10.

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Alcance a Raine cuando quiso salir al patio, la tomé del brazo y ella sólo se detuvo en seco. Oí un suspiro proveniente de ella, no apreté mi agarre ni nada de eso, simplemente la detuve y cuando vi que se quedó ahí sin darme la cara la solté, tardo unos segundos en girarse hacia mí, pero cuando lo hizo sus ojos estaba rojos, se notaba que estaba aguantándose las ganas de llorar, era lo menos que quería en este momento, quería que estuviera bien, que sonriera como toda la mañana lo había estado haciendo.

— ¿Cuál es su problema, eh? —su voz era forzada y quería sonar dura, pero era un intento inútil, porque se le termino quebrando al final.

— No le hagas caso, él es así. —trate de consolarla.— Tranquila, no pasa nada, estamos bien. ¿No? —ladee la cabeza y le di una sonrisa ladina.

Ella derramó una lágrima, rápido se la limpio y sonrió triste.

— Es un cretino tu hermano, perdóname. —finalmente sonrió con ganas.— Pero es la verdad.

— No te preocupes, Aarón es algo.. amm, especial, no le hagas caso, así es su manera de ser.

— Nunca he entendido porque le caigo tan mal. —se recargo en la pared y desvió la mirada por unos segundos.— No le he hecho nada para que me trate así.

— Su manera de ser es muy pesada, no es nada personal.

— ¿Que te hizo? —me pregunto después de unos segundos de silencio.— Los dos estaban furiosos, pero más tú.

— Mmm.. él tarado rompió mis cigarrillos.

Ella río por lo bajo y el color rojizo en sus ojos fue desapareciendo poco a poco.

— Ya decía yo.. —se limitó en decir.

— Pero bueno, tú sigue ayudando a las chicas con lo que falta, yo iré con Aarón y en un rato las ayudaré. —ella asiente y da un paso a mi lado.

— Gracias. —susurro y con eso tomó su camino a la cocina.

Ver qué Raine se ponga mal por cualquier cosa hace que quiera protegerla hasta de mi torpe hermano, ella es tan delicada que me preocupa mucho, no quisiera que un día de estos se sienta tan mal que termine haciendo cosas que no debería hacer. Regresé a la sala y para empeorar las cosas Aarón ya no estaba solo, esperaba que estuviera con él cualquier persona, pero no ella. Ella vestía de pantalón, blusa manga larga gris, botines y traía su cabello suelto.

Itzamara.

Ella estaba aquí.

Con ella tenía más de un año de relación, las peleas entre ella y yo son constantes, no es para nada igual a mí, somos muy diferentes, de hecho. No sé cómo hemos sobrevivido todo éste tiempo, supongo que le he encontrado el modo, ella también es muy inestable, pero no de la misma manera que Raine, ella un momento está feliz, otro está molesta y al otro puede andar toda ida, no sabía que vendría aquí, ni siquiera le dije nada a ella de que vendría con los chicos, pero como deje mi teléfono en el auto seguro me marco y le terminó hablando a Ariel, él siempre le dice lo que ella quiere saber porque no le gusta las batallas con Itzamara, no lo culpo, discutir con esa mujer es todo un fastidio.

— Y ahí está él. —Aarón dijo en cuánto me vio.

Itzamara se encamino a mí y besó mis labios, aunque el contacto de sus labios con los míos era algo normal entre nosotros, por alguna razón esta vez no se sintió igual, es decir. Con ella estoy desde hace tiempo, pero simplemente al momento de pasar tiempo juntos no siento nada, mis hermanos dicen que no soy digno de sentir cosas, pero están equivocados, de eso estoy seguro.

— ¿Por qué no respondías mis llamadas, ah? —me pregunto apenas separarse de mí.— Te estuve llamando como loca todo el tiempo, me preocupe por ti.

¡Déjame En Paz! ✔️ [Saga Silence #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora