## un amor tan tóxico ;; jenkai (COMPLETA)

## 016

Antes de la emoción, decidí escuchar el audio.

Pero... ¿Qué?

¡Realmente era la conversación! Creí que estaba en un sueño, que por supuesto no quería despertar de aquel.

Me puse felíz, di pequeños saltitos que casi deje caer el celular.

Tal aparato comenzó a sonar, Jimin me estaba llamando, decidí atender y entonces me preguntó dónde estaba. Estaba llegando tarde al encuentro.

Mi felicidad la dejé de lado para concentrarme en llegar a ese lugar.

...

— ¡Hey, Jae! — lo llamó Jisoo con una sonrisa y Jae movió la cabeza— Canta una canción con tu guitarra.

Este sonrió y tomó el instrumento que tenía a su lado, para luego comenzar a tocar sus cuerdas tan melódicas.

Comenzó a cantar, y tan pronto como llegaba a la mitad de la canción, podía sentir desde muy fondo la letra.

Era algo triste, y también algo parecido a lo que me había sucedido. De lo que siempre hablo, específicamente.

Recordé que con ayuda del audio podría hacerle creer a Kai que se escondía detrás de la máscara de Rosé.
Dejé mis preocupaciones de lado y me concentré en Jae, tocaba la guitarra muy bien, además, su voz era perfecta. Tranquilamente podía ser un idol, aunque no sabía bailar.

...

—Bueno, chicos. La pasé muy bien. —dije felíz—Ya es tarde, así que me tengo que ir.

—Ve, con cuidado.— soltó Jungkook—Acuerdate que es una zona bastante alejada de dónde vives.

¡Por Dios! Estaba tan distraída que había olvidado por completo eso.

—Claro, tendré cuidado. No te preocupes.—sonreí

—Avisanos cuándo llegues, adiós.—Lisa se acercó a mi y dejó un beso en mi mejilla.

Saludé a los restantes, y luego caminé y caminé, voltee y ya no los veía.
Miraba mi alrededor, no estaba segura de lo que iba a hacer.

Tenía tan solo dos opciones:
1. Llamar un taxi
2. Ir caminando

La primera era más conveniente, pero andar en taxi a la hora que era, tenía miedo.
Caminar era lo mismo, ¿no?

Tomé mi celular y me fijé la dirección, todo iba bien, llevaba como 10 minutos caminando.
Escuché un ruido a lo lejos, como gritos, me quedé quieta y giré mi mirada para ver que era.

No le dí importancia y seguí mi camino, pero unos segundos después, algunos gritos más se oyeron. Estaba segura que se trataba de un chico, no una chica.

Debo estar enferma para querer comprobar que era, pero ni siquiera pensé en las consecuencias que podría causar ir.

—¡Maldita sea!—gritó con furia— Te extraño, mucho.

Me acerqué a esa persona, estaba cabizbajo con una botella en la mano. Se la saqué y me agaché para ver su rostro.

—¿Qué?—me sorprendí— ¿Kai?

—¿Quién eres tú?—preguntó y alzó su mirada

¿Que hacía a esas horas por unas calles tan peligrosas? ¿Y por qué olía tanto a alcohol? ¿Acaso bebía como si fuera su último día en pie?

Estúpido, me iba a realmente enojar si algo le llegaba a pasar.