13.

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Las siguientes rondas pasaron muy rápido, gane dos veces. Ya me sentía un poco más liberada que hace rato, pero creía que todavía no estaba borracha, no quería terminar como en el club. Los chicos y yo seguíamos jugando, pero yo ya me había aburrido, tenía más sueño que nada, quería irme a dormir, ocupaba descansar, sino me quedaría aquí dormida, pero Violetta y Hellen no me dejaban levantarme, ellas ahora estaban a mi lado, decían que era demasiado temprano para ir a dormir, creo que era como las once, llevábamos ya un buen rato jugando lotería, así que tal vez eran once y pasaditas. Arnold ya no volvió al estudio, él sólo se fue sin decirme nada y vaya que me dejó pensando, que yo sepa no había hecho nada malo, todos empezamos a jugar tranquilos, me sorprendía su acción, pensé que al final de todo volvería, pero nunca lo hizo. No volvió y aunque no me sentía incómoda aquí con los chicos, tampoco me sentía del todo bien, más porque cuando yo me enojo o me siento mal él enseguida me busca, en vez de haberlo seguido sigo aquí aplastada bebiendo de una botella, de verdad que soy una mala amiga, joder.

— Vuelve a jugar, Raine. —insiste Violetta, Eddie es quien saca las cartas mientas que él junto a los demás beben.— Sigue siendo divertido.

— Era divertido al principio. —le digo abrazando la botella contra mí.— Ahorita ya es aburrido, ya no le encuentro chiste a jugar.

— Lo mejor se viene cuando las rondas terminan y nos ponemos de pie. —Hellen bebé un trago y grita.— ¡Cuatro esquinas! —toma una botella y bebé de ella como si fuera agua.

No la culpó, los primeros tragos me supieron a culo. Luego de eso el mal sabor se me fue, ahora no siento que mi garganta haga pucheros al sentir el tequila, me siento tranquila a pesar de todo. Es decir, no me siento mareada como pensé que estaría.

— Sigo sin entender.. —alargó la última palabra.

— Ahora que terminemos esta ronda verás. —Ariel se bebé un trago y toma su carta dejando los caballitos caigan a la alfombra, obvio todos vacíos.— ¡Lotería! —exclama emocionado. Toma la botella que tenía Hellen y se la empina bebiéndose todo el tequila.

— Joder, te has acabado todo. —le reprocha Eddie.

— Raine aún tiene. —Bill señala la botella entre mis brazos, pero yo rápido niego.

— Esta es mía.

— ¡Comparte! —la morena hace pucheros, pienso en si darle un poco o no y cuando me decido no le doy nada. Niego rotundamente.

— Afuera hay más, no se peleen. —Violetta me guiña un ojo y trata de ponerse de pie, pero falla y vuelve a caer de culo contra el cojín.— Joder, creo que engorde. —maldice volviéndose a levantar, pero vuelve a fallar.

— Espera, yo te ayudo. —Bill se pone de pie en un abrir y cerrar de ojos. Al estar parado se tambalea un poco y pierde el equilibrio, así cayendo en el sofá detrás de él.— Creo que yo también engorde. —murmura viéndose el estómago.

Era divertido verlos sin poder levantarse, ahora entendía porque era divertido al final de las rondas como Ariel lo dijo.

— ¡Levántate, Bill! —le grita Violetta riendo.

— Eddie.. ayúdala, por favor. —le dice él a su amigo, pero Eddie sólo ríe por lo bajo.

— ¡Ya levantense todos! —les grito sin soltar mi botella. Ellos me miran mal por unos segundos, pero luego ríen y entre intentos fallidos por fin se ponen de pie.

— ¿Te quedarás aquí? —me pregunto la morena, ella no se aleja de Ariel.

— No quiero que se burlen de mí por no poder levantarme a la primera. —le soy honesta. Todos ríen y terminan dándose la vuelta para salir del estudio.

¡Déjame En Paz! ✔️ [Saga Silence #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora