CAPÍTULO 1

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Mi nombre es Ashley Johansson tengo 24 años vivo con mi papá Samuel, mi mamá murió hace varios años, tengo un hijo llamado Jason, lo adopté, lo dejaron en la entrada de mi casa, lo cuidé y me encariñe con él, hable con mi papá y me dejó adoptarlo, me ayudó para que pudiera adoptarlo, es dueño de una empresa muy importante, habló con sus contactos y pude adoptarlo, Jason es la luz de mi vida, trabajo en la empresa de mi papá, estudié diseño gráfico y tengo un puesto ahí, Jason viene conmigo a la empresa, es tranquilo y no hay ningún problema, mi papá lo quiere mucho, Jason tiene cinco años, tiene los ojos azules, cabello castaño claro y piel blanca, es precioso, trabajo desde las siete de la mañana hasta las dos de la tarde, la única condición que me pusó mi papá para poder adoptar a Jason es que trabajara y así lo hice, estoy saliendo de la empresa, voy a recoger a Jason a la guardería que está al lado de la empresa, mi teléfono sonó, era la secretaria de mi papá, le contesté.

–Diga.

–Señorita Ashley su padre quiere verla.

–Ahora voy. – colgué el teléfono.

Entré casi corriendo a la empresa, iba a mandarle un mensaje a la encargada de la guardería para avisarle que me tardaría unos minutos más, iba distraída en el celular y no me di cuenta de que alguien estaba delante de mi, choqué contra un cuerpo duro, perdí el equilibrio, cerré los ojos, cuando caí no se sentí el suelo, abrí los ojos y vi a un hombre.

–Disculpe señor, no vi por donde venía.

–Deberías prestar más atención a lo que haces.

–Lo siento.

Me levanté, estiré la mano para ayudarlo a levantarse pero me dejo con la mano extendida, cuando estaba de pie pude verlo mejor, tenía los ojos azules, piel bronceada, el cabello rubio dorado y a través del traje se podía ver que hacía ejercicio por la forma de su cuerpo.

–Debo prestar atención a mi camino para no encontrarme con personas torpes.

–Disculpe, ¿me está diciendo torpe?

–Ve a alguna persona más a quien le esté hablando.

–Es usted un mal educado

–Y usted una hija de papi, parece que no le enseñaron a fijarse por donde va.

–Si me disculpa señor egocéntrico tengo cosas más importantes que hacer en vez de estar hablando con un…

–¿Con un qué?

–Por respeto no se lo digo, le deseo suerte a su novia porque no creo que sea nada fácil aguantarlo.

–Yo deseo que no sea alguien como usted.

Me acomodé la ropa y fui al baño, ese hombre me había sacado de mis casillas, pobre de la que sea su novia, le deseo suerte para que pueda aguantarlo, acomodé mi cabello y después fui a la oficina de mi papá, estaba llegando cuando vi a mi papá salir de su oficina.

–¡Hija que bueno que llegas!

–Lo lamento por la tardanza, tuve un pequeño inconveniente.

–No esperemos más, pasa.

Entre a su oficina, en los sillones estaba el señor Clark, frente a el había un hombre jóven que no podía ver porque estaba de espalda.

–Señor Clark, es un gusto verlo.

–Ashley, que linda estás, ha sido mucho tiempo.

–Gracias.

–Te presento a mi hijo Carson.

El hombre se levantó y se giró hacia mi para saludarme, era el mismo hombre con el que había chocado minutos antes.

–¿Tú?

MI EGOCÉNTRICO FAVORITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora