¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Abrió sus ojos y la cabeza le daba dolorosas punzadas , miró a su alrededor encontrándose con Jimin recostado en el sofá marrón.
-¿Qu-Que pasó?— su voz llamó la atención del omega que empezó a gritar el nombre de Jin.
-No te levantes— tomó su brazo con cuidado— venimos a verte y te encontramos en el suelo, joder...nos asustaste.
-Recuerdo haber terminado de leer la...— Jimin lo miró con lastima.
-Lo siento mucho Tae...— Jin hizo acto de presencia— tuviste un desmayo, las emociones fuertes pueden causarlo.
-Ya no importa, Jungkook tomó la decisión y no soy nadie para cambiarlo— sonrío a medias— Ya era tiempo de regresar con mi familia, cuando llegue me matarán.
Los tres se miraron sin decir nada más, por lo que el pequeño omega trató de cortar eso.
-Te traeré el desayuno— lo abrazo con fuerza y se retiró.
Era de mañana, supuso que había dormido varías horas. Se levantó despacio bajo la atenta mirada de Jin y se encaminó al cajón, donde sacó su ropa, más bien, lo que quedaba de ella.
-¿Te irás? — preguntó tras ver sus movimientos.
-No me queda de otra, es lo mejor para todos— entre toda la ropa divisó la favorita del azabache y por alguna razón la acercó a su nariz, donde pudo sentir el olor de la menta y chocolate combinados, por lo que no dudó en llevarlo consigo.
- Jimin se pondrá triste, falta poco para que el cachorro nazca.— era cierto.
- Pueden ir a visitarme, quiero creer que no está prohibido en este lugar.
Prefirieron no ponerle más sal a la herida.
Él omega no tardó en servirle fruta picada mientras los tres platicaban ignorando el hecho de que el rubio pronto se iría.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Había visitado a Jin esperando un reclamo pero solo recibió una mirada inexpresiva, le dió algo de comida y todo, pero nunca tocaron el tema.
"Ambos son mis amigos y ambos se equivocaron"
Esa fue su respuesta a todo, no había entendido en que se equivocó pero simplemente lo dejó pasar.
No tardó en regresar al lago, se había vuelto su hogar pero su verdadero hogar no estaba precisamente en un sitio.
Durante minutos miró los árboles y a los pájaros volando de aquí y allá. El ruido de pisadas le rompieron la burbuja de tranquila, más bien, el aroma a café y eucalipto.
-Jeon, no sabía que estarías aquí— seguía esa rivalidad absurda de parte de los dos.
-Es uno de mis lugares favoritos Min— se levantó para darle la cara
- ¿En serio? Me enteré que estás aquí porque tu omega se fue con otro— el azabache se controló lo más que pudo.
- Eso no te interesa, deberías estar cuidando a tu omega— pero río de forma burlesca— cierto, eres del tipo que solo los usa.
El peli-negro tensó su mandíbula.
- Te recomiendo que cierres la boca— se acercó más al azabache— o yo mismo te la cerraré.
Ninguno iba a torcer el brazo, no siendo alfas.
————————————————————————
El pequeño omega dé pancita abultada se encontraba solo de regreso a casa, pero tomó un pequeño desvío hacia al lago para hablar con él terco de Jeon.
Mientras más se acercaba su omega se alteraba y su pequeño cachorro le daba un tanto dolorosas pataditas, se extrañó con lo ocurrido pero tomó sentido al oler el aroma del alfa peli-negro.
Jungkook no estaba solo, el padre de su cachorro se encontraba a centímetros del azabache en busca de problemas, su cuerpo no quizo retirarse, no podía.
- No me importa tus amenazas— vió como el alfa azabache empujaba al otro— Te metiste con Park Jimin y eso no lo dejaré pasar.
Su sangre se heló al escuchar su nombre. El gruñido que dejó salir Yoongi lo dejó quieto.
- ¿Todo esto por un omega ofrecido como Park? — río con amargura— Me imagino que ya te metiste entre sus piernas ¿cierto?
Jeon no tardó en soltar un golpe tirando al contrario y asustando al escondido peli-rosa
- ¡Eres un maldito, lo hizo por amor y tu solo lo usaste! —
El alfa se levantó del suelo con el labio sangrante.
-El me suplicó Jeon— no dejó de mirarlo— ¿Qué esperabas?, no iba a marcar un juguete como mi omega, su olor me da asco, no, toda su persona da asco— El de piel blanquecina estaba perdido en la furia.