Me Cuesta Tanto Olvidarlo (español) - Mayte y Mijares (Concluído)

Cap 15

Mijares: Por nuestro amor - acaricia su rostro - por nuestra familia - levanta la copa y brinda.

Ella toma un poco de su vino, sin dejar de mirarlo. Disfrutaría la noche al lado de su amor, disfrutaría cada segundo de ese momento.

Mayte: Te amo - lleva la mano a su cara, en una caricia.

Mijares: Así como yo te amo - cierra los ojos sintiendo sus caricias - no dejaré que te escapes de nuevo - sonrío.

Mayte: ¿Quién te dijo que quiero escapar? - se acerca a él - lo único que no quiero es alejarme de ti - susurra cerca de su boca - finalmente encontré mi lugar - frota sus labios contra los de él.

Mijares: ¿Lo encontró? - habla en un susurro, se estaba volviendo loco con esa tortura - ¿dónde es tu lugar? - la mira.

Mayte: A tu lado - sonríe y toma la actitud de besarlo.

Mijares tira de ella suavemente, acercando sus cuerpos. No dejó de disfrutar, cada pedacito de los dulces labios de Mayte. Era uno de sus refugios, sentía lo dulce que era. Lo que lo volvía cada vez más loco por ella. Extrañaba su cuerpo. No la obligaría a hacer nada. Él era un caballero y respetaría cualquier momento que ella necesitara. Mayte lleva su mano a su cabello, apretándolo. Su otra mano baja lentamente hasta su pecho, donde comienza una ligera caricia. Ella estaba dando otro paso, sabía que él la estaba respetando. Lo que la hizo más seguro.

Mijares: May - susurra a través del beso.

Mayte: ¡Sí! - se aleja un poco, mirándolo.

Mijares: Mi amor - toca su rostro - todo lo que quiero es amarte... sentirte... tocarte - sussurra - pero no quiero que te sientas obligada a dar ese paso - sonreí - por ti espero el tiempo que sea - acarició su rostro - vale la pena esperar.

Mayte: Ya sé que sí - sonrío - no me siento obligada a nada - le acaricié el pecho - no quiero huir - baja la cara avergonzada.

Mijares: Oye - levanta su cara, haciéndola mirarle - ¿quieres hablar?... sé que tienes miedo - habló tranquilamente - dime qué te atormenta.

Mayte: Lo siento - levantase del sofá, dándole la espalda - sé que debo parecer una idiota - cruza los brazos.

Mijares: No tienes que disculparte por nada - levantase del sofá, acercándose a ella - o pensar que estás siendo una idiota, porque no lo estás - le abraza por detrás - eres una mujer increíble... hermosa... inteligente... carismática... cualquier hombre daría cualquier cosa por tenerte... pero eso es inútil, porque eres mía - besa su cabello.

Mayte: Solo tuya - sonríe - tengo miedo - confiesa - fuiste el único hombre que me tocó - dile de una vez por todas - desde entonces no he estado con nadie.

Mijares: Mi amor - la voltea, dejándolos cara a cara - ¿me estás diciendo que durante todos estos años... tú... nunca estuviste con otro hombre? - estaba loco con aquella confesión de ella, no sabía si sonreía o si la llenaba de besos. Ella continuaba siendo su mujer, nadie le había tocado... sentido su cuerpo, eso le dejó más deseoso que nunca.

Mayte: ¡No! - susurra - fuiste mi único - aparta la mirada de él, se sentía una tonta.

Mijares: Amor - sonríe y la besa con calma, siendo correspondido por ella, luego se alejan por falta de aire.

Mayte: Han pasado muchos años - suspira - mi cuerpo ya no es el mismo - se pone de espaldas de nuevo - debes estar acostumbrada a cosas que ni siquiera sueño hacer - habla tímida - no soy el tipo de mujer para ti - habla triste.