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- ¡cállate maldita alarma! -estaba durmiendo tan delicioso, pero sonó el despertador.

- ¡hijo ya levántate o vas a llegar tarde! – la voz de mi madre se hizo presente.

- ¡sí!, ya se- me senté en la mitad de la cama, me restregué los ojos mientras los bostezos no me dejaban en paz, y comencé a arreglarme para la escuela. Genial era viernes y mañana ¡fin de semana!

-hoy vamos a llegar tarde, la empresa está teniendo muchas demandas en cuanto a producción  y tendremos que reorganizarnos así que llegaremos más tarde de lo habitual- soltó mi padre con las manos en su periódico.

-tu padre tiene razón así que no nos esperes despierto- contesto mi madre con una hermosa sonrisa.

-si nunca lo hago, da igual ya me voy- Salí de la casa todo normal como siempre, la diferencia es que no dejaba de pensar en él, algo me tenía intrigado, ¿pero qué? No importaba solo seguí caminando. Llegue a la escuela, entre, me senté; espere a que la clase comenzara.

-buenos días chicos- la profesora Yang entro al salón y se sentó en su silla al lado de su escritorio viejo y oxidado- abran sus libros en la página 152- todos sacamos el libro y ella comenzó a explicar, la verdad yo no puse nada de atención me la pasé pensando en él. Un tiempo después se acercó Tae.

-hola... ¡tierra llamando al mochi! - dijo con voz irónica, pero no obtuvo respuesta de mi parte- ¿Qué tienes? - dijo con tono de desconcierto y picando mi hombro con uno de sus dedos – pero seguía sin tener respuesta - ya ¡me voy! - dijo haciéndose el dolido.

-perdón, ¿decías algo? - en todo ese tiempo no preste atención, mi mente estaba en otros lados, sin notar su presencia.

-que, ¿Qué tienes?, estas raro desde la mañana- y tenía razón.

- ¡hola!- y llego Kookie- mucho silencio.

-si- respondió Tae.

-hammm... ¿y eso? – pregunto kookie, algo confundido.

-justo le estaba preguntando cuando llegaste--suspiro Tae.

-oh, continúen - soltó el menor sentándose a mi otro lado.

- ¡tierra llamando otra vez a Jimin! - y yo como siempre en mi mundo.

- ¿Qué le pasa? - pregunto Jungkook casi susurrándole en su oreja derecha.

- si supiera ¡no le estaría preguntando! - respondió Tae algo enojado y sarcástico.

-oh ¿pasa algo? - por fin respondí.

-no, ¿a ti te pasa algo? - si me pasaba y muchas cosas, pero no encontraba la manera de contárselo a los chicos, ellos no tenían ni idea de la existencia de Yoongi.

- sí, pero no es tan importante- la cara de Tae era dudosa y no es raro viniendo de él.

-no importa. - soltó Tae ya harto de mis cosas, así que volví a callarme, aunque el silencio no duro casi nada -cuéntamelo, ¡ya!, cuanto antes mejor, no me digas, ¿es un chico?, no, no, no, ¿alguien se te declaro?, o es acaso algo mejor. - comenzó a decir con tono, voz, y cara de loco, de no conocer a Tae me hubiere dado miedo.

- no exactamente – respondí algo asustado por la emoción del contrario

- ¿entonces? - preguntó Kookie, al parecer los dos estaban interesados.

- otro día te lo contare- les conteste mirando por la ventana.

- ¿Qué acaso es porque estoy aquí? - dijo Kookie mientras se cruzaba de brazos.

- ¿sigues aquí Kookie? - le dije sin interés aun mirando por la ventana.

- si ¿por? - preguntó el menor.

- no haces nada de ruido. – conteste.

- no importa me voy - Kookie salió del salón algo serio y con cara de dolido.

- bueno, como decía, cuéntame que es lo que pasa, desde la mañana estas algo raro y no harás que deje de insistir – volvió a decir Tae.

- cómo decírtelo, no importa, lo que pasa es que me reencontré con un viejo amigo- dejé de mirar por la ventana, para ahora, verlo a él.

- yo en tu lugar estaría feliz – comento el chico dándome un amistoso golpe en el hombro.

- lo estoy – admití, y una sonrisa se dibujo en mis labios sin que me diera cuenta.

- entonces... - dijo a la espera de que lo completará.

- es que no me explico, por qué se fue por un tiempo y sin decirme nada, y ahora regresa como si nada, hay muchas lagunas.

- pregúntale – contesto el chico sin más.

- como si fuese tan fácil – un suspiro escapo de mis labios.

- lo es – quisiera pensar como Tae.

- no entiendes – no sabia que decirle a Tae, no sabia como explicarle todo, y algo de mi decía que quizá no me entendería.

- está bien, no entiendo, por cierto, guarda tus cosas ya casi nos vamos- asentí con la cabeza cuando el dejo de hablar y comencé a meter mi libro y libreta en mi mochila, esperé el toque.

Salí con Tae del salón, baje las escaleras tratando de no toparme con los de tercero que no importa donde estés o quien seas estos te tiran, llegamos a la puerta de la escuela, comenzamos a caminar rumbo a casa, de repente alguien me tapo los ojos y tiro de mi hacia atrás y yo, por reacción, le dio un codazo con toda la fuerza posible, sin pensar en que parte de su cuerpo fuera dirigida y después me di la vuelta para ver quien fue el que hizo eso y vaya sorpresa.


muchas gracias por leer

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El chico sombra  ✧ YoonMin ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora