°•5._ Benditas sean las galletas Oreo •°

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Los días siguieron pasando igual en la vida de Jimin quien desde aquella vez que se encontró a Jungkook en la entrada cuando venia riendo con Jake, ya habían pasado tres semana y no es que las contara, bueno a quién intentaba engañar si las había contado.

Ahora parecía ser que Jeon era él que me estaba evitando porque por más que intentaba encontrármelo nunca lo hacía.

Las cosas en la escuela seguían siendo normales y seguíamos teniendo esas maravillosas horas libres en vista que al parecer aun no encontraban a un maestro suplente para esa materia y no nos podíamos quejar.

En cuanto a Jake últimamente casi no lo había hablado, ni vistos debido a que estaban haciendo ya sus servicios médicos en diversos hospitales de la ciudad y no les quedaba mucho tiempo libre, y no podía negar que si lo echaba de menos pues le tenía bastante cariño.

Un par de días después había decidió ir a supermercado a comprar algunos comestibles que me hacían falta y aprovechando que tenia la tarde libre de tareas decidí ir de una vez.

Tenia en mi carrito todas las cosas que necesitaba y estaba a punto de irme cuando pasé por el pasillo de los dulces y por más que quise pasar de largo e ignorarlo no pude y termine echando diversos tipos de snacks ahora lo único que me faltaba era agregar esa deliciosa caja de galletas oreo aunque para mi mala suerte estaban en una repisa bastante alta, ¿Acaso no las pueden poner más abajo? Pensé enojado, por más que me pusiera de puntitas no lograba alcanzarlas, estaba a punto de darme por vencido y de irme sin mis galletas preferidas cuando sentí a alguien a mis espaldas estirar su mano y tomar la caja.

Yo inmediatamente me volteé para ver quien era y vaya que error pues al hacerlo quede casi enfrente al pecho de un chico bastante alto a quien al mirarlo a la cara me di cuenta de que era Jeon.

Omg! Estaba demasiado cerca de Jeon que sentía que en cualquier momento me podría desmayar, sin duda todo esto era mucho para mi pobre corazón porque sí a pesar de regañarme a mí mismo infinitas veces acerca de no hacerme ilusiones con Jeon parecía ser imposible no podía evitar pensar en él o ponerme nervioso.

Yo estaba seguro de que en esos momentos debía ser todo un tomate pues sentía mi cara caliente, sin duda odiaba ponerme asi de sonrojado y nervioso cada que estaba cerca de Jeon, lo peor de todo era que él se había dado cuenta de mi estado.

-Oh…Lo siento Jimin no fue mi intensión asustarte es solo que te vi y vine a ayudarte. – Soltó dándome una de sus preciosas sonrisas que extrañaba tanto ver.

-Gracias Jeon y no te preocupes tú y tu altura fueron de mucha ayuda para mí.

-Me alegra mucho escuchar eso.

-Desearía tener tu altura asi mi vida sería mejor – murmure bajito con la intención de que no me escuchara, pero al parecer si logró oírlo – genial siempre ponen música en los supermercados y ahora que me hubiera sido de mucha ayuda no había nada.

-Sabes no necesitas tener altura para que todo sea mejor, recuerda que los mejores perfumes vienen en envases pequeños. – soltó de la nada tomándome por sorpresa.

-Basta Jeon, solo dices eso porque tu si eres alto. – Le respondí poniéndome aun mas nervioso y sonrojado de lo que estaba.

¿Acaso este hombre quiere matarme? Enserio necesito que deje de ser asi de lindo y amable conmigo porque eso solo hace que me ilusione más y más con él y algo en mi me dice que terminaré con él corazón roto.

-Pero preferiría ser asi de adorable como tú y lucir siempre bonito en vez de ser alto.

Ven a o que me refiero asi uno por más que quiera no puede avanzar. Me tenia tan nervioso que ni recordaba como hablar, pero al parecer él decido hablar antes que yo y enserio se lo agradezco.

El chico del apartamento 113 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora