♡ 𝓡𝓪𝓶𝓸 𝓭𝓮 𝓛𝓲𝓵𝓪𝓼 ♡

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 Todo a su alrededor desapareció, dos chicas se miraban en silencio mientras los demás compañeros se agrupaban hablando entre sí (la mayoría hablaba sobre el desastre que había hecho Shinobu ayer) aprovechando los escasos minutos antes de que el profesor llegara al aula.

Mitsuri bajó su vista y vio la bolsa en donde Kocho guardó los cuadernos y demás cosas para ese día, ella por su lado, había juntado sus cuadernos con los de su amiga, haciendo que el bolso pareciera un globo a punto de explotar.

Pero nada de eso le interesaba a las dos. Solo había un pensamiento en su mente que se había interpuesto sobre los demás.

«¿Por qué no me lo dijo?»

Una tragó grueso, la otra solo se resignó a dejar todo para después al escuchar los pasos del docente entrar al salón.

—Ten —Shinobu extendió el bolso a su propietaria —,al acabar esta clase...hablaremos —Así, se retiró a su respectivo puesto, dejando a una nerviosa Kanroji que sabía que las cosas se iban a poner serias.


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Las chicas ahora estaban sentadas en el césped, alejadas de los demás grupos para evitar terceros.

—¿Y bien? —Comentó Shinobu —¿Por qué no me dijiste que te gusta el profesor Tomioka?

—¿Y tú por qué no me dijiste que te gusta Rengoku? —Hizo una pausa—¿Quién es él? —cuestionó ladeando su cabeza, ocasionando que a la azabache le comenzara un tic en la ceja

Armada de mucha paciencia, le contó sobre el antiguo estudiante, al acabar, la de orbes esmeraldas chocó su puño contra su palma al dar con la descripción de su amiga

—¡Y es por eso que hiciste el alboroto del día anterior! —vociferó, como si hubiera descubierto el secreto del universo, la de puntas moradas mantenía la calma...de manera superficial, todavía le causaba vergüenza el recordar su rudo comportamiento del día pasado.

—¿Por qué una carta?

Hubo silencio por unos momentos, Shinobu jugó con el pasto en sus manos mientras formulaba una respuesta —Confesarse...no es tan fácil como creía, por eso decidí utilizar tu idea —susurró lo último, decepcionada de sí misma por no poseer la suficiente valentía para ir por la vía directa —¿Y tú? ¿Desde cuándo te gusta Tomioka? —cuestionó antes de que la otra dijera algo más.

El sonrojo no se hizo esperar en las mejillas de Mitsuri, balbuceó un poco mientras movía sus manos con frenesí antes de poder gesticular una frase comprensible

—¡Te juro que te lo iba a decir!

—Ya has dicho eso dos veces —Hizo una pausa—,pero no te preocupes —replicó con calma, tanta que sorprendió a la contraria —, comparto tu culpa, yo tampoco me atreví a ser sincera contigo...lo siento.

Irónicamente, era la de cabellos rosados la que estaba al borde del llanto, y en un acto repentino,la abrazó, —¡Las amigas están para perdonarse!No importa lo que pase —Los ojos de Shinobu se abrieron de la sorpresa, Mitsuri tenía un envidiable corazón de oro, acarició sus cabellos mientras la otra secaba sus lágrimas.

—Y t-también —expresó entre sollozos —, espero que me perdones por no habértelo contado antes.

Ella negó —No te preocupes...

❊ Tú eres mi girasol ❊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora