capitulo 3

678 109 12
                                    

Illumi se había despertado cerca de las seis de la mañana gracias a que ella se había levantado a esa hora, entonces había sentido el molesto frio entrar a su cálido cuerpo por su ausencia. Se sentía cómodo y caliente, así que decidió no moverse hasta que escucho como ella entraba al cuarto de baño y se daba una ducha. Mientras esperaba intento utilizar su habilidad, pero aun no era capaz y se sorprendió por encontrarse moderadamente aliviado; él no había tenido una infancia "normal" e incluso al ser el primer hijo sus padres habían cometido bastantes errores durante su crecimiento, por lo cual todo lo que ella le estaba brindando era algo que jamás había imaginado, y por la comodidad que eso le producía se dio cuenta de cuan peligroso seria continuar con aquella mentira.

Al terminar de asearse ella había salido solo con una toalla y se había dispuesto a buscar su ropa de trabajo ¿Por qué debería incomodarse por un niño dormido? Simplemente no le importo y siguió con lo suyo mientras intentaba hacer el menor ruido posible. Illumi por su parte había fijado la vista en un punto de la pared para ignorar la imprudencia de su benefactora. Al terminar de vestirse y arreglarse ella se dirigió a la cocina, en la que preparo un desayuno para el niño y escribió una nota que decía "regresare para la hora del almuerzo" junto a su número de teléfono por si ocurría algún accidente, entonces regreso a su habitación, le dio un beso en la frente al infante y salió del lugar.

Una vez que Illumi se sintió completamente solo salió de la cama, se limpió la frente y se cambió de ropa. Al acercase al mesón de la cocina vio el desayuno que ella le había preparado, y aunque no confiara plenamente el olor cautivante pudo más que su razón, por lo que termino por comerlo. Una vez libre de obligaciones decidió salir de ese departamento para tratar de averiguar un poco más sobre la familia que vivía en aquella mansión al otro lado de la ciudad; luego de caminar por bastante tiempo a paso lento llego al enorme portón, encontrándose con una renovada guardia de 5 personas custodiando la entrada. El sólo se ocultó, observó y espero, y todo habría ido de maravilla si no hubiera visto a su hermano pequeño intentar ingresar a la propiedad, ignorando completamente el peligro inminente que se encontraba dentro.

Illumi salió corriendo de su escondite para interceptar a Killua, quien no conocía el peligro que supondría ingresar en la propiedad, y solo se detuvo al ver al pequeño niño de aspecto familiar que corría hacia él. Una vez que lo vio de cerca entendió por qué su presencia le causaba esa sensación de peligro y rechazo, sin pensarlo quiso dar media vuelta y salir de la ciudad sin concluir la misión pues "no lo valía" pero Illumi lo había atrapado antes de que pudiera dar un paso. El hermano mayor no deseaba explicar la situación completamente, pero tampoco deseaba encontrarlo una vez más en ese lugar, así que simplemente le susurró un "nunca vuelvas" al oído, y observo como la cara de su hermano menor se deformaba hasta alcanzar una expresión de temor mezclada con odio y un poco de preocupación, sin embargo no pregunto más y se alejó lo más rápido posible. Por algún motivo el extremo rechazo que su hermano le enseñaba en cada encuentro le producía una sensación amarga, no le importaba demasiado la reacción de las demás personas, después de todo sus emociones eran algo que no necesitaba para ser un asesino, pero ese odio le producía algo desagradable, algo que no deseaba experimentar pero que inevitablemente debía soportar.

Al regresar al departamento reflexionó sobre los acontecimientos, quizás ese había sido el motivo por el cual su intuición lo había obligado a tomar el trabajo en primer lugar; más allá de las ganancias había evitado una catástrofe con un miembro de su familia y por ello se sentía mucho más tranquilo consigo mismo de lo que había estado en mucho tiempo. Se había sentado en el sofá y había cerrado los ojos, disfrutando del silencio y la soledad a la que tan acostumbrado estaba, sin embargo su momento de comodidad había sido tan corto que no había podido disfrutarlo plenamente. Después de pocos minutos esa mujer ruidosa había entrado por la puerta con un montón de bolsas (ruidosas) de compras, con una respiración agitada (y ruidosa) y con una chillona (y muy ruidosa) voz anunciando su llegada, como si no hubiera sido ya anunciada por su torpeza.

PROBABLEMENTE [Illumi zoldyck HxH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora