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─── Narra Argentina
Esa mañana me desperté con un dolor de cabeza impresionante, mire de un lado al otro, estaba bastante mareado y me costaba reconocer los objetos del lugar. Poco a poco el dolor que sentía se me fue pasando, cuando volví a abrir mis ojos después de descansar la vista, me encontré con que estaba en el living de mi casa, suspire aliviado buscando con la mirada a mis hijos, pero no tarde en ubicarlos ya que al igual que yo, no son precisamente silenciosos, estaban en la cocina haciendo bochinche. Me levanté del sillón, solo para caminar hasta la cocina donde la gran mayoría de mis bendiciones estaban con una resaca de la gran 7 y yo no era la excepción. Al verme, lo primero que hicieron fue decirme Buenos días todos juntos, lo que me taladro mal la cabeza, aun así respondí de la misma manera y me acerqué a Chaco quien estaba sebando mate, porque no quería que los de la Patagonia se quemaran, sabía que los del litoral y el norte no estaban en condiciones de tener agua hirviendo en sus manos, así que para evitar un desastre, el chaqueño decidió sebar.
¿A quien poronga saliste no alcohólico vo'? ─── Cuestionó Córdoba al chaqueño.
No tengo ni idea, pero estoy agradecido. ─── Respondió Chaco entregando un mate al cordobés, afortunadamente dulce y bien caliente. ─── Un poco de mate dulce y caliente les va a venir bien, ¿vos queres pa'? ─── Pregunto Chaco de lo más fresco a su progenitor.
Si, uhg, que dolor de cabeza la puta madre. ─── Dije mientrad tomana asiento junto a Chaco y Tierra del Fuego.
¿Pa' me puedo sentar en tus piernas? ─── Pregunto Neuquén quien se puso entre medio de Chaco y su padre.
Haber, veni con papi. ─── Levante a mi 3ra hija menor sentandola en una de mis piernas. ─── ¿Ahi esta bien?.
Si si, vos tranca. ─── Respondió la menor apoyándose en su padre para seguir durmiendo.
Toma pa'. ─── Llamó Chaco a su padre. ─── El mate se te enfría.
Uy perdón, ni cuenta me di. ─── Agarre el mate para acto seguido tomar de este. ─── Ah ~ gracias hijo.
De nada. ─── El chaqueño tomó nuevamente entre sus manos el mate y lo sebo pasando este a Buenos Aires.
─── Narradora
Las horas pasaron lentamente, aunque habían llegado tarde a la casa, se despertaron medianamente temprano, a eso de las 9:3O a.m, capaz que las provincias se levantaron entre las 8:OO a.m y las 8:3O a.m, tomaron unos cuantos mates y comieron una que otra factura. Argentina no tenía un horario establecido para llegar a su nueva casa, por lo cual se tomó la libertad de pasará casi toda la mañana con sus hijos, los que se iban a ir de la casa con sus hermanos mayores se fueron hacer sus maletas para llevarse todo lo necesario.
