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Todos enredaron sus corazones al momento de cruzar el bosque, lo catalogaron como "portal mágico" y en cierto punto lo era. Kim Namjoon siempre disfruto la vida como sus padres la habían diseñado pero muy dentro de él, existía su propio mundo, uno donde podía cumplir sus sueños.
Meses después de la desaparición de su Hermano menor, Taehyung, experimentó muchas emociones al momento que llegó a ver la gran diversidad en la naturaleza de ese gran bosque, lo hacía sentir en casa, como si corazón perteneciera ahí. Recuerda claramente cómo cayó sobre un pequeño chico pelirosa que lo miraba de una manera extraña pero que amablemente brindó su ayuda, en otras circunstancias no hubiera dudado en pedirle una cita, lastimosamente aún faltaba algo para que su corazón se agitase con locura, o tal vez porque estaba tan enfocado en encontrar a Tae.
Cuando la puerta de aquella bonita cabaña se abrió no pudo evitar que su corazón se acelerara y supuso que era los nervios por encontrar a su Hermanito, la silueta del bello y alto chico se dejó ver, todo en su entorno se volvió borroso, mientras su mente aún no dejaba de observar al portador de tanta belleza.
Los recuerdos seguían tan frescos en su memoria.
Así como la primera vez que ambos sintieron esa conexión crecer, fue el último día que se verían, baja la misma noche y con los mismos sentimientos, para uno incomparable y para otro prohibido.
"La manada no acepta humanos"
Fue el primer pensamiento del Omega al sentir los gruesos y suaves labios amoldarse a los suyos.
"No me importaría ir en contra de las reglas si es por ti"
Aquel beso le había dado una fuerte valentía que esperaba nunca perder.
Desde ese momento, Kim Namjoon y Kim Seokjin habían escrito su nuevo presente, tal vez no como hubiera deseados la diosa Lunar pero solo ella podría darse cuenta si ambos eran capaces de soportar las adversidades y luchar por su amor.
Todos parecían estar en su propia burbuja que nadie se dio cuenta que corazón conocidos latían en la misma sincronía.
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