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La "pareja" había pasado toda la tarde en la casa del omega mayor después qué pasó su temporada de calor, sin haber riesgo alguno, fue un día tranquilo, contando chistes por parte de Seokjin, uno que otro llanto y antojo por parte del omega embarazado.
Después de haber dejado a Taehyung en su cabaña, el alfa salió para ayudar a la manada cómo hacía normalmente, su día iba muy bien hasta que notó la cercanía de él. Min Yoongi.
Aquel alfa no dejaba de mirarle con cara de pocos amigos, le recordaba a él mismo cuando celaba al rubio.
-Jeon — soltó secamente el peli-negro como saludo.
-Min — era como declararse la guerra sin sentido alguno.
Hasta que se dio cuenta que cargaba con aroma de los omegas...pero era más notorio el de Jimin, tal vez podía pensar que otro omega tenía el aroma de leche, el no sabía que Jin aún consumía supresores.
-¿Necesitas algo? — preguntó de la misma manera.
- No, solo salí a caminar, pero ahora me dieron ganas de cazar— el blanquecino no apartó la mirada del azabache, dedicándole una mirada afilada.
- Suena interesante, hace un tiempo que he querido hacer lo mismo — río con sorna.
Si los vieran, dirían que parecían un perro y un gato en medio de una pelea.
Jungkook cortó la tensión con una despedida algo molesta para el más bajo.
- Debo irme, mi OMEGA me espera — su sonrisa se hizo más evidente, mientras que el peli-negro trataba de reprimir un gruñido proveniente de su lobo y, solo tal vez, de él mismo.
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Lo que más le gustaba de residir por ahora en el bosque, era sentir la brisa suave del aire, mientras que los árboles y flores se movían junto a ellas soltando un aroma tan exquisito, lo podría describir como a "naturaleza", ya eso era, un lugar de mucha paz.
Si, aquella paz de la que hablaba no duró mucho cuando escuchó pisadas, ¿Jungkook?, no, aún era algo temprano para el regreso del alfa. El tema lo extraño, nadie además de los omegas entraría a la casa y menos ir hacia la parte trasera donde se encontraba, descartó a los omegas al recordar las palabras de Jin... "Nos acostaremos temprano, para que Jimin pueda descansar más tranquilo".
Definitivamente no eran ellos, pero tal vez si podía ser Jungkook, pensarlo le sacó una sonrisa.
Caminó hacia dentro para hacer de su bata algo floja y recibir al alfa, de alguna manera se sentía algo caliente, esa noche podrían divertirse. Tomó el cuello de la bata blanca para bajar y mostrar más su piel acaramelada, pero al sentir unas manos en su cadera se detuvo, las luces estaban en tonos bajos por lo que era algo oscuro dentro de la habitación.
Se estremeció al sentir más el cuerpo algo ¿grueso? de Jungkook, que no dejó que se alejara o si quiera moviera de su lugar, si no que besaba su cuello, por alguna razón se sentía incómodo, como si algo no estuviera bien.
Quizo voltearse pero el otro cuerpo se lo impidió, para después frotarse en el, su cuerpo no reaccionó como debería hacerlo. Hasta que escucho su voz, era la de Jungkook...pero se escuchaba algo lejana.
Una puerta se abrió de golpe, asustándolo pero sin poder moverse por la fuerza que el otro cuerpo ejercía sobre el suyo.
- ¡¿Que mierda?! — la voz furiosa del azabache lo aturdió por un instante, sacando todo la fuerza que sentía en ese momento para separarse del cuerpo y verle la cara.
Sus ojos se abrieron...era él.
El chico que lo acosó por días.
Ese mismo chico había puesto sus manos sobre su cuerpo, alguien que no era Jungkook...
- Jung...Jungkook — su voz tembló
- Véte...¡VETE MALDITO IDIOTA!— la sangre del azabache hervía en furia, los gritos iban dirigidos a Kalam, el otro alfa. Si aquel pertenecía más tiempo, lo más seguro es que su lobo reaccionaría de una manera peligrosamente agresiva, por lo que no tardó en retirarse con una sonrisa.
El aroma de ese alfa lo recordaba muy bien, era el causante de su mal humor, lo había sentido varias veces sobre las ropas del rubio...un tonto, lo habían estado engañando y no quizo darse cuenta.
- Déjame...explicar...— tomó la playera más rápida que encontró para estar mejor vestido.
- ¿Qué me vas explicar? — río con ironía— ¿no es lo que parece? ¿Eso dirás?, créeme Kim, ese cuento ya está gastado.
La forma en la que se dirigió a él dolió, pero lo soportó, con rapidez se acercó para abrazarlo pero un fuerte empuje lo hizo caer al suelo con dolor.
- No me toques, nunca lo vuelvas hacer— se paro frente a él, viéndolo en el piso con algo de rasguños, pero los rasguños de su corazón hecho trizas dolía más, no podía soportar algo así por más que lo amara.
Su madre le había dicho que su omega solo lo amaría a él.
