Guerra declarada

2.2K 114 23
                                    

Mente de Thomas O’Brien
La había cagado en grande, y no me refería a Newt. Yo era el culpable de las decisiones que él había tomado y si tenía que alejarme de él para que fuese libre eso es precisamente lo que haría, dejé el departamento e intenté meterme en la cabeza la idea de dejarlo averiguar quién era realmente antes de volver a entrar en su vida.
Me fui a mi oficina y me senté detrás de mi escritorio, tomando entre mis manos uno de los ejemplares de MToday que habían sido publicados hoy. Fui a la página cuarenta y cinco y leí la garlopa que había escrito hace días atrás.

“Callar para conservar.
No hay forma de conservar algo hermoso si lo expones a los cuatro vientos. ¿Nunca te ha pasado que le cuentas a alguien algo que es muy importante para ti y luego, como por arte de magia, deja de serlo? La respuesta está en que por algo los mejores tesoros han permanecido ocultos. Son muy valiosos e importantes para que todo el mundo tenga acceso a ellos, y es porque no el cien por ciento de la población logra ver del todo su belleza.
La razón por la que algunas personas son muy reservadas o “misteriosas” no es porque intenten hacerse las interesantes (algunas sí), a veces sólo intentan esconder algo muy lindo. Algo que no puedes entender por qué es tan importante para él/ella.
Y si alguna vez oculté lo mucho que me gustabas (Newt) no fue por miedo, siempre estuve seguro de todo, es sólo que no quería que la gente te opacase. Me negaba a la idea de compartirte con el resto, a que los demás pusieran sus sucias manos sobre ti. ¡No puedo aceptarlo!
Nunca dejaré que nadie apague la luz que brilla dentro de ti, y sé que eres lo suficientemente inteligente para darte cuenta del por qué hice y dije ciertas cosas en su momento. Sé que entenderás todo lo que quise explicar porque nos merecemos mutuamente y podrás comprender a la perfección lo hermosa que es nuestra relación.

Arranqué la hoja y la rompí en cientos de pequeños pedacitos. Me arrepentía tanto de ser un garlopo miertero, escribiendo huevadas para alguien como él, y ahora quedaría como un idiota cuando la gente vea que somos rivales y que todo fue en vano. Aunque, para ser honesto, el primer sentimiento que tuve al ver la portada de MCity fue uno de alegría; se veía tan lindo con esa remera café y aquella camisa negra encima, y luego… ¡sólo exploté en rabia!
En parte la culpa es mía, no debí haberlo amarrado tanto a mí, eso sólo logró asfixiarlo. Aún tenía en la mente la imagen de él y Bryan sentados juntos en el sillón de nuestro apartamento, o sus ojos bien abiertos por el terror en el momento en que me puse a gritar. Me ponía mal recordar su voz crispada y ronca cuando le anuncié que lo dejaría solo… que lo abandonaría.
Las lágrimas fueron cayendo rápidamente por mis mejillas, sin dejarme opción de poder contenerlas; me sentía tan vulnerable y ahora nadie estaba a mí lado para consolarme.
Como si alguien hubiese visto mi sufrimiento y me hubiera querido ayudar, Sonya entró en la oficina y me ofreció un vaso con agua y azúcar, luego se sentó a mi lado para escucharme todo lo que quería sacar afuera, asintiendo con la cabeza y dándome suaves golpecitos en la espalda.
-¿Por qué eres tan garlopo, Tom? No puedes dejar que la relación se acabe por un estúpido trabajo-tomó un poco de aire, dejándome unos segundos para poder pensar en sus palabras-. Debes aprender a separar los sentimientos del trabajo o sólo empeorarás más las cosas.
-P-Pero…-tartamudeé.
-¿Quieres perderlo?-me cortó antes de que pudiera terminar de formular la pregunta. Miré al suelo, ¿quería perderlo?... me pregunté mentalmente.
La respuesta era obvia: no, no quería perderlo por ningún motivo, pero tampoco podía perdonarlo tan fácilmente.
-Tengo una mejor idea.
-¿Cuál?-le pregunté con interés.
-Comienza con “V” y termina con “enganza”.
-¡¿Venganza para Newt?!-exclamé sorprendido. Si bien lo odiaba mucho en este momento, nunca en la vida podría lastimarlo ni física ni psicológicamente. Sonya me pegó en la cabeza con su mano y suspiró con pesadez.
-No, shank. Hablo de vengarnos en contra de Bryan… ¿y qué mejor que ocupar MToday para hacerlo?-fruncí el ceño ante su propuesta y después de unos segundos, sin poder evitarlo, esbocé una amplia sonrisa-. Necesitamos una editorial…
-La tenemos-le respondí.
-Una mente creativa…-prosiguió la rubia.
-Nosotros dos somos la mente creativa-aseguré.
-Y, por último, mucha información sobre Bryan…
-De acueeerdo… puede que eso no lo tengamos-hice una mueca e intenté pensar en quién podría sernos útil con la información. A Sonya pareció prendérsele la ampolleta, porque alzó las manos muy arriba en el aire y sonrió con satisfacción-. ¿Qué? ¿Sabes de alguien?
-Si quieren jugar con fuego entonces seremos los encargados en quemarlos-algo en su mirada frívola me produjo escalofríos pero supe que no había nada de qué temar. Sería sólo una inocente broma de niños… o eso esperaba.
LA GUERRA SE HA DECLARADO.

Punto de vista de Newt
Pasé página por página hasta llegar a la columna que había escrito Tommy. Fui el tipo más bruto del universo ya que le pagué por un año de adelantado a la compañía de “Entregas MToday” para recibirla en la puerta de mi casa y tendría que aguantarme las ganas de llorar por ello. De pronto di con una foto mía en la página cuarenta y cinco justo al lado de las palabras de Thomas.
Leí en voz baja, conteniendo las lágrimas.
“Y si alguna vez oculté lo mucho que me gustabas (Newt) no fue por miedo, siempre estuve seguro de todo, es sólo que no quería que la gente te opacase. Me negaba a la idea de compartirte con el resto, a que los demás pusieran sus sucias manos sobre ti. ¡No puedo aceptarlo!”.
¿Por qué tenía que pasar todo esto? Si sólo lo hubiese sabido antes… el hecho de que él sólo intentaba mantenerme brillante como un diamante al hacerme permanecer oculto para que no me opacasen las demás personas.

Le respondí los mensajes a Brendon: Estoy bien. ¿Puedes decirle a Brenda que venga a verme ya mismo?
Ordené un poco el departamento y recibí a Brenda con un fuerte abrazo, haciéndola pasar a la sala.
-¿Qué te pasó, hombre?-me tomó de las mejillas y negó la cabeza con evidente tristeza. La arrastré hasta el sillón y nos hice sentarnos en el.
-Tommy se enteró que estuve en City y me ha abandonado.
-¡¿Te abandonó a tu suerte?!-chilló sorprendida, llevándose ambas manos a la boca. Jugueteé con mis dedos ya que no conseguía quedarme quieto de los nervios que tenía.
-No, claro que no. Sólo me ha dejado, ¿entiendes? ¡Ha terminado conmigo!
-¿Pero por qué no le dijiste que sólo querías hacer algo más que ver estas cuatro paredes?
-¡Eso fue lo que hice! ¡Se lo dije, pero él igual me dejó!
La castaña llevó su mano hasta mí cuello, atrayéndome a su voluptuoso cuerpo, me envolvió con sus brazos y susurró un par de cosas en mi oído. Mi celular vibró en el bolsillo de mis jeans y me apresuré en sacarlo de allí pensando en que podía ser Tommy.
-¿Sí?-contesté enseguida con la esperanza de que fuera él.
-Newt, soy yo… Bryan.
-Claro. ¿Qué quieres?-hablé con desgano.
-Pedirte disculpas y decirte algo.
-Disculpas aceptadas, ¿qué quieres decirme?
Brenda puso una cara muy graciosa, haciendo cuernos en su cabeza y fingiendo que yo estaba hablando con el mismísimo diablo. Esa chica estaba sin dudas del lado de Tommy.
-Ya que tú y Thomas lo han dejado… quería saber si…
-Mejor cállate, O’Conner. Él y yo no hemos terminado nada aún, ni siquiera hemos tenido una conversación civilizada.
La castaña abrió la boca sorprendida y se abrazó a mi brazo, colocando su cabeza sobre mi hombro.
-Pero… yo creí que tú y él. Bueno, ya está. Quería saber si quieres venir a la fiesta de todas formas.
-¿Hablas en serio? Porque si es así te patearé tu miertero trasero de crank. No puedes ser tan insensible.
-¡Eso, Newt! ¡Dale con todo!-exclamó Brenda, repentinamente molesta con la actitud del otro chico.
-¿Con quién estás en el departamento, Newtie?-me preguntó Bryan, confundido. Le tapé la boca a Brenda para que no hablara más y le respondí:
-Con nadie, tengo la televisión encendida.
-¿Y? ¿Vendrás a la fiesta?
-¡¿Por qué shuck eres tan insistente?!
-No me has dicho ni que sí, ni que no. Quiero una respuesta clara.
Brenda se acercó a mi oído y me dijo en voz muy baja: sé que no quieres ir por lo de Tommy, pero yo voy como pareja de Brendon y no quiero ir sola. Tampoco quiero defraudarlo a él. Di que sí y prometo cuidarte de este idiota.
Pasaron unos segundos de eterno silencio, el chico del otro lado de la línea respiraba con dificultad, como si estuviera estallando en rabietas.
-Vale, iré-le dije sin opción.
-No sabes lo feliz que me hace escuchar eso-me dijo con voz dulce, rodeé los ojos y luego me pregunté si Bryan realmente se merecía ser tratado así. Él me había defendido cuando Thomas me acorraló contra la pared y yo le pagaba siendo grosero.
-Te veo en la noche-le dije antes de cortar la llamada. Brenda me pidió disculpas por llevarme a decirle que sí y le dije que no había problema siempre y cuando cumpliera con su promesa de mantenerme alejado de Bryan.
-¡Te acompañaré hasta al baño de muchachos con tal de que no quedes a solas con él!
-Shank, eso sí que no es necesario-dejé salir una risita ingenua y me tiré hacia atrás, apoyando la espalda en el respaldo del sillón.

Eran las nueve de la noche y ya estábamos vestidos para ir a la fiesta. Habíamos pasado a la casa de Brenda para que se pusiera su vestido gris y para pasar a buscar a Brendon, que iba con jeans y una camiseta de color verde.
-Dime que no irás vestido así.
-¿Por qué no?-saltó él, mirándose de pies a cabeza. Yo sólo me limité a permanecer en silencio mientras los hermanos discutían sobre lo importante o no que era la ceremonia de bienvenida.
-Déjalo ir como quiera, Brenda. Yo encuentro que se ve genial-lo defendí.
-Gracias, tú te ves muy guapo también-me elogió con un guiño de ojos, pegándome en el trasero antes de cruzar la puerta de entrada-. ¿Nos vamos?-preguntó como si nada y asentimos con la cabeza al mismo tiempo. Sentí cómo mis mejillas ardían e intenté no hacer contacto visual con el rizado, todo con tal de que no notara lo tomate que parecía en aquel momento.
Cerraron la puerta a mis espaldas y caminaron detrás de mí por el pasillo que daba a las escaleras, bajamos los peldaños con Brenda al medio de ambos para ayudarla por los tacones de varios centímetros de alto.
Miré hacia abajo, observando que mi ropa era tan casual como la de Brendon. ¿Alguien irá a decirme algo malo por ello? Me pregunté con inseguridad y deseché ese pensamiento de inmediato si es que no quería llegar a la fiesta más deprimido de lo que ya estaba.

-Newtie, tu trasero está brillando-comentó el chico en voz alta, haciéndome enrojecer por segunda vez en menos de cinco minutos.
