El chico del apartamento 113 ✔️

16.° Niñeros & reencuentros º

Había pasado más de un mes desde la fiesta de Halloween y de aquella mágica noche donde tuve mi primera vez con mi Jungkookie la cuál sin duda esta grabada en mi memoria.

Muchas cosas han cambiado desde entonces tal y como Tae y yo dijimos unos días después Hobi y Yoongi nos dieron la bueno noticia de que eran oficialmente pareja, cosa que nos hizo muy, muy felices la dulzura de Hobi encajaba muy bien junto a la actitud un tanto fría de Yoongi, pero ambos eran tan lindos juntos y más cuando se estaban dando nunca pensamos ver a nuestro amigo siendo cariñoso a esos niveles.

Tae como siempre no perdía la oportunidad en molestarlo al decirle "Es un milagro, si tiene corazón" o "el muñeco de hielo se está derritiendo ante ese dulce sol" cosa que ponía molesto a Yoongi, pero se vengaba diciéndoles también cosas acerca del maestro Jin quien por cierto ahora tenía un tipo de relación con Tae solo que prometimos no decirle a nadie acerca de ellos.

Eso tenía a Tae demasiado feliz al parecer todo con él iba muy bien y según nos había dicho que habían tenido un par de citas para conocerse mejor y que sin duda ahora que lo conocía un poco más ya estaba más enamorado de él además de que le regalo un Pomerania negro con café al cual llamó Yeontan, nos dijo que estaba demasiado feliz al punto que hasta lloró cuando en una de sus citas, Jin saco un caja que contenía al pequeño cachorrito con un lazo rojo según había visto que Tae miraba fotos de aquel tipo de perrito y decidió adoptar al lindo cachorrito que ahora se encargaba de iluminar los días de Tae.

Estaba tan feliz por mis amigos pues no había nada mejor que verlos felices y enamorados.

En cuanto a mi las cosas con Jungkookie iban de maravilla al punto que técnicamente vivíamos juntos era rara la vez que él estaba en su apartamento, la mayoría de sus cosas personales estaban aquí en el mío y era la persona más feliz de tenerlo junto a mi además de que desde aquella vez cuando dejé de ser virgen él y yo habíamos tenido muchas veces más sexo y era jodidamente fabuloso al parecer la práctica nos ayudaba a que cada vez fuera mejor y amaba estar gimiendo en voz alta mientras estaba en sus fuertes y tatuados brazos tal y como lo estamos haciendo justo ahora.

—Ahg...eres tan delicioso todo tu patito — gemía Jungkookie en mi odio mientras dejaba besos por mi cuello cada que daba una fuerte estocada.

Estaba pegado a la fría pared del baño gimiendo sin importar que aunque se suponía que solo nos íbamos a dar una ducha, pero tenerlo a él frente a mi desnudo con sus perfectos tatuajes en los cuales el agua se desliza por ellos es demasiado para un débil como yo así que no me culpen por lanzarme a él y comenzar un erótico beso que termino conmigo pegado a la pared mientras su pene llega a lo más profundo de mi y es demasiado bueno.

—¡Si! Justo ahí Jungkookie...aghgg.... — gemía al sentir las fuertes estocadas las cuales me llevaban al paraíso y es con mi conejito todo era demasiado bueno.

Estaba a nada de tener mi orgasmo que hasta mi espalda se encorvó ante tantas magníficas sensaciones que me hacía sentir, sus fuertes manos estaban aferradas a mi cintura y sus calientes besos en todo mi cuello y hombros me tenía disfrutando de todo con los ojos cerrados pues estar en su fuertes brazos era lo mejor.

Minutos después sentí mi fuerte orgasmos apoderarse de mi para poco después sentir como era totalmente llenado por Jungkookie y era tan maravillo, en cuestión de segundo me dio la vuelta y comenzó un apasionado beso que calló nuestros fuertes gemidos.

—Eres mi más grande adicción, patito — soltó cuando terminamos de besarnos por falta de aire.

Lo volví a besar en respuesta a pesar de que apenas estaba recuperando el aliento, pero sus labios sabían tan bien que no quería despegarme.