GIOVANI DOS SANTOS

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- Tienen cinco minutos para volver. -Ordenó Barro después de bajar todo el equipaje.

Cada quien tomó sus maletas y la llave de su habitación y nos apresuramos para volver cuanto antes. Era ley que Giovani y Vela siempre tardarían más por quedarse a juguetear o platicar entre ellos.

Todos subieron, Giovani y yo íbamos al final, riéndonos de sus bromas simples y de sus comentarios espontáneos. Tomó mi mano y me indicó que caminaramos de puntitas, porque según él, así pasábamos desapercibidos.

"Giovani"... Nombró una voz chillona detrás de nosotros. Se quedó helado, paró en seco y un color blanquizco lo inundó.

Soltó mi mano y nos giramos al mismo tiempo. Las piernas me flaqueron mientras mi corazón se rompió en muchos pedacitos.

Él dibujó una sonrisa en su rostro y los ojos le brillaron un poco más... Teníamos frente a nosotros al gran amor de su vida.

- ¿Qué hay? ¿Cómo va todo, Beli? -Cuestionó mientras dejaba un beso en su mejilla y le brindaba un abrazo fugaz.

- He venido a dar un show acá. - Le respondió sonriente. Y para qué mentía, era guapísima. - ¿Y tú, qué tal?

Lo miré atenta, pero estaba claro que ahí yo salía sobrando, ni siquiera existía. - De vacaciones, con mis hermanos.

Un nudo en la garganta me atacó, y deseé que me mirara y me reconociera como lo que soy, su novia. Sujeté más fuerte mis maletas y aún con el peso de estas, sentía mis manos temblar rápidamente.

Diego bajó junto a su novia y nos miró fijamente, en automático supo que necesitaba ayuda. - Con permiso. - Dijo y tomó las demás cosas.

Giovani los presentó. Y yo seguía esperando a que recordará que existía, pero fue en vano.

Caminé junto a Reyes a mi habitación, sin antes escuchar un bufido por parte de su novia.

Subimos en completo silencio. Dejó las cosas sobre la cama.

- Quiero irme. - Sollocé. - Ya no soporto un día más así. - Un par de lágrimas comenzó a recorrer mi rostro.

Resopló fuertemente, pero no respondió algo.

- Puedo soportar la situación con Gissell, y puedo confiar en él. Pero no con ella... Que no solo es extremadamente hermosa... - Me miró atento. - Ha sido su gran amor.

Se acercó y me abrazó con mucha fuerza. - No te hagas ideas, mejor háblalo con él.

- No hay nada que hablar... - Sequé mis lágrimas. - ¿No viste como la miraba? Se quedó sin aliento cuando escuchó su voz.

- Es cierto que ellos fueron su mejor historia, pero no lo sabes todo, no creo que él quiera eso de nuevo en su vida...

Giovani entró a la habitación. Su gesto era totalmente diferente al de unos segundos antes. - Reyes, vete por favor. - Ordenó.

Dejó un beso sobre mi cabello y salió furioso.

- Y por favor, no quiero que estés junto a ella. - Los dos lo miramos mal, pero ninguno respondió. Diego terminó por salir.

Entré al interior de la habitación seguida por él.

- No tienes porque correr a sus brazos cada que quieras llorar. - Dijo bastante molesto.

Lo miré mal. - Ya te he dicho que no puedes prohibirme nada, mucho menos estar cerca de alguien.

- Entiende por favor que él es un aprovechado, que solo está esperando el momento para meterse entre nosotros.

ÁNGEL DEL DESTINO | Giovani dos Santos |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora