El chico sombra ✧ YoonMin ✧

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Y salí corriendo de la escuela, me dio igual, después de un tiempo Kookie dejo de seguirme, así que fui a un lugar cerca de un prado. Eran alrededor de las 4:30 pm, camine por el lugar, entre algunas casas abandonadas, sin rumbo fijo, perdido en mis pensamientos y cuando alce la mirada a un punto no fijo, me di cuenta que estaba en un lugar que no conocía- y ¿ahora qué hago? – mire a mi alrededor ya lo lejos pude ver a un señor sobre un caballo café, al parecer estaba checando sus tierras - amm...disculpe señor ¿dónde se encuentra el parque de los columpios? - pregunte desde donde estaba.

-ves esa vereda- asentí, mientras el señor señalaba el lugar – bueno, pues ahí doblas a la derecha y a unos 20 metros está el viejo parque.

-muchas gracias señor- y continúe caminando.

Ya casi era el atardecer y la vista de ese lugar era hermosa los árboles hacían un túnel, algunos conejos grises y cafés, correteaban por los pastizales del lugar, algunos pájaros cantando sus más dulces tonadas al día que ya casi se iba y despedir al sol hasta el siguiente, genial, esto era increíble pero lo más raro es que, ya tenía más de una vida yendo al parque de los columpios (la verdad el parque no era la gran cosa solo tenía tres columpios, un tobogán viejo, y dos sube y baja, de los cuales uno estaba roto), pero ese lugar estaba abandonado, a los niños en vez de gustarles ir ahí a divertirse, iban a contar leyendas para orinarse en sus pantalones, pero ahora era un sitio donde solo los niños que se portaban mal iban para que el monstro que habitaba en las sombras se los comiera (las típica leyendas para que los niños traviesos obedezcan a mamá), pero para mí esa era mi segunda casa, ahí nadie se atrevía a ir para molestarme, además ver a un chico, meciéndose en uno de los columpios, con el cabello en la cara, y la mirada al piso, supongo que para algunos podía llegar a ser algo incomodo o raro y mejor no se acercaban.

Pero aun así seguía preguntándome con cada paso que daba, ¿Por qué nunca había visto esta parte?, me estaba perdiendo de algo increíble. Después de unos metros y giros como me indico el señor llegue- ¡por fin! - estaba en mi destino, mire mi reloj y si eran 6:10 pm. Comencé a mecerme junto al viento y estuve pensando en lo que pasaba en la escuela, pero ya era de superarlo dejarlo pasar y eso hice.

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El atardecer era hermoso esos colores, me sentía vivo, alegre, feliz, me acababa de dar cuenta de que necesitaba más momentos así, pero no veía como carajos podía abrir un espacio en mi agenda y venir más seguido aquí, saqué un sándwich de mi pequeña mochila y comencé a comerlo mientras observaba como el sol se ocultaba detrás de esos cerros.

Después de un rato de haberme terminado el sándwich, tomé mi pequeña libreta que llevaba a la escuela para anotar cualquier cosa y comencé a escribir:

Me acabo de dar cuenta que necesito algo de "color" en mi vida, más momentos de calma, más momentos para estar solo conmigo, en paz, para eso comenzare a buscar mi felicidad sin importar lo que cueste, dejar de lado lo que los demás digan y creo que para empezar ignorare los comentarios tontos que no me aportan nada y trabajare más en la confianza que me tengo a mi mismo. Y dejando de pensar en él, en que lo necesito, yo puedo ser feliz solo.

Los recuerdos de aquel chico seguían presentes era hora de dejarlos ir.

Deje de escribir eso ya era suficiente, creo yo, además ya estaba oscuro y no veía casi nada, la única luz era un viejo poste justo a unos metros de los columpios. Comencé a escuchar un ruido entre los arbólales- genial- dije en voz baja me pare del columpio y coloque mi mano en mi cintura para disimular y parecer que no estaba agarrando la pequeña navaja que guardaba en el bolsillo trasero de mi pantalón, por si se requería y esta podía ser una de esas ocasiones (aunque no parezca, tengo mi lado oscuro y rudo, y aun recuerdos los consejos que me dio él en caso de andar solo).

De entre los árboles, se movía una sombra así que me vino a la mente algo que ya lo esperaba, alguien vino a molestarme, seguro alguna de las chicas observó hacia donde me dirigí, que alce la voz- ¡sal de ahí y muéstrame tu cara, deseo ver tu rostro mientras abres la boca para decir mierdas de mí! - al ver que dejo de moverse volví a hablar - ¡cobarde! Sal ya que me aburro- pero no pasó nada, me di media vuelta tomé mi mochila y a punto de dar un paso dije- vale, vale, como veo que no quieres salir me largo - di el paso cuando otra vez, entre los árboles algo o alguien comenzó a moverse, no me importo seguí caminando, pero un viento frio rozo mi espalda, cuando de repente alguien atrás de mi hablo.

- ¡hey tú! Olvidas esto - una voz algo ruda, pero suave pronuncio esas palabras, era la voz de un chico me di la vuelta.

muchas gracias por leer

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