Era Sábado en la sala común de Gryffindor. Apenas el sol tocó el rostro del pelirrojo se levantó, recordando la amenaza del rubio "Donde te atrevas a dejarme esperando, Weasley." No iba a correr ese riesgo.
Se dio un baño, se puso ropa normal y y trato de arreglar su cabello. Lo que más odiaba de su cabello era su forma, era demasiado plano.
En cuanto termino, bajo a desayunar. El rubio ya estaba ahí, en cuanto lo vio se le acercó.
-Bueno días, Weasley.- lo miró de abajo hacia arriba y el pelirrojo se sintió extremadamente inseguro. El rubio puso cara de asco.
-Bueno...no importa, ya te arreglaremos en Hogsmade. Por el momento tu trío de leones no está y aunque estuviera, dudo que Granger te hable. Siéntete con nosotros- No era una pregunta. Tomó al ojiazul de la mano y prácticamente lo arrastró a su mesa. La cara de Weasley competía con su cabello.
Cuando se sentaron, Malfoy le dio un golpe a Ron.
-¡Auch!- se quejó -¿Por que?-
-E visto como comes y no te voy a dejar. Primero; respira, la comida no se va a ir a ningún lado. No te atragantes como si nunca hubieras comido en tu vida...-
-Aunque probablemente así es.- Blaise Zabini acababa de llegar a la mesa.
-Blaise...- lo regañó Malfoy.
-Ya se, ya se. Ahora Weasley es de los nuestros.-
El moreno se acomodó en la mesa.
-Ah, a propósito , Draco. Pansy quiere que le dejes a Weasley una hora.-
Tanto en pelirrojo como el rubio se miraron con extrañeza.
-¿Para que o que?- expresó el pelirrojo en voz alta.
-Dijo algo del cabello y algo de la piel y no se cuantas cosas más...mira, ahí viene.-
Cuando Ron volteo se quedó sin aire. Nunca se había fijado en lo realmente bella que era Pansy, y el vestido que traía, lo resaltaba. Su cabello negro corto y perfectamente peinado, sus bellos ojos verdes resaltaban por la sombra plateada, y sus labios tenían un color rojo intenso que hacía que se vieran maravillosos.
Pansy se rio.
-Cierra la boca, Weasley o se te va a caer la baba.- El aludido se volvió a sonrojar.
La chica se sentó.
-Draco, quiero que me dejes a Weasley por una hora o dos. Voy a mejorar su cabello, y no digo que tú no puedas pero es que tu estilo es muy tuyo y Weasley se vería raro con ese peinado. Además, su piel es horrible, debo llevarlo por algunas cremas y pociones.-
-Está bien.-dijo Malfoy -Serán las primeras dos, mientras yo busco tiendas adecuadas y no tan caras. Si mi padre se entera de esto, estoy muerto.- Hasta el momento Ron no había pensado en las familias. Lucius y Arthur se odiaban, esto sería un desastre si se enteraban.
-Bien. Ahora, como te iba diciendo. Tendré que enseñarte a comer también. Toma tus cubiertos, no te preocupes por que te veas elegante, eso se adquiere con el paso del tiempo, solo mantén la postura...-Media hora después, el desayuno había terminado. Ron tenía hambre. Casi ni había comido por estar atento a los modales. Por otro lado, estaba ansioso, sabía que ni Harry ni Hermione irían entonces tendría total libertad de estar con los Slytherin.
Cuando llegaron al pueblo, Párkinson lo llevo al salón de belleza.
-Aqui nos haremos cargo de ti. Quedarás como nuevo.- lo empujó dentro y lo sentó. La dependienta llegó de inmediato.
-Díganme. ¿Que puedo hacer por ustedes?-
-Necesita un corte...-
Al final, Ron terminó así:Pansy lo analizó por un minuto y luego sonrió.
-Genial. Hasta te ves guapo.- el pelirrojo no supo cómo reaccionar, Nadia jamás lo había llamado "guapo".
-Ahora las cremas.- Pansy trotó hacia un estante algo lejano y regresó con una caja bastante grande.
-Vámonos.- ordeno
-¿No me vas a enseñar a usarlas?- cuestiono el pelirrojo.
-En Hogwarts. Aquí me voy a tardar demasiado.-
Después de pagar, salieron de la tienda y fueron a Zonko donde verían al rubio.
Ron se sentía raro. Estaba en Hogsmade con Pansy Párkinson, apuntó de ir a ver a Draco Malfoy para enseñarle su nuevo corte y después este lo llevará a comprar ropa. Si alguien le hubiera dicho que esto iba a pasar, hubiera llevado a ese alguien a San Mungo.
Llegaron a la tienda y comenzaron a buscar al rubio.
Weasley lo encontró primero. El rubio estaba delicadamente recargado sobre una estantería. El traje negro resaltaba su piel tersa y su cabello brillante. Sus ojos grises que te miraban con odio o arrogancia ahora descansaban y sus perfectos labios rosas sonreían pero lo mejor de todo eso era el motivo de la sonrisa; Draco Malfoy lo estaba mirando y le sonreía.
Ágil y con un toque aristocrático, el rubio se acercó al pelirrojo. Lo miró a los ojos.
-Luces bien. Excelente trabajo, Pansy.-
La castaña asintió. Por un minuto nadie dijo nada; Draco miraba a Ron con una expresión gatuna y casi salvaje que pondría hasta al mismísimo Voldemort de rodillas; sus ojos grises eran plata...no, eran mercurio derretido: hermoso, espeso y letal, completamente venenoso, Ron le correspondía con una mirada boba de admiración y adoración, y Pansy los miraba a ambos entre divertida y sorprendida.
Pansy rompió el silencio.
-Bueno, será mejor que me valla. Ralph me espera y no quiero hacerlo esperar.- Se dio media vuelta y se fue.
El pelirrojo fue el primero en apartar la mirada.
Retrocedió un paso. El rubio ensanchó su sonrisa.
-Vamos, Ron. Hay algunas tiendas que visitar.-
Desde aquel momento "Weasley" o "Ron" se convirtió en "Ron".
Al entrar en la primera tienda, el rubio lo mando directo al probador.
-Yo te traeré algunos conjuntos. Te los probaras y me los mostrarás.-
Primero le trajo dos conjuntos muy diferentes: el primero era elegante marca Malfoy, pero el segundo era bastante simple, formal pero simple.
Primero se puso el elegante; un traje negro con detalles dorados en las mangas. Todo era negro: la camisa, el saco, el chaleco, los pantalones. Y al final de cada prenda había un bordado de color dorado. Ron se miró al espejo. Le quedaba bastante bien. Salió del probador.
Los ojos de Malfoy lo recorrieron centímetro por centímetro, de abajo hacia arriba, sin perder ningún detalle, al final se detuvieron el sus ojos.
-Te queda bastante bien. Lo llevaremos, también debo comprar zapatos y calcetines adecuados. Bien, pruébate el otro.-
Ron regreso al probador.
Comenzó con el segundo conjunto. Una camisa blanca con unos pantalones negros y un reloj de muñeca. Eso era todo. Se miró al espejo. También se veía bien, parecía despreocupado pero formal. El blanco resaltaba su cabello y sus ojos.
Salió del probador. Malfoy le dio una mirada rápida.
-Me gusta el reloj pero el resto del conjunto es aburrido, llevaremos el reloj. Regresa al probador.-
Minutos después, Malfoy le entregó una camisa rosa con un traje azul marino.
Luego fue una túnica azul marino y luego una verde y una negra.
Le llevo tres pantalones negros, dos azules, uno gris y uno blanco.
Camisas verde claro, rosa pálido, azul pálido, blancas y amarillas.
Dos relojes muy elegantes. Y por últimos, la cereza del pastel: el traje de gala.
Era un traje azul con dorado que asemejaba los trajes de la guardia real francesa.El complemento eran unos zapatos negros de charol y una espada.
-Será mejor que salgas, Ron. Ya llevamos aquí demasiado tiempo.-
El pelirrojo obedeció.
Salieron de la tienda con mil bolsas. Literalmente. Mil. Malfoy las había encantado para que los siguieran.
-Ahora te llevare por una cerveza de mantequilla. No comiste mucho durante el desayuno y estás cada vez más pálido.-
Llegaron al pequeño establecimiento donde vieron a Pansy con Ralph, su nuevo novio de Durmstrang. Draco escogió una mesa al fondo y ordenó dos cervezas de mantequilla y una lasaña para compartir.
-Te prometo que te pagaré todo esto cuando pueda, Malfoy.- le dijo Ron cuando se sentaron.
Malfoy negó con la cabeza.
-Dos cosas: Uno, No necesitas pagarlo, simplemente aprende a usarlo. Y dos, llámame "Draco".- Ron asintió, verdaderamente agradecido.
-Oye, yo tengo curiosidad con respecto a algo. ¿Cuando vamos a mostrar que somos amigos?-
El ojigris lo pensó un minuto.
-Después de la primera prueba. Deberás estar a nuestra altura para entonces.-
En ese momento, llegó la comida y la bebida.
-Buen provecho, Draco.- dijo Ron con entusiasmo mientras comenzaba a comer, ignorando todo lo que había aprendido en la mañana.
Draco negó con la cabeza al tiempo que rodaba los ojos. "Bueno, supongo que eso es algo que nunca podremos cambiar." Soltó una musical carcajada y se dispuso a comer.
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Candy Store.
FanfictionHarry Potter acaba de ser seleccionado para el torneo de los tres magos y para su sorpresa, Hogwarts estalla en aplausos y vítores. Todos están convencidos de que nadie nunca podrá contra Harry Potter. Este se siente aliviado de no tener que recibir...