Me Cuesta Tanto Olvidarlo (español) - Mayte y Mijares (Concluído)

Cap 26

El otro día todos estaban en la casa de Mayte, celebrando la llegada de su primer nieto y de su pequeña Molly, todos estaban muy felices. Principalmente Isabel y Fernanda que estuvieron a su lado desde el principio de todo. Finalmente estaban viendo a su hermana ser feliz al lado del hombre que siempre amó y de sus hijos.

Unos meses después...

Mijares estaba en su última gira antes de que naciera su hija, ya que se quedaría de vacaciones durante unos meses. Ese día sería su último concierto y volvería a casa el otro día. Mayte ya estaba cerca de sus nueve meses, caminaba cansada, por lo que evitaba al máximo salir de casa. Ella estaba dando sus últimos toques en la habitación de su princesa, Isabel y Fernanda estaban con ella, las tres se reían y bromeaban.

Isabel: Verte así, prodigando felicidad, no tienen precio - sonrió mirando a su hermana - muchas veces te he visto triste... llorando por haber perdido a su hijo - acarició su mano - fue víctima de una crueldad.

Fernanda: Pero hoy está feliz - se acercó a ellas - está al lado del hombre que siempre amó... que la ama... descubrió que su hijo siempre estaba vivo... hoy casada... le dio dos nietos maravillosos y para terminar este cuento de hadas, está esperando una hermosa princesa - sonrió besando los cabellos de la amiga que tenía como una hermana.

Mayte: Tienes toda la razón Fer - sonrió mirándola - hoy finalmente puedo decir que soy feliz... estoy agradecida a Dios por la maravillosa familia que tengo - acariciaba su vientre - por las maravillosas hermanas que tengo... gracias a las dos por estar siempre aquí, por levantarme cuando no tenía más fuerzas - sonrió llorando - estoy eternamente agradecida por todo lo que he vivido y por todo lo que he logrado... cada lágrima que derramé... cada vez que me arrodillé pidiendo a Dios por todo lo que tengo hoy... no tengo nada más que pedir... sólo agradecer y disfrutar... amarlos y cuidarlos... de ustedes - sonrió a las dos.

Isabel: Te merecías hermana - la miraba - como siempre le dije a Fer, te admiro mucho May... admiro su fuerza... su persistencia... admiro a la mujer que siempre fue... la hermana maravillosa... amiga... confidente... nunca soltaríamos tu mano... no importa cuáles sean las circunstancias... no importa la distancia, siempre... siempre estaré aquí.

Fernanda: Siempre - sonrió - juntas hasta el final - tomó la mano de las dos - eres una guerrera y un buen ejemplo para las dos - la miraba - mucha veces teníamos la pretensión de tirar la toalla y abandonar todo... nuestra vida matrimonial es complicada - se rió - pero tú con esa mentalidad, con una madurez que nunca tuvimos, siempre nos has mostrado las ventajas y en contra de nuestras vidas... May siempre has encontrado una ventaja en medio de las tribulaciones... no hay mejor madre que tú... amiga... compañera... tú eres nuestro enlace... solo tenemos que agradecerte por ser ese ejemplo de mujer - besó su mano - te amamos.

Mayte: Eso no es justo - habló secando el rostro que ya tenía lágrimas - tienen que entender que soy sensible - sonrió - ustedes son mujeres increíbles, no pueden rendirse por nada... la vida es un eterno campo de batalla, días de luchas, días de glorias... aaah - se inclinó sintiendo una pequeña molestia.

Isabel: Calma - la miró - ¿qué estás sintiendo? - tocó su vientre en una caricia.

Mayte: Lo siento - respira hondo - desde ayer me siento un poco incómodo - se acomodó mejor en el sillón - Livi dijo que sería normal... ella está cerca de nacer, entonces será así.

Fernanda: Si te sientes mejor podemos llamarla vine a examinarte - la miró.

Mayte: No necesita Fer - le sonrió - ya está pasando... me voy a acostar un poco - habló levantándose con su ayuda.