ÁNGEL DEL DESTINO | Giovani dos Santos |

JUGADOR DEL AÑO

Avanzar en la vida fue muy difícil... Había días que el espejo me recordaba todos mis defectos y todo lo que había vivido, entonces, ese día tenía que comenzar de nuevo. Y así, un día a la vez.

Giovani ha estado siempre para mí, sin ningún pesar, él me ayudaba a no faltar a mis citas con el nutricionista y el doctor, y la terapia incluso nos había hecho una pareja más estable, tranquila y feliz. Él estaba más tranquilo y enfocado en su trabajo, las lesiones ya no lo consumían tanto emocionalmente, y trabajaba muy duro en cada recuperación; la afición lo quería mucho, y aunque lamentabamos que en México no fuera así, estaba dando lo mejor de sí en su Club.

Sin embargo, cada día seguía siendo tormentoso para mí, pues a pesar de estar en tratamiento, no sabía si mis fantasmas me iban a dejar sola algún día, pues a veces, me las ingeniaba todavía para ayunar o usaba laxantes para depurarme. Pero lo intentaba, y cada día me convencía más de que el amor todo lo puede.

Nos encontrábamos en el estadio. Los Ángeles Galaxy se jugaban la final de la temporada regular contra Toronto FC, el equipo más fuerte del torneo.

El trabajo... Bueno, me gustaba mucho lo que hacía, disfrutaba compartir mi pasión con mi novio, y mostrarle al mundo lo maravilloso que él era; pero sin duda, no era un buen lugar para mí, mis compañeros seguían ignorandome, los convivios y juntas eran algo que a menudo me provocaban crisis de ansiedad, pero me había encontrado con la mejor versión de Christian, siempre me ayudaba y se preocupaba por mí, estaba al pendiente de mis dudas y cuando algo me salía mal, sus observaciones en realidad me ayudaban a mejorar mucho más, siempre tenía tacto para hablarme y estaba segura que sin él, el equipo de digitales del Club no funcionaría tan bien.

- Cuando termine el partido corres al pasillo de los vestidores. -Indicó Christian tomando mi hombro.

-¿No estarás aquí? -Me aterré al darme cuenta que me tocaba más trabajo por hacer, y que él siempre me ayudaba.

Negó. -Pero tu tranquila. Cuida los detalles que hemos ido trabajando. -Me miró directamente a los ojos. Sus ojos verdes que tanta paz me daban. -Confío en ti. -Me regaló una sonrisa y palmeo mi espalda.

Eso había sido todo para que yo me sintiera más tranquila. Comencé a conectar todas las pantallas y computadoras, estaba al pendiente de las indicaciones.

Mensaje de Christian:

Sal al campo rápido.
Corre.
Corre.
CORREEEEE.

Mi corazón se aceleró demasiado, pues aún faltaba mucho para el calentamiento. Tomé el celular, la tablet y una cámara y salí corriendo al campo.

-¿Qué pasa? ¿Todo bien? -Pregunté acelerada.

Asintió. -Premiarán a dos Santos. -Dijo calibrando una de las cámaras.

Mi corazón comenzó a latir más rápido y mi cerebro se quedó en shock. -¿QUÉ? ¡¿CÓMO?!

-Nos acaban de avisar. -Dio unos disparos. -Pendiente con las fotos, y graba unas historias. -Me explicó hasta dónde me podía acercar y a quienes tenía que mencionar.

Dió inicio una pequeña ceremonia y yo no entendía absolutamente nada, pero si yo estaba emocionada no quería imaginar cómo estaba Gio.

Se entonó en himno de los Estados Unidos y se anunció la final,  dieron un discurso sobre los equipos y jugadores.

Finalmente, le dedicaron unas palabras a Giovani, y lo nombraron JUGADOR DEL AÑO.

Me quise soltar a llorar, pero no podía dejar de estar al pendiente de las cámaras.