino, había sido tan mágico. Harry no había besado a nadie antes pero no era necesario, sabía que Pansy sería la más emocionante chica de Hogwarts de ahora en adelante. Harry sonrió. Miró a Pansy. Ella le devolvió la mirada, ambos sonreían.
Harry tomó a la chica por el mentón y volvió a besarla, soltó la mano de la chica y la puso en su cintura.
Pansy correspondió con rapidez y enredo la mano derecha en el cabello de su Harry.
Así siguieron durante mucho tiempo. A veces Harry dejaba su boca y besaba la mejilla o el cuello. Pansy se dejaba hacer.
Estaban tan entretenidos uno en el otro que no escucharon los pasos que se dirigían a la habitación. Por suerte, los padres de Pansy si tocaban.
Pansy se separo de Harry y se rio en voz baja.
-Debo abrir- el moreno asintió.
Pansy acomodo su camisón y abrió la puerta.
El Señor Párkinson estaba del otro lado. Abrió mucho los ojos, sorprendido pues no esperaba ver a su hija. Metió la cabeza en la habitación y volteó a ver a Harry. Harry le sonrió, avergonzado.
El señor rio al tiempo que negaba con la cabeza.
Miró a su hija. Tenía la misma sonrisa pícara de su hija.
-Tú madre dice que bajen ambos a desayunar y que después regresen a Hogwarts-
La chica asintió.
-Si, papi. Bajaremos en un minuto. -
El señor párkinson acarició a su hija en la cabeza. Salió de la habitación y cerró la puerta tras él.
Pansy se acercó a Harry.
-¿Quieres que preste ropa? Creo que eres de la talla de Draco, aunque tal vez eres un poquito más bajo-
-Como tú prefieras, por mi está bien.- él hablo con dulzura.
La chica le sonrió tiernamente. Luego giro al armario más cercano y buscó un conjunto apropiado. Escogió un traje color gris con detalles dorados. Se lo acercó a Harry. Harry lo tomó, le sonrió a la chica en agradecimiento, y comenzó a cambiarse.
Pansy se sorprendió, no esperaba que Harry se desnudara si nada más. Enrojeció cuando Harry se quitó la camisa, tenía cuerpo de atleta.
-Mmmm... ¿Harry?-
-¿Si?-
-Tú espalda es linda- alago la morena con timidez.
Pansy casi pudo escuchar cuando el cerebro de Harry hizo "click".
El moreno la volteó a ver con los ojos muy abiertos, se cubrió el pecho con la camisa que se había quitado.
-Yo... lo siento. Es la costumbre. En la torre de Gryffindor todos somos chicos y en quidditch hay cambiadores separados, solo fue por impulso. Perdón. -
Pansy se rio.
-Esta bien, te agradezco el espectáculo.-
El gryffindor enrojeció un poco.
Pansy le dio la espalda al moreno para que este pudiera terminar de cambiarse.
-Oye Harry-
-¿Si?-
-Cuando regresemos a Hogwarts... ¿como vamos a manejar esto?-
-¿A que te refieres, Pans?-
-Pues, Draco odiaba que yo le preguntara si éramos pareja o algo así. Y es el único chico que tengo en mi base de datos...-
Harry rio.
-¿Me estás preguntando si somos pareja?- cuestionó
La morena entró en pánico.
-Eh, no. Claro que no. Yo solo decía que pues es el... el, el ejemplo que tengo. Y pues quería saber que opinabas tu. Yo no quería incomodarte, se que a los chicos les molesta que una chica les hable de compromiso. Y no quiero volverlo raro, ¿lo volví raro?- Pansy hablo con tanta rapidez que sus palabras se atropellaban. Estaba nerviosa, estaba aterrada.
Harry volvió a reír.
-¿Me estás diciendo que los grandes y poderosos Slytherin le temen al compromiso?-
La Slytherin no dijo nada.
-Tomare eso como un si.-
Harry, que ya había terminado de cambiarse, tomó a Pansy de los hombros para que girara y lo viera.
Pansy lo recorrió con la mirada y sonrió. El traje le quedaba muy bien.
-Té queda bien-
-Gracias. Pero no vas a huir de esta conversación. Pansy, por si no lo has notado, yo no soy un Slytherin. A mi me han enseñado que si te gusta una chica, vas enserio. Y Pansy, tú me gustas. -
Harry era por lo menos media cabeza más alto que Pansy, así que ella tuvo que alzar mucho la vista para poder mirarlo a los ojos.
-¿Ósea que si podemos hacerlo oficial?- la castaña estaba atónita.
-Claro. Eras mi novia y yo soy tu novio. Dejare que tú escojas los motes de cariño.- dicho esto, beso a su chica en la mejilla y dio la vuelta para salir de la habitación.
Llegó a la puerta y giró para ver a Pansy.
Pansy tenía ambas manos sobre el lugar donde Harry la había besado.
Harry la miró con ternura.
-¿Nos vamos?-
La morena asintió.

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