Creo que lo último que escuché antes de perder en un cien por ciento la conciencia fue un "te sacaremos de aquí".
Mi yo interior gritaba y pataleaba por luchar, por hablar, por hacer un mínimo de esfuerzo en pedir que lo ayudaran a él, pero no pude salir de mi aturdimiento.
Luego sentí el vacío, mil veces peor que cualquier cosa que hubiera sentido antes. Era como estar en la oscuridad, ser parte de ella. Era huir eternamente y no encontrar por ningún lado un rincón, una pared en la cual refugiarme. Estaba solo y lo sabía perfectamente bien. Entonces un recuerdo vino a mí.
Tenía aproximadamente doce años y estaba sentado en mi escritorio con mi perro Bobby escondido entre mis piernas y la mesa. Zart estaba junto a mí y se reía como si estuviera respirando gas de la risa.
-¿Qué te pasa? -le pregunté confundido mientras acariciaba el pelaje de mi pequeña mascota.
-¡Míralo! Es lo más mono del universo -señaló a Bobby, quien le movía la cola y sacaba la lengua constantemente para lamerle la mano.
Negué con la cabeza y sonreí estúpidamente. Entonces apareció él... Thomas. Traía una pelota bajo el brazo y su mochila colgando de los hombros.
-¡Guau! -ladró Bobby, mostrando los dientes al verlo pasar a pocos metros de mí. El salón estaba medio lleno y faltaban compañeros por llegar, pero por suerte aún era temprano.
O'Brien se dio media vuelta y miró hacia todos lados para ver de dónde provenía semejante ruido. Mi perro volvió a ladrar, llamando la atención del castaño, quien se acercó en una fracción de segundo, dejando su pelota en el piso.
-¿Es tuyo? -me preguntó son una amplia sonrisa. No le respondí nada, solo asentí con la cabeza y dejé que él lo acariciara-. Es muy bonito. Se parece a ti.
Levanté la cabeza, sorprendido, y Zart imitó mi acción. ¿Habíamos pensado en lo mismo? Thomas acaba de decir que mi perro era bonito y que se parecía a mí. ¿Debía tomarlo como un cumplido?
-Yo... yo... -tartamudeé. Thomas notó mi nerviosismo y se adelantó en decir.
-Quizás qué rollos te estarás pasando, Sangster... Solo quise decir que tenían el mismo pelaje, sabes, los dos tienen pelo claro.
-Qué divertido eres, O'Brien, pero no estaba pensando en nada más.
Bobby le lamió la mano y lo maldije por dentro. Perro tonto. Aliándose con el enemigo. Tenía ganas de gritarle ¡Ataca! ¡Ataca! Pero sabía que el muy garlopo solo atinaría a moverle la cola y a hacerle gracias.
No sabía a qué venía mi desagrado por él, pero así era. No soportaba compartir mi aire con Thomas y creo que se debía a que él era muy sarcástico con todo. Siempre se la vivía molestando al resto y la verdad es que sus bromitas no se me hacían para nada graciosas. Todo el curso se reía de lo que decía, mientras que yo rodeaba los ojos e intentaba volver a concentrarme en la clase.
-¿Se supone que tu objeto favorito es una pelota? -le pregunté para ser un poco más amable. Thomas levantó la mirada hasta que sus ojos se encontraron con los míos, provocándome un leve rubor en las mejillas.
-Ah, sí. Lo cierto es que se me olvidó preparar la exposición así que solo tomé lo primero que encontré. Ya pensaré en algo que decir -me sonrió tan sinceramente que se me hizo imposible odiarlo. Pero seguía detestándolo, eso no cambiaría nunca.
Zart, que se había mantenido todo este rato en silencio, abrió la boca para decir:
-Hum, creo que el profesor llegó.
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Examen de Recuperación (2da Temporada)
FanficSegunda temporada de "Examen de Recuperación". . . No se lo esperaban, ¿eh? Final de la primera temporada: -No más números por el resto de nuestras vidas, por favor. -No más números. Prueba de Recuperación: PASADA. ¿Pero qué pasaría si... Thomas le...