MI EGOCÉNTRICO FAVORITO

CAPÍTULO 12

Me desperté porque escuché mi celular, era una llamada del papá de Carson, contesté.

–Diga.

–Ashley, estamos afuera.

–Lo siento, me quedé dormida, ahora bajo. – colgué la llamada.

–¿Quién era?

–Tu papá, ya están aquí.

–Creo que eres un poco dormilona.

–Tu tuviste la culpa.

–¿Yo?

–Sí, será mejor que baje.

–Está bien.

Me dió un beso en los labios, baje rápidamente, salí de la casa y abrí el portón para que pudieran entrar, entró el coche del papá de Carson, se estacionó frente a la casa, se bajó y me saludó, después ayudo a los niños a bajar.

–¡Mami!

–¡Mami!

–¡Hola pequeños!

–¿Dónde está papi? – dijo Jess.

–Esta en la habitación.

En un momento se desaparecieron, entraron corriendo a la casa para ver a Carson, el papá de Carson sonrió al ver a los niños cuando se fueron.

–¿Quiere pasar a ver a Carson?

–Tengo que irme, lo vi en la mañana y ya es tarde.

–Muchas gracias por todo.

–Gracias a ti Ashley.

–¿Por qué?

–Por querer tanto a mi hijo.

–No tiene que agradecérmelo.

–Por lo que vi en la mañana supongo que ya hablaron.

–Sí, así es.

–¡Felicidades!

–Gracias.

–Bueno me tengo que ir, los niños ya cenaron, me despides de todos por favor.

–Con gusto y muchas gracias por todo.

–No hay de que.

El papá de Carson se despidió de mi, esperé a que saliera de la casa y cerré portón, aseguré toda la casa y subí hasta la habitación, los niños estaban en la cama con Carson, ambos estaban contando su día y abrazándolo, pero ya era hora de dormir.

–Niños, ya es hora de dormir.

–Pero mami no tenemos sueño – dijo Jason bostezando.

–Es cierto mami, aún ni tenemos sueño. – dijo Jess bostezando.

–Lo que dice mami es cierto, ya es hora de dormir.

–Pero papi. – dijeron al unísono.

–Pero nada, papi tiene que descansar y ustedes también, así que díganle buenas noches a su papi.

–Está bien, buenas noches papi. – dijo Jason.

–Buenas noches papi. – dijo Jess.

–Buenas noches niños.

Salieron de la habitación, fui detrás de ellos, los acosté y les di un beso a cada uno, después cuando estaban dormidos regresé a la habitación.

–¿Ya se durmieron?

–Ya, tu papá te mandó un saludo.

–Está bien, mañana le hablaré.

–Okay.

Caminé hacia el armario, tomé mi pijama, fui al baño y me vestí, me preparé para dormir, cuando terminé salí a la habitación, estaba haciendo frío, me acosté en la cama, me cubrí con la cobija, Carson se levantó.

–¿A dónde vas?

–Al baño.

–Okay.

Tardó unos minutos y después salió del baño, se acostó en la cama, yo me acerqué a el para no tener tanto frío.

–¿Tienes frío?

–Sí, un poco.

Se acercó a mi, puso su brazo sobre mi, me atrajo hacia el y apagó la luz.

–¿Estás mejor?

–Sí, mucho mejor.

–¿Sabes algo?

–¿Qué?

–Eres la mujer más guapa de este mundo.

–Lo dices porque me quieres.

–No, te digo la verdad y no te quiero, te amo.

–Eres muy lindo, yo también te amo.

–Pero yo te amo más.

–No, yo más.

–Yo te amo más, pero ya tengo sueño.

–Yo también.

–Buenas noches amor. – me dió un beso en la frente

–Buenas noches.

Así abrazados lentamente nos fuimos quedado dormidos. Aún era de madrugada, Carson me estaba abrazando, mi cabeza estaba en su pecho, cuando vio que había despertado sonrió.

–¿Qué haces despierto?

–Pensando.

–¿Cuánto tiempo llevas despierto?

–No mucho.

–Debes dormir, son órdenes del médico.

–Tú también debes descansar.

–Tú eres el que estuvo en el hospital no yo.

–Pero tu estuviste cuidándome toda la noche.

–Para mi no fue ningún problema cuidar al padre de mis hijos y al hombre que más amo en el mundo.

–Te amo Ashley, más de lo que te puedes imaginar, por ti y por nuestros hijos daría todo para verlos feliz.

–Yo también te amo Carson y amo a nuestra familia, ustedes son lo más importante para mí.

Carson me besó, no quería que se terminara el beso, pero tuvimos que interrumpirlo porque los niños entraron a la habitación.

–¿Niños qué hacen despiertos a estas horas?

–Jess tenía miedo y me despertó y a mi también me dió miedo.

–¿Mami, papi, podemos quedarnos Jason y yo a dormir aquí con ustedes?

–Niños, papi tiene que descansar.

–No pasa nada, déjalos amor.

–Pero Carson.

–Tranquila, no pasa nada.

–Está bien.

–¡Gracias! – dijeron al unísono.

Jason y Jess se subieron a la cama rápidamente, se acostaron en el centro, nos cubrimos con la cobija y nos abrazamos, lentamente nos fuimos quedando dormidos todos juntos. Abrí los ojos porque sentí claridad en los ojos, no había nadie en la cama, todos se habían levantado, me iba a levantar cuando entraron a la habitación, Carson traía una mesita con el desayuno, detrás de él entraron los niños, cada uno llevaba una flor en la mano.

–¡Buenos días mami! – dijeron al unísono

–¡Buenos días amor! – dijo Carson.

–¡Buenos días a todos!

–Te trajimos el desayuno. – Carson se acercó, me acomodé en la cama, me dió la mesita y le di un beso, después los niños se acercaron y me dieron las flores, les di un beso a cada uno.

–¿Ustedes no van a desayunar?

–Ya desayunamos mami. – dijo Jason.

–Sí, los niños y yo queremos consentir a la reina de esta casa.

–Gracias, pero tú deberías estar descansando.

–Estoy bien, descansé ayer todo el día y hoy no fui a trabajar.

–Pero…

–Pero nada, mejor comienza tu desayuno que se va a enfriar.

–Está bien.

–Desayuna tranquila, nosotros estaremos abajo.

Carson y los niños salieron de la habitación, comencé a desayunar, cuando terminé dejé la mesita en un lugar seguro, entre al baño, me duché, después hice mi rutina diaria, cuando estuve lista salí a la habitación, tenía frío así que tomé un suéter de Carson y me lo puse, salí de la habitación y baje a la sala, Carson y los niños estaban sentados viendo una película animada, me acerqué por detrás del sillón,  deposité un beso en las cabecitas de los niños, después me acerqué a Carson y lo abracé y le di un beso en la mejilla, el palmeó el sillón a su lado, rodeé el sillón y me senté a su lado.

–¿Ese no es mi suéter?

–Sí, pero tengo frío.

–¿Sabes algo?

–¿Qué?

–Te ves aún más guapa con mi ropa.

–¡Que lindo!

Me senté en su regazo y lo besé, el continuó el beso pero lo tuvimos que interrumpir por los niños.

–¡Wuacala! – dijo Jason.

–¡Jason! – le dijo Jess.

–Es asqueroso. – dijo Jason.

–No es cierto, es muy romántico.  – le contestó Jess.

–Claro que no. – dijo Jason

–Que si. – dijo Jess.

Y así comenzaron una pelea, Carson y yo nos reíamos de los niños al verlos pelear, los niños al vernos reir comenzaron a reírse también.

–¡Abrazo familiar! – gritó Jess.

Los niños se acercaron a nosotros y todos nos abrazamos, era tan lindo, los amo a todos, son lo mejor que pudieron pasarme, siempre fuimos Jason y yo y ahora tenía mi familia, dos hijos preciosos y el mejor esposo, no podía pedir más, después de unos minutos terminamos el abrazo, continuamos viendo la película, cuando se terminó hice la limpieza de la casa mientras los niños estaban con su papá jugando, cuando terminé fui a la cocina para hacer la comida, estaba preparando la comida, cuando sentí que unos brazos rodearon mi cintura, me giré y era Carson, lo besé.

–Eres preciosa.

–Y tu eres horrible.

–Así de horrible me amas.

–Mmm, no lo sé.

–¿Estás segura de lo que dices?

–No lo sé.

–Vamos a comprobarlo.

Me besó, continué con el beso, tomó mis piernas y las subió a su cintura, camino y me subió a la barra de la cocina, continuamos besándonos, pero Carson interrumpió el beso.

–¿Cambiaste de opinión?´

–No lo sé.

Volvió a besarme pero esta vez el beso era aún más intenso, tuvimos que separarnos por falta de oxígeno.

–¿Cambiaste de opinión?

–Sí. – dije riéndome – te amo y eres el hombre más guapo de el mundo.

–Yo te amo más. – le di un beso.