CAPITULO III.

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Yuzuru llegó calado de agua de pies a cabeza. Notaba el frío húmedo en su piel a pesar de llevar el abrigo. Había corrido hasta su casa después del incidente.

Llegó sin aliento a su habitación y se encerró con pestillo. Su ropa mojada cayó al suelo como una pesada losa. Se miró por un momento en el espejo de su cuarto, desnudo y tiritando. Lágrimas empezaron a caer sin freno por su rostro. Se preguntaba una y otra vez por qué le tenía que haber pasado eso a él. No es como si le hubiera hecho daño o como si le hubiera robado su primer beso. Su primer beso no tenía absolutamente nada que ver con el que le había dado su compañero. Aquella dulce y hermosa chica de su clase de secundaria le regaló un tierno beso, casi como un leve roce y el de Javier había sido...

había sido... 

no podía explicarlo de ninguna forma.

Se tiró de espaldas a la cama y abrazó su peluche de Pooh con todas sus fuerzas. Lloró en silencio preocupado por si su madre le pudiera oír.

-Qué haré ahora... cómo debería reaccionar el Lunes cuando le vea. No debería decirle nada, esperar... no sé...- pensó el japonés. Le dolía más poder perder la amistad con Javi que cualquier sentimiento que empezaba a florecer en su pecho sin él darse cuenta. Cerró los ojos con fuerza y en posición fetal se quedó dormido bajo las sábanas.

Unas dos semanas después las cosas parecían ir normal. Javier trataba a Yuzuru de la misma forma que siempre y esto al japonés le confundió mucho al principio. No sabía si de verdad no se acordaba de nada o si realmente no quería acordarse. De cualquier forma así era mejor, su amistad seguía intacta. Pero aquel día de finales de Abril Yuzuru podía notar como el castaño estaba realmente callado y ausente. Brian parecía saber lo que pasaba, no sabía si era de su incumbencia pero al fin y al cabo era su amigo y se preocupada por él. 

Primero decidió preguntarle al mismo Javier, aunque conociéndole sabía cual iba a ser su respuesta.

-Estoy bien Yuzu, no te preocupes. Sólo dormí mal, Effie me dió mucha guerra esta noche... creo que quiere un novio jeje- Javi se rió intentando aparentar normalidad. Luego se volvió para hablar con su coreógrafo sobre el nuevo programa para el Grand Prix NHK y la Copa Rostelecom. Antes de irse de vacaciones quería dejar todo preparado.

Yuzuru se resignó y fue directo a Brian con expresión seria.

-Brian, sé que le pasa algo a Javi... ¿qué es lo que ocurre?-

Brian se mantuvo unos segundos en silencio. Carraspeó un poco la voz.

-El caso es que... Miki dio a luz a una niña hace unos días. Javi no lo sabía, ella no se lo había contado hasta ayer.-

Yuzuru no pudo ocultar su cara de estupor. -¿Y la hija es suya?-

-Me temo que sí-

-Y... ¿Y qué va a hacer? ¿Dejará el patinaje? ¿Se mudará a Japón con ella? ¿Van a casarse?- Yuzuru podía notar como unas tremendas ganas de llorar se apoderaban de él.

-Oh no no, ni mucho menos. Seguirán como pareja tal y como eran antes las cosas. Lo de que es suyo... eso se quedará entre nosotros, no sería muy buena publicidad para él. Javier no va a renunciar a su sueño de ser el campeón del mundo. No te preocupes, seguirá aquí con nosotros. Sólo... déjale unos días para que pueda asumir su nueva situación. Es muy difícil convertirse en padre con 22 años. Ya te puedes imaginar.-

-Entiendo...- Yuzuru giró la vista hacia su amigo con gesto de lástima. Sabía que de una forma u otra aquella noticia iba a afectar a Javi en las competiciones de Noviembre.

Mágica aura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora