♡ 𝓡𝓸𝓬𝓲́𝓸 𝓭𝓮 𝓢𝓸𝓻𝓹𝓻𝓮𝓼𝓪𝓼 ♡

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 Las manos le temblaban, su sonrisa flaqueaba y un sudor frío bajaba por su rostro mientras esperaba sentado cerca de la mesa.

No había utensilio que no causara un estrépito en aquella cocina, desde tazas, platos, ollas y cucharones, el mayor podía escuchar la para nada armoniosa sinfonía en la que su inocente hermano estaba metido.

El olor de la comida siempre lograba abrirle el apetito, pero en esta ocasión hacía el efecto contrario, siendo una lástima juzgando la apetecible presentación de cada plato que estaba siendo servido.

Kyojuro era incapaz siquiera de tocar los palillos que tenía a su lado, por el contrario, el menor irradiaba un brillo que pocas veces manifestaba y que sería una lástima opacar.

—D-delicioso —expresó, con una mueca que trató de disimular al máximo, pero el contrario lo observaba, sus ojos le pedían las explicaciones que era incapaz de convertir en palabras.

Volteó su rostro para dar un rápido sorbo a su vaso con agua, —¿Por qué has hecho una cena tan... —Quedó mudo, pasando su mirada por la mesa tratando de sacar alguna descripción —¿excéntrica?

—Porque es una ocasión especial —explicó —¡Ya era hora que tuvieras una novia! —abordó con emoción, casi parecía que Senjuro estaba más feliz con la chica que su hermano

El mayor se sonrojó de inmediato, a ver; 

¿Era tan raro seguir soltero a su edad?

¿Cómo reaccionaría si le dijera que todo fue un malentendido? 

¿Qué platillo debería comer primero?No, eso no importa ahora...


—Es una lástima que se fuera —Se cruzó de brazos —,yo quería que ella probara esta comida para que se sintiera bienvenida

—N-no tienes por qué apurar las cosas —Le indicó —,ella y yo...no llevamos mucho tiempo...¡solo deja que todo fluya!

El niño alzó una ceja —Pero si tu no eres del tipo paciente; eres de los que pide matrimonio luego de dos citas —Kyojuro bajó la mirada.

La sala quedó en silencio al sentir unos pasos, lentos y pesados, asombrados, observaban a su padre desaliñado y maloliente asomarse por el marco de la puerta, su ceño estaba fruncido, pero en general sus expresiones eran más suaves que de costumbre

—Alguien por fin tiene su primera novia

—¡¿Cómo te enteraste!? —exclamó con la cara roja de la vergüenza

—Senjuro no para de chillar sobre eso; desde mi cuarto lo escuché

El menor desvió la mirada, mordiendo su labio inferior de la vergüenza por hacer tanto escándalo.

El adulto se acercó y tomó asiento al lado de su hijo mayor, lo miró fijamente por unos minutos antes de apoyar su codo en la mesa

—Tu y yo tenemos que hablar... —Miró a Senjuro para que se retirara —.Es hora de darte la charla

Kyojuro quería que se lo tragara la tierra.


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En una cómoda habitación, una azabache movía sus piernas al aire mientras escuchaba el repicar de su teléfono.

❊ Tú eres mi girasol ❊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora