capitulo 5

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¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? Illumi no lo entendía, el no tenía las respuestas y se sentía preocupado por ello, ¿realmente la dejaría vivir? Apretaba la mandíbula fuertemente mientras jugaba con las pequeñas agujas que tenía insertadas por todo el cuerpo; una, dos, tres, cuatro y así hasta llegar a cincuenta y siete en total, solo con retirarlas regresaría a su tamaño original, solo con retirarlas podría regresar a su vida normal, pero por algún motivo deseaba quedarse en el mismo lugar un día más. ¿La luna seguiría en lo alto? ¿O quizás la madrugada se podría vislumbrar desde la ventana? ella dormía a su lado silenciosamente mientras el la observaba; con solo una aguja clavada en el lugar correcto moriría, tal vez su corazón dejaría de latir, quizás sus pulmones dejarían de funcionar o simplemente dormiría hasta que su cuerpo agotará las fuerzas en un acto tan sencillo y tan complicado como lo era la muerte.

El encendió su teléfono e intentó inventar una excusa que le permitiera aferrarse a la realidad que tenía en frente; buscó entre sus contactos sin pensar hasta llegar a un nombre, ¿sería correcto pedirle ayuda? Esa no era la pregunta correcta ¿estaría dispuesto a pagar el precio por recibir su ayuda? Después de varios minutos aún no tenía las respuestas, pero no tenía tiempo que perder "¿Tiempo? ¿Qué tiempo?" El tiempo era lo de menos, aún si no regresaba en años su familia no se preocuparía por él, pero si se iba del departamento esa misma noche ¿ella lo buscaría? Se preguntaba después de reflexionar unos segundos ¿Realmente necesitaba regresar a su vida "normal"? Odiaba tener que repensar algo tan estúpido, claramente debía regresar a su hogar, necesitaba terminar su trabajo, necesitaba asesinar a esa familia y además alejarse de esa sensación de calidez que el cuerpo recostado al lado suyo le brindaba. Él se levantó, decidido a terminar con esa debilidad creciente que no podía permitirse tener y cuando estuvo cerca de su cálida piel se detuvo, cerró los ojos y suspiró fuertemente mientras fingía buscar al gato con la mirada ¿por qué fingir para una persona dormida? Él se convencía cada vez más de fingir para sí mismo, pero no deseaba aceptarlo.

Ella había sentido como el pequeño se había levantado al lado suyo y se le había acercado ¿quizás finalmente la había aceptado? ¿Estaría dispuesto a hablar? Esperaba alegremente que el sol saliera y que la hora de levantarse se hiciera presente para poder hablar más con el niño de los ojos grandes e inexpresivos. Después de unos minutos pensando en lo orgullosa que estaba de sí misma ella abrió los ojos; el niño miraba en una dirección desconocida sin siquiera moverse ¿estaría pensando? Ella no lo sabía, pero el frío del invierno aún estaba presente y temía por la salud del pequeño si seguía con la mitad del cuerpo enfriándose por el ambiente, así que un poco adormilada se levantó y tomó al pequeño en un delicado abrazo mientras le susurraba un "cúbrete, hace mucho frío" y lo acomodaba cerca suyo para seguir durmiendo.

El corazón de Illumi latía dolorosamente en pulsaciones punzantes y desagradables, sentía que se le saldría del pecho si continuaba con esa situación así que bruscamente la apartó de su lado ¿Por qué había reaccionado así? Había recibido abrazos de su madre cuando era pequeño y de sus hermanos en variadas ocasiones, pero con ellos no había tenido ninguna reacción similar ¿estaría enfermo? ¿Sería un efecto secundario de la sangre del pequeño al que debía asesinar? No estaba seguro, pero después de eso la soledad no lo abrigaba con la misma calidez que siempre y el silencio no parecía tan tranquilizador.

A la mañana siguiente ambos se levantaron, pero el niño parecía tan ausente y con tantos pensamientos en la mente que ella no pudo soltarle todas las dudas que tenía anotadas para si misma; se levantó de la cama, se dio una ducha y preparo el desayuno para dos personas, pero el pequeño no salía de la habitación.

- ¿Estás bien?

- (...)

- ¿Te sientes mal?

Ella se había levantado de su lugar y le había llevado el desayuno a la cama, aun no sabía el nombre del niño pero le rompía el corazón cada vez que lo veía analizar los actos de cariño que ella le mostraba, como si pensara "¿Qué es lo que hace?" cuando simplemente lo trataba como a un niño, incluso cuando simplemente era tan amable como lo sería con un adulto el parecía extrañado. Dejo la bandeja en la pequeña mesa que tenía al costado de la cama y se despidió de él con un beso en la frente.

Cuando ella se fue Illumi tomo su teléfono y se decidió por contactar con la única persona que acudiría a él sin dudar, escribió un corto mensaje en el que especificaba sus necesidades y la dirección del lugar mientras buscaba una excusa que le permitiera asesinar a la mujer sin futuros remordimientos. Aun se encontraba acostado en la cama, mirando fijamente un punto invisible de la pared blanca, intentando encontrar una postura que le produjera comodidad. Después de unos minutos un zumbido y una pequeña vibración provenientes de su estómago hicieron que resignado se levantara del lugar que ocupaba para saciar su apetito con la comida que se encontraba al lado suyo.

"Si ella me odiara sería más simple" concluyo a media mañana, si la amabilidad que siempre le mostraba se esfumara y en su lugar una expresión de odio se hiciera presente le recordaría más a sus víctimas usuales, incluso una expresión de temor serviría para él. Una respuesta lo saco de sus pensamientos, la pantalla de su teléfono mostraba una fecha y una hora en la que se reencontraría con ese sujeto tan peculiar que tenía por "amigo" y aunque no lo considerara como tal era útil tenerlo cerca para situaciones como aquella. Sin notarlo la hora se había esfumado y ya podía escuchar la llave ingresar en la perilla, que esta se giraba y finalmente se abría la puerta, dejando ver a una muchacha seguramente más joven que él, más torpe que él y mucho más ruidosa que él.

- ¿Comiste tu desayuno? ¿Tienes hambre?

Parecía que ella finalmente se había resignado a no escuchar sus respuestas, pero su expresión alegre y amable seguía presente, confundiendo cada vez más la mente de Illumi. Ella había aceptado al silencio como un compañero de su día a día y se había convencido de no necesitar una respuesta, se creía capaz de leer el comportamiento físico del pequeño y por ello observaba cada detalle de sus movimientos. El constante acoso con la mirada incomodaba de manera sorprendente a Illumi, pues lo relacionaba con un análisis de sus debilidades y además hacia que se sintiera un poco culpable por no cumplir con las expectativas del análisis; desde pequeño le habían enseñado que un asesino no debe mostrar expresiones y mucho menos sentir emociones más allá del placer de asesinar a alguien, por lo que toda su vida había sido como una eterna partida de póker con el mundo entero, en la que claramente iba perdiendo.

Después de cuatro días Illumi había recibido un nuevo mensaje que anulaba el anterior, Hisoka se haría presente en ese departamento unas horas antes del anochecer. La cabeza le daba vueltas y una creciente inseguridad hacia que no pudiera pensar con claridad ¿Debía ocultarla? ¿Debía asesinarla? ¿Quizás advertirle a ese peligroso hombre que no la tocara? ¿O resultaría más sencillo que le hiciera el favor de terminar el trabajo? Era de mañana y ella aún no había regresado para preparar su almuerzo, le quedaban un par de horas para aclarar sus ideas y decidir si debía dejarla vivir o si debía dejar que su naturaleza de asesino se hiciera presente. 






























Nota: ¿Qué tal? ¿Están bien? Eso me alegraría mucho! Finalmente pude darle un final al capítulo (el dolor de cabeza no me deja pensar con claridad jajaja) en fin, espero que disfruten la lectura aunque sea un poco corta, muchas gracias por leer ♡♡♡

PROBABLEMENTE [Illumi zoldyck HxH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora