Llegamos a casa, entramos, Carson se lanzó al sillón, los niños bajaron corriendo junto a nuestros papás, Jason y Jess me abrazaron, eso hizo un vuelco en mis hormonas y rompí en llanto, Carson se levantó del sillón y me miró confundido, yo subí las escaleras y me encerré en la habitación. Me acosté en la cama y continué llorando hasta que me quedé dormida. Más tarde abrí los ojos porque sentí que estaban acariciando mi vientre, era Carson, me volteé hacia el otro lado para no verlo.
–Princesa.
–Tengo sueño Carson.
–Pero tenemos que hablar.
–Pero yo quiero dormir.
–Yo quiero hablar.
–Ajá.
–¿Podemos hablar?
–Bien. – me senté en la cama y lo volteé a ver.
–Perdóname ¿si?, la noticia me tomó por sorpresa, yo esperaba escuchar el latido de un bebé y al llegar escuché que tendríamos dos bebés, entonces me desmayé y cuando desperté estaba confundido tratando de procesar la información, no sabía qué hacer o qué decir, te amo, amo a nuestros hijos y amo a estos pequeños que vienen en camino y los vamos a esperar juntos, los vamos a cuidar y a querer como a nuestros otros hijos, entonces ¿me perdonas? – las hormonas me volvieron a traicionar y lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas.
–Sí, te perdono. Perdóname tú también por hacer de todo un drama completo.
–Estás perdonada.
–Te amo.
–Y yo a tí.
–¿Y los niños?
–Preparando la comida con nuestros papás.
–Entonces hay que ir a ayudarlos.
–Y a decirles la noticia.
–¿No les contaste?
–No, digamos que cuando te quedaste dormida entré aquí y me senté para procesar la información.
–Entonces vamos, solo me arreglo un poco.
–Te espero.
Me levanté y entré al baño, arreglé un poco mi cabello y mi maquillaje, unos minutos después salí del baño, Carson tomó mi mano y fuimos a la cocina, ayudamos a terminar la comida, comimos y los niños se fueron a jugar, nuestros papás se quedaron en la mesa viéndonos.
–Ashley hija, ¿nos pueden explicar qué fue lo que pasó hace rato?
–Primero tenemos que darles la noticia para poder explicarles que ocurrió.
–¿Cuál es la noticia hijo?
–Pues la noticia es que serán abuelos doble vez.
–¡Vamos a tener gemelos! – dije.
–¡Felicitaciones! – dijo el papá de Carson abrazándonos.
–¡Felicidades! – dijo mi papá también mientras nos abrazaba.
Después de felicitarnos nos sentamos de nuevo los cuatro.
–Ahora si les contaremos lo que pasó. – dijo Carson.
–Verán Carson y yo llegamos a la ecografía, pasé a la camilla para escuchar al bebé, la doctora subió el volumen para escuchar los latidos del bebé pero pusó una cara que nos asustó, preguntamos si el bebé estaba bien y nos felicitó porque iban a ser gemelos, yo me puse feliz pero digamos que Carson cayó desmayado al piso, con la obstetra lo despertamos, cuando salimos del hospital conducí yo, Carson no mostró ninguna emoción, creí que no le había gustado la noticia y cuando llegamos aquí no aguanté más y rompí en llanto.
–Ahora entiendo. – dijo Benjamín.
–Digamos que su hijo no soporta las sorpresas.
Nos reímos y Carson puso cara de seriedad, me acerqué a el y deposité un beso en sus labios.
–Ashley tiene demasiados cambios hormonales. – dijo Carson.
–Desde pequeña ha sido muy sentimental y ahora con el embarazo me lo imagino. – dijo mi papá.
–Papá no me descubras más.
–Es la verdad hija. – dijo riéndose.
–Lo noté cuando nos fuimos a la cabaña después de la boda.
–Carson.
–Te amo con todo y tus cambios hormonales.
–Y yo a ti, aunque te desmayes. – nuestros padres se rieron. – creo que tendré que llamar a nuestros padres cuando entre en labor de parto, no vaya a ser que te desmayes de la sorpresa.
–No me voy a desmayar.
–Eso espero. – nos reímos todos.
Pasamos toda la tarde hablando, nuestros papás se fueron cuando se oscureció, Carson lavó los trastes mientras yo preparaba la cena, nos sentamos a cenar, llevamos a los niños a dormir y nos sentamos en el sillón.
–¿Qué quieres hacer princesa?
–No lo sé, dime tú.
–Pues no hemos festejado que tendremos gemelos.
–Ah sí y ¿cómo festejaremos?
–Te lo voy a mostrar.
Me subió a su cintura y comenzó a besarme, se levantó cargándome, subió las escaleras hasta la habitación, cerró la puerta con seguro detrás de él, me depositó suavemente en la cama, de un momento a otro estábamos desnudos entre las sábanas, hicimos el amor hasta deshoras de la noche, nos quedamos acostados uno al lado del otro, me moví pero me piqué con algo.
–Auch.
–¿¡Qué pasa cariño, te lastimé!? ¡vamos al hospital! – dijo Carson alarmado sentándose en la cama.
–No, tranquilo, me piqué con algo. – me moví y había un juguete pequeño de los niños.
–¿Qué es?
–Un juguete de los niños.
–Pero ¿Estás segura de qué no te lastimé a ti o a los pequeños?
–No cariño, estamos bien.
–¿Segura?
–Sí, bueno no.
–¡Vamos al hospital!
–No cariño, el hospital no, es que tenemos hambre.
–No me asustes.
–Te amo.
–Y yo a ti, ¿qué quieres comer?
–Una paleta de chocolate del congelador.
–Ahora vuelvo.
Unos minutos después regresó con la paleta, me la dió y comencé a comérmela, me llené los labios de chocolate y le di un beso a Carson.
–¿Te gusta?
–Me encantan.
–¿Las paletas?
–Y tus labios.
–A mi tus ojos.
–¿Y por qué?
–Porque son preciosos y me hacen perderme en ellos.
–Eres la mujer más hermosa de este mundo.
–¡Eres súper tierno!
–Te amo y amo a nuestros hijos.
–Yo también.
–La familia crecerá más de lo que creímos.
–Lo sé.
–Ya es hora de dormir.
–¿Qué hora es?
–La una de la madrugada.
–Es hora de dormir, ya me dió sueño.
–Buenas noches princesa.
–Buenas noches cariño.
Carson me abrazó, lentamente nos fuimos quedando dormidos, estaba tan feliz, tendríamos gemelos, ahora seríamos seis, amo a Carson y a nuestros cuatro hijos. Sentí claridad en el rostro y abrí los ojos lentamente, Carson seguía dormido, me levanté, estaba lloviendo, hice mi rutina diaria, desperté a Carson con besos.
–¡Buenos días cariño!
–¡Buenos días princesa!
–¿Dormiste bien?
–Demasiado bien ¿y ustedes cómo durmieron? – dijo depositando un beso en mi vientre.
–Perfectamente, iré a hacer el desayuno.
–Ahora te alcanzo.
Salí de la habitación y fui directo a la cocina, cuando estaba terminando de preparar el desayuno, Carson bajó las escaleras, entró a la cocina y me abrazó por la espalda, depositó un beso en mi cuello.
–Te ves preciosa hoy.
–¡Gracias!
–Solo digo la verdad, tengo la esposa más guapa del mundo.
–Y yo al esposo más bueno.
–¿Necestitas ayuda?
–Sí, acomoda el comedor por favor.
–Está bien.
Salió de la cocina, acomodó el comedor, me ayudó a llevar el desayuno y fuimos a despertar a los niños, desayunamos todos juntos y después me ayudaron a hacer la limpieza, cuando terminamos, los niños tomaron su siesta, Carson y yo nos quedamos en el sillón, tenía frío así que me abracé a el. Estaba muy pensativo, podía notarlo porque no estaba mirando la televisión.
–¿Pasa algo cariño?
–No, nada.
–¿Entonces porque tan pensativo?
–Estaba pensando en el tiempo que pasamos en la cabaña.
–Fue lindo.
–Creo que necesitamos otras vacaciones así.
–¿Lo dices en serio?
–Sí, ¿te gustaría tener esa luna de miel que no tuvimos?
–¡Me encantaría! Pero ¿y los niños?
–Se quedarían con sus abuelos.
–¿No sería egoísta de nuestra parte ir sin ellos?
–No, simplemente pasaríamos unos días, sería una corta luna de miel.
–Entonces tendremos nuestra luna de miel.
–¡Te amo tanto!
–Yo te amo más y no se vale involucrar a estos pequeños. – dijo poniendo sus manos sobre mi vientre.
–Eres un tramposo.
–No, la tramposa eres tú.
–¿Disculpa? ¿Me dijiste tramposa?
–No, mi hermosa tramposa.
–Sigue así y te quedas sin luna de miel.
Se acerca a mi oído y susurra:
–Mi luna de miel te la puedo dar aquí mismo en este sillón.
–Eres un pervertido.
–Me encantas.
–Carson, en cualquier momento los niños se van a despertar
–Está bien, pero de mí no te escapas.
–No lo creo.
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MI EGOCÉNTRICO FAVORITO
RomantikMi nombre es Ashley Johansson, tengo un hijo, vivimos con mi papá, nuestra vida va marchando bien, hasta que me obligan a casarme con el hijo de otro empresario, para fusionar las empresas de nuestros padres. Carson Clark un egocéntrico de lo peor...