-¿Por-Por qué lo dices?-tartamudeé avergonzado.
-¡Qué mal pensado que sois los dos, par de ratas!-exclamó con gracia, metiendo la mano en el bolsillo de mi pantalón para sacar mi celular.
-Ahh…-dijimos Brenda y yo al unísono. Desbloqueé la pantalla y leí el mensaje que me había llegado.
1-Ya te extraño.
Era de un número desconocido y deduje que era de Bryan, suponiendo que fuese cierto lo que me había dicho en la mañana sobre esa garlopa de que me extraña a los cinco minutos de separarnos. Tecleé rápidamente una respuesta.
Voy en camino, le escribí muy cortante. No quería que pensara algo erróneo de nuestra relación de amistad.
Tomamos un taxi y le dimos la dirección de dónde sería el evento.
-¿Trabajan para Magazine City? ¡Me encanta esa revista! Me hace sentir como un chico de quince años cuando la leo-comentó el señor detrás del volante justo en el momento en que doblaba en una esquina. Los tres fingimos una amarga sonrisa, lo cierto es que los tres odiábamos MCity.
-En verdad sólo lo hacemos por necesidad o deber, no nos gusta la empresa, señor-respondió Brendon mirando por la limpia ventana del auto.
-¡Qué bien! Me sentía presionado a ser cortés. La verdad es que yo prefiero Magazine Today-se retractó de inmediato el hombre y no supe si decía la verdad pero me gustaría creer que sí.
Brenda asomó la cabeza por el espacio que había entre los dos asientos delanteros y levantó su dedo pulgar en forma de aprobación.
-Creo que seremos muy buenos amigos usted y yo, señor-le comentó con voz seductora. Brendon la jaló hacia atrás para que se comportara y volviera a su asiento pero la chica lo ignoró completamente.
-Me encantaría pero me temo que hemos llegado a su destino, señorita-le dijo de manera respetuosa, la castaña le entregó el dinero y bajó después de su hermano. Salí del vehículo y cerré la puerta, haciéndole una seña al hombre antes de que se marchara.
Ingresamos tomados de las manos para no perdernos de vista y abriéndonos paso entre toda la gente que estaba presente, la castaña se separó cuando ya estuvimos en la barra y pidió tres jugos naturales aunque Brendon insistía en que quería beber alcohol del fuerte para impresionar a una chica que ya tenía en la mira apenas cruzamos las puertas.
De la nada, Brendon metió su mano dentro del bolsillo trasero de mi pantalón, haciéndome sobresaltar.
-¡Se te está haciendo costumbre hacer eso!-le grité por sobre la música para que pudiera escuchar mi voz. El rizado rodeó los ojos y me mostró la pantalla de mi teléfono… era otro mensaje de aquel número desconocido.
1-Te estoy viendo
Miré a mi alrededor en busca de alguna persona que pareciera estar mandando mensajes, de pronto unas manos me tomaron por detrás y se posaron sobre mi cintura, haciéndome caricias por unos eternos segundos de incertidumbre. Por un momento pude sentir el calor de Thomas traspasándome la piel, pero Brenda me despertó de esa bonita ilusión; me tomó de la mano y me jaló a su cuerpo, separándome de la otra persona. Cuando ya estuve en frente de él intenté evitar hacer una mueca de disgusto.
-Bryan.
-Newt, luces bien-me sonrió de lado y le envió una mirada de odio a la chica, ésta mostró sus dientes en una brillante y linda sonrisa y ladeó la cabeza, colocándola junto a la mía.
-Tú igual, te ves impresionante-le dije sinceramente. Vestía completamente de negro a excepción de su camisa, blanca como la nieve. Sus zapatos relucían tanto que creí que podría ver mi reflejo en ellos pero alcé la vista inmediatamente para no parecer un baboso por el lujo que derrochaba.
De un momento a otro, me di cuenta de que esta era una de esas ocasiones en las que más extrañaba a Tommy.
