20.

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— ¿Qué dices? —le pregunte, incrédula.

Seguramente había escuchado mal, seguro que así fue. No creo que la exnovia de Arnold haya hablado cosas de mí, ni siquiera me conoce, sólo nos hemos visto una sola vez y no hay razón para que se haya expresado mal de mí. Estoy consciente de que tal vez haya sentido celos por haber llegado con Arnold aquella mañana, pero no había pasado más, aparte de igual forma no tenía por qué decir cosas, no hay razón, no hay excusa para eso, simplemente no la hay y no me explicó que pasó para que sucediera.

Arnold está donde mismo, seguimos sentados en la cama de Bethan, él no dice nada, sólo dejó hace segundos su malteada en el suelo y desde ahí no ha dicho nada más. Es como si me diera tiempo de procesar sus palabras, pero la verdad no termino de procesarlas, que yo sepa no tengo ningún problema con Itzamara, osea si me gusta su chico, ahora su exnovio, pero no hice nada, de eso estoy más que segura.

— Mira, Raine. —él toma mi malteada y la deja donde está la suya.— Hay algo que debo decirte.

No pude evitar sentirme nerviosa. Arnold era serio, pero esa faceta de chico sin sentimientos había desaparecido conmigo desde hace tiempo, era extraño que volviera a eso si ya nos conocíamos tan bien.

— Entonces habla, porque estás asustándome. —notó como traga y se pasa las manos por la cara, incluso creo que está sudando.— ¡Háblame pues! —lo presionó.

Siento como si algo estuviera mal, la expresión de él es una diferente a la de las demás. Ahora está mucho más serio que otras veces, sus ojos cafés intensos no encuentran los míos por más que yo busque su mirada, él evita verme a la cara y sólo mira a todas partes de la habitación. Comienzo a asustarme la verdad, espero que no sea nada malo relacionado con nosotros porque entonces ahí si estaría mal.

— ¡No me presiones, mujer! —exclama levantándose, pero yo no puedo quedarme sólo con esto.

Así que me pongo de pie y me paro frente a él. Enseguida él me da la espalda y vuelve a pasarse las manos por la cara hasta terminar de pasárselas por la nuca.

— ¿Qué está pasando? —pregunto tratando de calmarme, aunque es inútil.— Arnold, por favor, dime algo.

Le insistí, pero él sólo seguía dándome la espalda, no quería presionarlo. Pero, necesitaba saber que pasaba, no podía sólo dejarlo asi.

— Dame chance, Raine. —pide más en murmuro.

— Mmm.. —ya comenzaba a molestarme.

Él había dicho que su exnovia hablo mal de mí, pero ahora no quería decirme más. Eso me molestaba, me molestaba que las personas dejarán las cosas a la mitad, era como dejarme con la duda y eso no me gusta, quería saber porque había hecho esa chica. Quería saber porque Arnold se había puesto así, parecía que había entrado en un trance de nerviosismo, pero si no me decía nada no podía ayudarlo, aparte ya estaba molesta, si quería hablar ya lo hubiera hecho, cuando él quiere hablar y yo no de todas formas lo escucho, pero al parecer él ahora no piensa hablar, así que bueno. Tampoco le voy a estar insistiendo todo el tiempo, solamente no saldremos y ya, hasta los ánimos de salir se me fueron por todo esto.

Vuelvo a sentarme en la cama y sacó mi teléfono para entrar a mis redes sociales, hace mucho que no las reviso, veo que tengo mensajes de amigos de California que hace mucho no veo, pero sólo abro uno de una amiga, ella es Mitzy, hace años que la conozco, pero desde que llegué a Artois me desafane de todos los de California, ni siquiera a mi tío o a mi primo les hablo, siento como si fuera a quitarles el tiempo, así que mejor no los molesto.

¿Cuando vas a regresar?
Te dije que la universidad de aquí era mejor que Artois.

Al menos contéstame.

¡Déjame En Paz! ✔️ [Saga Silence #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora