CAPÍTULO 14

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Abrí la pequeña cajita, adentro tenía un collar con un dije de corazón, estaba precioso.

–¡Está hermoso cariño!

–Me alegro que te haya gustado.

–¡Gracias, te amo!

–Y yo a ti.

–Me ayudas a ponérmelo.

–Claro.

Carson tomó el collar, yo agarré mi cabello para que pudiera ponérmelo, cuando terminó de ponérmelo solté mi cabello y me giré hacia él, le dí un beso.

–Este collar significa el amor que hay en nuestra familia y el amor que hay entre nosotros dos.

–¡Eres muy lindo!

–Tu eres la mujer más bella de este mundo y a la que más amo.

Carson comenzó a besarme lentamente, el beso se fue intensificando, de un momento a otro Carson estaba sobre mi, sus besos bajaron a mi cuello.

–Carson.

–Mmm.

–Los niños ya van a despertar y pueden vernos.

–La puerta tiene seguro.

–Tenías todo preparado.

–Si, pero tengo una mejor idea.

–¿Cuál?

–Vamos a bañarnos juntos.

–Ya me bañé.

–Pero no conmigo.

Nos levantamos, entre beso y beso entramos a la ducha, hicimos el amor en la ducha mientras nos bañábamos, después de más de media hora salimos del baño.

–Carson apúrate, los niños no tardan en despertar y tengo que preparar el desayuno. – le dije mientras me cambiaba.

–No te preocupes, hoy desayunaremos fuera.

–Está bien, pero quizá ya despertaron.

Cuando terminé de cambiarme, salí de la habitación, fui a la habitación de Jess y no estaba, después fui a la de Jason, ahí estaban los dos dormidos en la cama de Jason, me quedé viéndolos por unos minutos, sentí unas manos que me abrazaron por la cintura, Carson pusó su rostro en mi hombro.

–Creo que debemos poner una habitación para los dos. – dijo Carson.

–Eso parece, les da miedo dormir solos.

–Podemos diseñar una habitación de las que tienen más espacio para que queden cómodos.

–Me parece bien.

–Si, despertemos a los niños porque se nos hará tarde.

–Sí.

Nos acercamos a los niños, los comenzamos a mover despacio para que se despertaran, abrieron sus ojitos y cuando nos vieron nos abrazaron.

–¡Buenos días pequeños!

–¡Buenos días niños! – dijo Carson.

–¡Buenos días mami y papi! – dijeron al unísono.

–Levántense y arréglense porque saldremos a desayunar en familia.

Los dos se levantaron corriendo de la cama, Jess se fue a su habitación, Carson y yo salimos de la habitación de Jason para que se arreglara, bajamos a la sala y los esperamos sentados en el sillón.

–Mañana regresaré a trabajar.

–Tan pronto.

–Ya estuve varios días sin trabajar.

–Te voy a extrañar, ya me acostumbré a tenerte aquí. – dije haciendo un puchero.

–Amor solo fueron tres días.

–Pero aun así te voy a extrañar.

–Yo también. – Le di un beso y me abrazó, di un bostezo largo. – Parece que alguien tiene sueño.

–Un poco, ya que alguien me mantuvo despierta toda la noche.

–¿Quién te mantuvo despierta toda la noche?

–No lo sé, dime tú. – le dije sobre sus labios, sus labios atraparon los míos, comenzó un beso suave pero se fue intensificando, tenía que detenerlo antes de que ocurriera algo.

–Amor…Los niños pueden entrar a la sala en cualquier momento.

–Entonces vamos a la habitación.

–Ahora no, los niños están despiertos y no tardan en bajar.

–Está bien, pero en la noche serás toda para mí solo.

–Lo que tu quieras pero ya comportarte.

–Yo me comporto bien.

–Te amo Carson.

–Y yo a ti.

Le di un beso en la mejilla, nos quedamos abrazados esperando a los niños, cuando estuvieron listos bajaron, salimos de la casa y Carson preparó la camioneta, ayudé a subir a los niños y después Carson me abrió la puerta, cuando subí él cerró la puerta y rodeó la camioneta para subirse, después encendió la camioneta y comenzó a conducir, después de unos minutos estábamos en un restaurante.

–Niños ¿Qué quieren desayunar?

–Yo quiero hot cakes mami. – dijo Jess.

–Yo también quiero hot cakes mami. – dijo Jason.

–Está bien, ahorita ordenamos.

Unos minutos después llegó una mesera a atendernos, no me pareció para nada que estaba mirando a Carson y le sonreía, pedimos la orden y se retiró.

–¿Por qué estás tan seria cariño?

–Por nada.

–Si tu lo dices.

Trajeron el desayuno y comenzamos a desayunar, la mesera estuvo todo el tiempo pasando cerca de Carson y preguntándole si necesitaba algo, cuando terminamos el desayuno Carson pidió la cuenta, la mesera se acercó a Carson para darle la cuenta, se acomodó la camisa y le acercó los senos a Carson en la cara, él no hizo nada, eso fue el colmo, le quité las llaves de la camioneta y me levanté de la mesa.

–Niños vámonos, su papá está ocupado que nos alcance cuando se desocupe.

Se levantaron de la mesa, los agarré de la mano y salimos del restaurante, Carson pagó y salió rápido detrás de nosotros, subí a los niños a la camioneta, cerré la puerta, me subí al asiento del conductor y encendí la camioneta, Carson se subió al asiento del copiloto y cuando cerró la puerta, comencé a conducir, estaba enojada pero no conduciría rápido por los niños, cuando llegamos a la casa estacioné la camioneta, baje a los niños, aseguré la camioneta y entré a la casa sin ver a Carson, no había hablado en todo el camino, entré a la habitación y di un portazo, me quité los zapatos y me subí a la cama, comencé a ver mi celular, unos minutos después tocaron a la puerta.

–Amor ¿puedo pasar?

–¡No!

–Pues voy a entrar.

–¡Te dije que no! – abrió la puerta y entró.

–Pues ya entré.

–Me da igual, haz lo que quieras.

–Cariño, yo no hice nada.

–Ese es el problema no hiciste nada cuando estaba frente a ti. – le dije al borde de las lágrimas.

–No podía hacer nada.

–Sí podías, pudiste haberle dicho algo y no lo hiciste. – le dije llorando, intentó abrazarme pero no lo deje.

–Está bien, estás en lo cierto, pude haber hecho algo, lo lamento porque no lo hice nada. – no le dije nada, no pude hablar porque estaba llorando, Carson me abrazó, nos sentamos en la cama, no dijo nada hasta que me tranquilicé.

–¿Me perdonas?

–No sé.

–Te prometo que no vuelve a pasar.

–¿Lo prometes?

–Si, lo prometo.

–Te perdono.

–Te amo y tu eres la única mujer a la que veo, eres la más hermosa, la mejor esposa y la mejor madre.

–Yo también te amo.

Me besó, de un momento a otro Carson estaba sobre mí, sus besos bajaron a mi cuello, teniamos que parar porque los niños podrían escucharnos.

–Carson

–¿Qué pasa?

–Los niños están despiertos.

–Ya es hora de su siesta.

–Primero vamos a acostarlos.

–Está bien, después tenemos una hora para nosotros solos.

–Te portas muy mal, ya te daré tu castigo.

–¿Cuál será mi castigo señora Clark?

–No lo sé, tendré que pensarlo.

Salimos de la habitación, fuimos a acostar a los niños, primero fuimos a acostar a Jason y después a Jess, salimos de la habitación, cerré la puerta y Carson me pegó a la puerta, puso sus brazos en mi cintura,  comenzó a besarme, bajo sus manos a mis piernas mi me subió a su cadera, continuó besándome, camino conmigo hasta la habitación, cerró la puerta con seguro, me depositó suavemente en la cama y de un momento a otro estábamos desnudos.

–Ahora si es solo para mi señora Clark.

–Así es señor Clark. – comencé a besarlo pero el interrumpió el beso.

–No tengo protección.

–No pasa nada amor.

–¿Estás segura?

–Sí, no tenemos mucho tiempo.

–Está bien.

Hicimos el amor tantas veces como pudimos, después nos quedamos acostados en la cama, Carson tenia un brazo rodeando mi cintura y yo estaba acostada en su pecho.

–No pude haber podido tener mejor esposa.

–Te amo.

–Y yo a tí.

–Si me hubieran dicho que terminaríamos enamorados no hubiera creído.

–Yo tampoco lo hubiera creído. – dijo riéndose y me hizo reír.

–Tenemos que salir porque los niños no tardan en despertarse.

–Lo sé, pero no quiero.

–Pues ni modo.

–Está bien.

Me levanté y me vestí, Carson estaba acostado en la cama, me acerqué y deposité un beso en sus labios, salí de la habitación y fui a la cocina, comencé a preparar la comida, después entró Carson a la cocina y me ayudó a preparar la comida, cuando estuvo lista fuimos a despertar a los niños, comimos todos juntos, después recogí la mesa y lavé los trastes mientras Carson los niños estaban viendo la televisión, cuando terminé, salí de la cocina y me acosté en el sillón donde estaba Carson, puse mi cabeza en su regazo, estaba cansada, no había dormido bien y no me dí cuenta cuando me quedé dormida. Sentí que me estaba moviendo y abrí los ojos, Carson me estaba cargando.

–¿Qué hora es?

–Pasa de las nueve.

–Tengo que darles de cenar a los niños.

–No te preocupes, ya les di yo y ya están dormidos

–Perdón me quedé dormida.

–No te preocupes por eso, estás cansada.

–Solo un poquito.

–Vamos a dormir.

–Está bien.

Caminó conmigo hasta la habitación, me acostó en la cama, me levanté, me puse la pijama y fui al baño para lavarme los dientes y la cara, cuando salí Carson entró al baño, me acosté en la cama y espere a que Carson saliera del baño, cuando salió se acostó en la cama, lo abracé y me abrazó,  Carson apagó la luz y lentamente me quedé dormida. Escuché la alarma de Carson, abrí los ojos lentamente y Carson estaba sentado en la cama, se giró y cuando me vio sonrió.

–Buenos días princesa.

–Buenos días cariño.

–¿Cómo dormiste?

–Perfectamente ¿y tú?

–Muy bien, pero tengo que volver al trabajo.

–¿Pero llegarás temprano verdad?

–Sí, llegaré a la hora de la comida. – dijo y depositó un beso en mi frente – duérmete para que descanses.

–No, ya me voy a levantar.

–Es temprano.

–Descanse muy bien, ya no tengo sueño.

–Está bien, me voy a duchar.

–Está bien.

Se levantó de la cama, tomó sus cosas y se fue a duchar, preparé su ropa y después fui al baño, me quité la ropa y entré a la ducha con él, comenzamos a besarnos y así nos duchamos, después de media hora salimos de la ducha, hice mi rutina diaria y bajé a preparar el desayuno para los dos, unos minutos después entró Carson a la cocina, nos sentamos en la barra y desayunamos juntos, después acompañé a Carson a la puerta y se fue a trabajar, entré a la casa, hice la limpieza y preparé el desayuno para los niños, unos minutos después bajaron los niños.

–¡Buenos días mami!

–¡Buenos días mami!

–¡Buenos días mis pequeños! – los abracé y les di un beso.

Les serví su desayuno y me senté con ellos para acompañarlos, cuando terminaron se fueron a bañar y yo continué con la limpieza, cuando terminé me senté a jugar con los niños, después de jugar los llevé a sus siesta, me senté en la sala y descansé un momento antes de comenzar a preparar la comida, escuché que la puerta se abrió, salí de la cocina y ví a Carson, me acerqué a él y le dí un beso, el continuó con el beso.

–¿Cómo te fue hoy?

–Muy bien ¿y aquí cómo estuvo todo?

–Normal como siempre, los niños están dormidos, puedes ir a despertarlos para comer.

–Está bien.

Carson subió y despertó a los niños, serví la comida, unos minutos después bajaron todos juntos, nos sentamos a comer, después lavé los trastes, pasamos toda la tarde juntos y nos fuimos a dormir temprano porque estábamos cansados.

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