-¿Ya pidieron algo de beber?-todos asentimos con la cabeza y Brendon alzó su mano enseñando su vaso con jugo de fresas.
-Vale, entonces yo igual pediré algo… ¿Qué sugieres tú, Newtie?
-Yo qué sé… ¿un vodka?-me rasqué la nuca con nerviosismo, la verdad es que nunca había aprendido sobre vinos, jugos, licores, o alguna de esas garlopas-. Y por cierto, evita decirme Newtie. No me gusta que me llamen así.
La verdad es que sólo me gustaba ese apodo sólo si venía de Thomas.
Un chico de unos centímetros de altura más que yo se acercó a ofrecernos algo para beber, como nosotros ya habíamos pedido, se dirigió solamente hacia Bryan.
-Un vodka-le dijo manteniéndome la mirada.
-Listo, en un minuto se lo traigo, señor.
El muchacho se marchó, haciéndonos un tipo de reverencia antes de desaparecer detrás de la barra. Nos quedamos hablando del éxito que habíamos tenido en venta a sólo un día de ser publicada la reciente edición y Bryan insistió en que yo tenía un talento para esto del modelaje, intenté no sonrojarme más de lo debido y tomé un sorbo a mi bebida para no tener que responderle nada devuelta. Escuchamos que se inició un tipo de discusión dentro de la cocina y nos volteamos a ver si había algún problema, entonces, un chico de gorra blanca salió de allí con una copa con vodka.
Nuestros ojos se encontraron y un escalofrío me recorrió toda la columna vertebral, mis piernas comenzaron a temblar descontroladamente y me obligué a sentarme en las sillas que estaban dispuestas para los invitados.
El mesero, que no era el mismo que nos había atendido antes, le entregó la copa a Bryan y me dirigió una turbia mirada de odio.
Era Thomas.
Me llevé una mano hacia la frente y respiré profundamente para no actuar de manera impulsiva. ¡Thomas estaba infiltrado en la fiesta! ¿Cómo podría tranquilizarme ahora, sabiendo que él estaba aquí? No podía, simplemente no podía. Lo peor de todo era que llevaba en el mentón una falsa barba rubia… un castaño con barba rubia, ¿cuándo se había visto eso antes? ¡¡Nunca!!
Thomas sonrió satisfactoriamente antes de situarse detrás de la barra, justo en frente de mí. ¿Y si le había puesto algo en la bebida de Bryan? ¿Y si le había echado veneno? Comencé a jugar con mis dedos para mantener la compostura y no quedar como un grandísimo idiota, mis piernas se movían de adelante hacia atrás de manera infantil y mis ojos iban y venían entre los dos chicos de mirada penetrante.
-¿Te ocurre algo? Tal parece que tienes hormigas en el trasero, no dejas de moverte sobre tu silla-me dijo Brenda al oído. Vi que Thomas le servía a una hermosa chica de larga y roja cabellera, mirándole con descaro sus enormes senos a la vez que le vertía el licor en su vaso.
-Sí, pareces que tienes hormigas-corroboró Brendon en mi otro oído, observando mi trasero con los ojos bien abiertos-. Estás bien dotado, ¿eh, Newtie?
-¿Me perdonan? Tengo que ir al baño-dije antes de ponerme de pie, caminando con rumbo fijo hacia la parte trasera de la barra.
-¡Newt, el baño queda para allá!-pude escuchar que Brenda gritaba a mis espaldas pero la ignoré para no levantar sospechas, después le diría que no me fijé por dónde shuck iba. Pasé junto a Tommy y lo tomé del brazo, apretándolo con suavidad.
-¡¿Pero qué te pasa?!-exclamó exaltado a la vez que intentaba soltarse de mi agarre. ¡Hasta la voz la estaba fingiendo! Lo arrastré por toda la barra, con él enterrando los pies en el suelo para hacerme más difícil mi trabajo. Lo empujé hacia dentro de la cocina y cerré la puerta a mis espaldas.
-¿Me vas a decir qué haces aquí?-pregunté furioso. En cierta manera, no había notado lo feliz que me había puesto al verlo. Thomas metió la mano en el bolsillo del delantal de mesero y sacó algo que parecía ser una cámara fotográfica, la levantó a la altura de su pecho y me enfocó directamente a la cara.
-Sonríe, Sangster-dijo con voz ronca, hice una mueca y él apretó el botón, cegándome por cinco segundos con el flash del aparato. Luego se puso a reír muy fuerte aunque no parecía estar muy feliz con la situación-. Aquí va de nuevo, Newtie. Pero ésta vez dame una gran sonrisa-apretó una y otra vez el botón, cada vez acercándose más a mi cuerpo-. ¿Ves? La cámara te adora.
Me mostró una de las fotos y lo empujé para que se apartara. A éstas alturas ya me tenía acorralado contra la puerta y no tenía intenciones de retroceder.
-Ya basta, Thomas. No seas infantil.
-¡¿Quéee?! No seas así, Newtie-dijo con notorio sarcasmo en su voz, hizo una larga pausa mirándome los labios desde abajo ya que él era unos centímetros más bajo que yo y luego añadió con rencor: “la cámara te ama, igual como te amaba la de Magazine City, ¡¿no es así, Newt?!”
Un diferente tipo de dolor se apoderó de mi corazón. Ese dolor que no es causado por una palabra, frase o persona. Estaba sufriendo por mi propia estupidez y sabía que me lo merecía por ser un maldito traidor.
-¿Me vas a decir por qué estás aquí? Que yo sepa… tú no estás en la lista de invitados.
Thomas se echó a reír y me dijo.
-Tenías que ser un garlopo miertero, ¿acaso te parezco que vengo de invitado?-señaló su delantal y miré hacia el suelo. Pocas veces me había sentido tan humillado como ahora.
-¿La barba y el bigote vienen con el uniforme de trabajo entonces?-le solté enfadado y el castaño apoyó sus manos a los costados de mi cuerpo pero sin tocarme un solo centímetro, luego comenzó a acercarse lentamente. Tocó mi piel con la punta de su nariz, haciendo que su respiración me hiciera cosquillas sobre el cuello pero no hice nada por quitármelo de encima. ¡Es más! Quería que me tocara, que me abrazara, que me dijera lo mucho que me quería.
-V de venganza-me dijo a un centímetro de mi oído, casi rozando mi oreja.
-¿Ah?-abrí los ojos de golpe, no me había dado ni cuenta en qué momento los había cerrado.
-Eso. V de venganza-aseguró formando una sonrisa con sus rosados labios.
-¿Qué? ¿Te crees Natalie Portman?-levanté una mano para acariciar su mejilla. Me moría de ganas de besarlo.
-Ahora te ríes, pero luego no te parecerá tan gracioso…-apoyó su frente sobre mi pecho, escondiendo su cara en la tela de mi ropa... como si me necesitara tanto como yo a él. Envolví su cuerpo en mis brazos y lo apreté muy fuerte; ya no quería soltarlo nunca más. Thomas levantó la cabeza y me miró directamente a los ojos, invitándome a besar sus labios, tomé la iniciativa y le di un beso en la mejilla. Sin despegar los labios de su piel, comencé a avanzar lentamente, haciendo un camino húmedo hasta su boca, pero antes de llegar hasta allí él se separó abruptamente.
-¿Por qué…Tommy?-fue lo único que logré pronunciar por el gran nudo que se había formado en mi garganta.
-Lo mismo me pregunto yo, Newt… ¿Por qué?-sus ojos se llenaron de lágrimas por primera vez en todo este rato y me hizo a un lado, salió por la puerta hacia donde estaba la barra del local y me dejó allí en la cocina… solo.

Continuará...
Gracias larcha por el dibujo -aunque no lo hayas hecho tú- está hermoso. Amor eterno a ti, Kiara H.
*     *     *
¿Qué pasará en la fiesta con: Newt, Thomas, Bryan, Brenda y Brendon? ¿Cuál será la venganza de Thomas?

Examen de Recuperación (2da Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora