Un error

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"No me pidas que lo olvide cuando lo ame con toda mi alma".



Algo estaba roto entre nosotros, no soy capaz de decir que era exactamente, pero cuando sus ojos conectaban con los míos sentía un dolor punzante en el pecho, aunque trataba de disimular era demasiado notable.

No quería saber que sucedió aquel día, pero su actitud había cambiado haciéndome también cambiar de opinión. En el día sonreía me hacía mimos, era lindo disfrutar y pasar mucho tiempo a su lado, pero siempre estaba muy paranoico. Se convirtió en un calvario y tenía miedo, ¿será que hice algo y no recuerdo que sucedió? ¿por eso se siente así?

—¿Qué tal quedo?— digo llevándole la tortilla poniéndola frente a él. Su mirada severa recae sobre mí, sonrió inocente generando que resople.

—Te dije que no era necesario, podrías haberte lastimado.

Regaña.

—Sí, pero quiero hacerlo por ti.

Susurro haciendo una mueca desilusionada, tomo asiento frente a él. Después de ese accidente y que perdiera la memoria de ese día temporalmente, se ha vuelto muy sobreprotector. No deja que haga absolutamente nada. Para hacer las tortillas tuve mucho cuidado, aproveché que estaba distraído en su ordenador.

Incluso cuando sale deja a Scott Fierro, el oficial, cara tipo "Si me hablas te mato, perra" conmigo y es incómodo, siempre está armado y eso me pone de los nervios. Se lo dije, pero su argumento es "solo es por precaución". Precaución ni que mierda, esa arma solo le da aires de que tiene el control.

—¿No te duele nada?— pregunta por enésima vez en el día, desde hace un mes que salimos del hospital y siempre me hace esa pregunta. No me duele el cuerpo me duele su actitud ¿Cómo se lo digo?

—¡Anda, pruébalo ya!— ignoro el pensamiento anterior, sonando un poco impaciente lo incito a probar. Intercala la mirada del plato hacia mí y viceversa.

Lo prueba al fin, se queda un momento quieto saboreando los sabores, se relame los labios mientras cierra los ojos y sale un gruñido escapando de sus labios que los relame nuevamente.

¿Estará pensando en follarse a una tortilla? por qué si es así, lo mato.

—Uh, wao— me mira sorprendido volviendo a llevárselo a la boca para morder un nuevo trozo.

—¿Qué?— pregunte impaciente.

—¿Cómo hiciste eso?— pregunta, asombrado.

Toco mi cabello, nerviosa por su intensa mirada, incluso sus pupilas se dilataron.

—Bueno... vi esta receta en Internet y pues me animé hacerla.

Digo mirando mis manos.

—Te quedo delicioso— dice, lo miro y me sonríe devuelta.

—¿Eso crees?

Asiente.

—Claro, yo... sabe maravilloso — pongo los ojos en blanco cruzándome de brazos.

—Agh, no exageres tampoco.

Digo cuando el pensamiento de que solo lo hace para hacerme sentir bien llego a mi mente.

—Lo digo realmente.

Asiente acercándose dejando un beso en mi frente, vuelve a su asiento para continuar comiendo.

Lo miro mientras come a gusto de vez en cuanto me sonríe sentí una punzada en el pecho.

¿Y sí hice algo muy malo y por eso actúa así? Tenso la mandíbula. actúa tan raro que me desconcierta. No puedo seguir así.

Dulce Amargo [1] |Trilogía Agridulce|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora