♡ 𝓐𝓰𝓮𝓻𝓪𝓽𝓸 ♡

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 Observaba el cielo desde el extenso jardín, no podía imaginar cuánto trabaja su hermano pequeño para mantenerlo limpio, el rubio agradecía su día libre y apreciaba los pequeños momentos para descansar.

Veía las nubes pasar con total tranquilidad, misma que le hacía falta, su mente era un embrollo y no sabía qué pensar de cierta chica que le gustaba.

FLASHBACK


—¿En qué lo ayudo? —dijo torpemente ante su profesor, el adulto no decía nada y eso lo extrañaba.

—¿Estás saliendo con Shinobu?

—Ah, sí —respondió incómodo, no era el contexto ideal para el tema.

—Eres un buen chico, no me gustaría decírtelo pero... —abordó, mirando el mostrador con los diferentes ramos.

—¿Perdón? ¿Decirme qué?

Tomioka lo observó, luego volvió a bajar la mirada.

—La verdad.

Rengoku rascó su cabeza, no le gustaba el misterio que le rondaba —.Disculpe profesor pero sigo sin entender a qué se refiere.

El mencionado señaló algo y éste comenzó su trabajo, en medio de su labor el mayor habló.

—La verdad sobre Shinobu, no es tan buena chica como crees...

Aquellas palabras lo alertaron, al punto que dejó lo suyo a medias para mirar a su antiguo tutor, no lo comprendía del todo, pero sus dudas se habían disparado.

—Deberías informarte bien antes de juntarte con ella, pero veo que ya es muy tarde.

El joven torpemente terminó el arreglo y se lo pasó.

—¿Qué es lo que debo saber? —Le preguntó, aunque estaba indeciso si debería conocer la amarga "verdad". Tomioka solo lo veía sobre su hombro, listo para irse de allí.

—Ella solo quiere jugar con tus sentimientos —Soltó, frase que cayeron sobre el otro como un balde de agua fría.

El azabache se retiró, dejando a su ex-alumno sumergido en desesperación, tuvo que sentarse unos momentos para analizarlo.


FIN DEL FLASHBACK


Cubrió su rostro con sus manos, todavía no hallaba qué hacer, la joven no parecía ser ese tipo de persona pero...al final, había algo que no le cuadraba.

Aunque ella actuaba con total naturalidad en su falso noviazgo, eso no lo podía hacer cualquier chica, no sin práctica.

Un escalofrío lo rodeó al imaginarlo.

«¿Todo este tiempo ella había jugado con él?»

Era creíble tomando en cuenta ese factor, pero no lo suficiente, ella se sentía tan real, tan feliz al estar juntos, no.

Había algo.

«¿O tal vez no?»

Kyojuro la estaba pasando terrible en la soledad de sus pensamientos, sin hallar salida a su triste dilema.

Se atormentaba pensando si algún día ella se aparecería con el semblante de los mil demonios a reclamarle, cosa que lo aterraba ya que no sabía qué decidir, ya que, a pesar de todo el amor que sentía hacia ella ciertamente las dudas habían cubierto parte del cariño que le sentía.

❊ Tú eres mi girasol ❊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora