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'FIRST TOUCH'
Las palabras son como pequeños dientes de León que el viento se lleva, al igual que las relaciones de secundaria y preparatoria. Keiji sabía que aquello en algún punto de su vida iba a acabarse, más tenia la necesidad de jurarle que estarían juntos siempre a pesar de saber de aquella vil mentira encantadora. La amaba, realmente lo hacía, más su cerebro de lógica necesidad le marcaba con descaro insaciable que debía de estar preparado para lo peor, y eso le hacía creer fervientemente en que debía de disfrutar lo más que pudiera con aquella chica en melena de miel rubia. Quería saber y conocer cada faceta vulnerable que tuviera, quería entenderla por completo y arrebatarle lo máximo que sus manos pudiesen tomar, más tampoco quería exigir de sobremanera y eso lo hacía callar un poco. Pero a pesar de aquello, el azabache entendía que a fémina no le importaba, es más, deseaba de sobremanera que sea él quien la toque y sea su primera vez, pero se sentía no apto para aquel tacto de tanta intimidad y vulnerabilidad, más aquella situación lo descolocaba, ¿Cómo iba a controlarse con la chica sentada sobre sus piernas mientras se mueve a causa de una errática respiración gracias al beso tan poco amable que le dedicaba?.
Keiji no sabía donde colocar sus manos, estaba sentado en la cama de la chica, cuando la misma se animó a subirse sobre sus piernas y dedicarle pequeñas carisias de tacto tortuoso y sentimientos acalorados, el azabache sabía por completo que aquello era lo que la chica quería, más no tuvo el valor de frenarla, ¿Cómo lo hacía con ese escote en su remera de tirantes?. Era tan débil a cada tacto de la chica, a cada caricia, cada sonrisa, sentía que iba a explotar, más deseaba en supremas ganas el no dejarse llevar por sus pensamientos de impura procedencia, ya que tenía fama de hombre que respeta a las mujeres y no se desespera con un tacto en doble sentir, más sentía que debía de tirar aquello por la borda, defraudando a un Bokuto que le decía: — "No entiendo como aguantas. Yo con una novia así no se como podría evitar tener una erección". Pero lo que no sabía, era que ya lo había defraudado, pues a poco tiempo en que la chica besó su cuello, su entrepierna comenzó a doler fuertemente y ya no pudo evitar el imaginarla sin aquella remera de tirantes. Dedicó sus manos a la espalda femenina para acariciar la misma por debajo de la ropa, buscando algún broche de brasier para poder desprender, más su sorpresa fue al notar que no traía, dándose cuenta de forma completa, de que la chica ya había planeado, que ese día en lluvia torrencial, le dedicaría lo más profundo de su ser y su vulnerabilidad oculta.
Se separó para mirarla con el ceño fruncido, viendo como la chica se sonreía en forma de canción.
— ¿Lo había planeado, Shiro-san?.
— ¡Oops! — Se tapó la boca en una risita cómplice — ¿Te tengo que decir de manera directa que quiero tener sexo?.
Aquella palabra sonrojó fuertemente al Akaashi, sentenciándolo a taparse la cara para que no lo vieran así, para que ella, no lo vea así.
