El Gryffindor camino hacia las mazmorras decidió a llevar a cabo su plan. No era muy buen plan pero era un Gryffindor después de todo y ser impulsivo era parte del contrato. Camino y camino hasta que divisó su objetivo: una cabellera rubia platinada.
-Malfoy- llamo.
El rubio abrió mucho los ojos. Que la comadreja lo buscara era algo nuevo.
-¿Que quieres pobretón? Lamento decirte que no doy limosna aunque si suplicas, puedo pensarlo.-
El ojiazul ignoró el comentario.
-Vengó a ofrecerte algo.-
El rubio entrecerró los ojos.
-¿Que?-
-Una manera de molestar a Potter.-
Inconsistente mente el rubio sonrió. Cualquier cosa que molestara a cara rajada, le interesaba.
-Muy bien Weasley, tienes mi atención.-
-¿Que se siente siempre quedar atrás de Potter? ¿Que todo lo que hagas, digas o seas, quede atrás del gran Harry Potter? Yo lo sé y tú también, es lo único que tenemos en común, por el momento. Te ofrezco la oportunidad de superar la atención que recibe Harry este mismo año, te ofrezco ser el centro de atención y te ofrezco hacerlo enojar.-
-¿Y como planeas hacer todo eso, comadreja?-
-Conmigo. Soy su amigo, su secretario su...como sea que quieras llamarlo. Si de pronto me ven contigo, actuando como tú y siendo como tú, lo del torneo pasará a ser segundo plano. Además, Potter se sentirá derrotado.-
Maldita sea, el Weasley tenía una mente más astuta de lo que el patriarca Malfoy se hubiera imaginado. Su plan era laborioso, si, pero útil y muy prometedor. Después de pensarlo por algunos segundos, dijo:
-Muy bien, Ron. Pero deberás hacer exactamente todo lo que yo diga.- dijo al tiempo que extendía su mano.
-Excelente, Draco.- contestó cuando la estrecho.
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Candy Store.
FanfictionHarry Potter acaba de ser seleccionado para el torneo de los tres magos y para su sorpresa, Hogwarts estalla en aplausos y vítores. Todos están convencidos de que nadie nunca podrá contra Harry Potter. Este se siente aliviado de no tener que recibir...