EL DESTINO LOS UNIRÁ NO SOLO PARA UNIR FUERZAS...
GWEN STACY, CREATED BY:
STEVE DITKO & STAN LEE
EDDIE BROCK, CREATED BY:
TODD MCFARLANE & DAVID MICHELINIE
PROPIEDAD DE MARVEL/SONY PICTURES
QUEDA PROHIBIDA SU COPIA
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Estoy verdaderamente feliz en que Eddie y yo estamos muy conectados, parece que se hubiese metido a mi mente y averiguar que era lo que quería para nuestro aniversario, ahora es mi turno de descifrar lo que él quiere, esta vez para su cumpleaños que está próximo a llegar, la verdad no estoy segura que es lo que le gustaría, he pensado en remodelar su motocicleta, pero costaría mucho gasto que por el momento no conformo. ¿Qué podría ser bueno?. Lunes por la mañana, hay cosas por hacer, estudiar, patrullar por las calles, y lo más importante: ver a mi Eddie, me dispuse a levantarme de la cama y me puse las pantuflas, al momento de abrir la persiana de la ventana mi teléfono sonó. Ahora no esperaba ninguna llamada, en fin, veré de quien se trata.
—¿Hola? —contesté iniciando la llamada—
—Gwen, amiga, que gusto volver a escucharte —habló la persona con voz fémina, hey, es de alguien a quien no había visto desde la preparatoria.—
—¡Cindy! lo mismo digo —exclamé siguiendo su gesto emocionado— ¿como has estado amiguita?
—Con ganas de verte de nuevo, ¿sabes? Saldré de Nevada por un tiempo para visitarte, ¿aún sigues en Nueva York? —preguntó ella—
—Ahora no —contesté desviando la mirada— estoy en San Francisco, de hecho si quiero que vengas, muero por contarte varias cosas que me han pasado
—Oh querida no empieces sin mi, llegaré en un par de días —confirmó—
Se sentó sobre un banco, fuera de la estación de trenes, a través de su teléfono estaba transmitiendo el programa de su su pareja, y cada que salía en la pantalla la hacía sonreír, que incluso fijaba más su interés en Eddie que en el contexto del reportaje. El tren se acercaba y lentamente disminuía la velocidad, dio por abrir las puertas para finalmente encontrarse con su amiga.
—Heyyy —exclamó Gwen, mientras que se acercaban para abrazarse—
—Querida, te extrañé mucho —dijo Cindy—
—Yo también —añadió la rubia— te ayudaré con tus maletas
—Gracias que amable —sonrió su amiga—
C a m b i o d e E s c e n a r i o
—Mi corazón, se niega a aceptar la derrota, la lógica de mi derrota, es como si fuera inmune, ante todo lo que don Armando me hizo, es un traidor, que aún late cuando lo ve
—¿En donde está mi diario?
—Yo sé que no debí haber hecho esto, pero créame que cuando leí esto, bajé al infierno, y padecí cada página Beatriz. Pero también me devolvió la vida, a una vida que ahora sé, que solo quiero compartir con usted
