Lo que se convirtió en una reunión de amigos iba bien, los amigos de Violetta y Hellen seguían llegando, en el patio trasero ya había muchos de ellos, eran cerca de las diez. Todos vestían muy liberales, yo traía puesto un pantalón ajustado que llegaba a mi cintura, mi ombligo estaba descubierto, mientas que una blusa de mangas cortas hacía juego con este, era color lila, mis tenis eran negros, mi cabello estaba suelto y alaciado, no quise que las chicas me maquillaran, ellas usan mucho maquillaje para mí gusto, así que sólo me retoque un poco. Estoy mirando a los demás bailar, la música retumba por todos lados, los vasos rojos desechables están de sobra por doquier, las botellas vacías están en la barra, mientas que el olor a alcohol está por todas partes. El ambiente es uno pegajoso, hasta ahora nada ha salido mal, Violetta me ha presentado con unos de sus amigos, pero la verdad me da pena conversar con personas que sólo conozco de vista.
La canción termina y veo a Hellen salir de entre los chicos junto a un amigo suyo, ella se ve acalorada. Su cabello se pega a su pecho y a los costados de su cara, su frente se ve brillosa, mientas que sus labios están entrecerrados, se ve que está agitada de tanto bailar. Ella y el chico llegan a la barra y se sientan conmigo, enseguida ella se sirve alcohol en un vaso y le pasa la botella a él. Le sonrió sin saber que decirle al respecto.
— ¡Hey! ¿Que haces aquí tan sola? —me pregunto muy animada.— Creí que quien estaría sentado viendo a todos con cara de culo sería Arnold. —dice burlesca.
Río aunque no me dan gracia sus palabras.
— No quiero hacer el ridículo como en el club. —le digo sonriente.
— Estamos en confianza, chica. —el chico al lado de Hellen dice. Él es pelinegro, de piel morena y medio alto.— Todos aquí hemos hecho el ridículo alguna vez, que no te dé pena hacerlo a ti también. —me ánimo amigable.
— Eddie tiene razón. —ella palmea la pierna de él y se sonríen.— Raine, no te preocupes por eso. Estamos en confianza, créeme que mis amigos no juzgan a nadie, todos tenemos nuestros tropiezos.— Tal vez tengan razón.. —murmuro no muy convencida.
— ¡Vamos, anímate! —exclama Hellen bebiéndose todo del vaso de un sólo trago, hace una expresión rara tras eso y se pone de pie tomándome de la mano.— ¡Es hora de perrear! ¡Wuuu! —grito jalándome hasta donde bailaban todos.
El chico llamado Eddie nos siguió, ellos empezaron a bailar en cuánto estuvimos en medio de todos. Hellen al ver que no hacía nada y sólo los veía me hizo caras, así que para no quedarle mal me permití sentir el ritmo de la música. Pronto sentí esa vibración que te dan cuando bailas, comencé a moverme al ritmo de la música y dejé que todo fluyera, bailar en ese momento me hacía sentir bien, era como si estuviera haciendo algo que me encantará y había dejado de hacer por mucho tiempo, seguí bailando hasta que la canción termino, pero luego de eso seguí bailando la siguiente junto a Hellen, su amigo se perdió por ahí con alguien y las dos bailabamos repegandonos de espaldas, Hellen movía su trasero contra el mío y casi que me voy de cara contra los que estaban frente a mí, después de unos segundos volví a tomar el ritmo y le seguí el baile a su paso, nos pusimos de frente y nos pegamos, nuestras piernas se entrelazaron. Sin dejar de menear las caderas bajábamos y subíamos sintiendo el poder de la música, quería seguir bailando, pero la verdad era que ya estaba un poco cansada, así que salí de allí dejándola bailando con una chica que se acoplo con ella en cuánto la dejé.
Me dirigí a la barra en busca de algo para beber. Me sentía un poco acalorada del cuerpo y una leve capa de sudor cubría mi frente y pecho, mientas que mi respiración estaba media agitada. En la barra estaba Arnold, él me veía sin expresión alguna, estaba sentado en el mismo lugar donde había estado yo hace un rato, tome asiento a su lado y me serví en un vaso algo de una botella, no sabía que era, pero lo bebí y era muy amargo.
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¡Déjame En Paz! ✔️ [Saga Silence #2]
Dla nastolatkówNunca me gusto ser tan cerrada, creía que la vida era para eso. Para vivirla al máximo y experimentar todo, me gustaba aprender la cosa mínima del mundo, no me perdía nada del exterior, amaba aprender y experimentar cosas, ya fueran buenas y malas...