Tenía cuatro meses de embarazo, todo iba muy bien, ya no tenía mareos pero las náuseas, vómito y antojos aún seguían. Mi vientre ya estaba más abultado, estaba despierta, Carson aún seguía dormido, aún era temprano me había desperado porque tenía asco, me levanté con cuidado para no despertarlo y fui al baño, el asco se me pasó, hice mi rutina diaria, los niños aun no se despertarían así que me puse mi ropa interior y una camisa de Carson, me quedaban largas, salí a la habitación y Carson abrió los ojos, me vió y sonrió.
–¡Buenos días princesa!
–¡Buenos días cariño!
Me acerqué a la cama, me subí y me senté arriba de él, le dí un beso.
–A ti te quedan mejor mis camisas.
–Gracias.
–A ti te queda bien todo, y más con esta barriguita. – dijo poniendo sus manos en mi vientre abultado y dando un beso en el.
–¡Eres muy lindo!
–Te amo.
–Y yo ti.
Se sentó en la cama conmigo arriba, me tomó de las piernas y me acercó a el, comenzamos a besarnos, me quitó la camisa y desde mi vientre comenzó a besarme hacia el cuello, se deshizo de mi ropa interior y de su ropa, de un momento a otro estaba sobre mí.
–Te ves bien con mi camisa pero me gustas más así.
–Tontito.
–Así me amas.
–Te Amo.
–Y yo a ti.
Continuamos besándonos hicimos el amor, después nos quedamos acostados uno al lado del otro.
–Ya te dije lo hermosa que te ves con tu barriguita.
–Todos los días.
–Es que todos los días te ves más preciosa y no sé cómo lo haces, pero me enamoro más de ti.
–Te amo Carson Clark.
–Y yo la amo a usted señora Clark y a toda la familia Clark.
–Nosotros también te amamos, pero ya es hora de levantarnos.
–Pero yo quería quedarme aquí. – dijo haciendo puchero.
–Te ves precioso haciendo pucheros pero no me convencen.
–Entontes tendré que darle un castigo señora Clark.
–Más tarde señor Clark porque los niños Clark no tardan en despertar.
–Está bien, pero vamos a ducharnos juntos.
–Ya me duché.
–Pero conmigo no.
–Pero ya me bañé.
–Por favor, una vez y ya.
–Está bien.
–Vamos.
Se levantó de la cama, me dió su mano, la tomé y fuimos a la ducha, nos duchamos juntos mientras nos besábamos, salimos después de media hora, me puse un vestido ajustado a mi cuerpo, mi vientre podía notarse bien, Carson se vistió y salimos de la habitación, bajamos a la cocina y preparamos el desayuno juntos, despertamos a los niños y desayunámos, Carson trabajó en su oficina después de desayunar ya sería la hora de la comida, los niños estaban tomando su siesta, fui a la cocina y comencé a preparar la comida, cuando terminé fui a la oficina de Carson, toqué la puerta.
–Adelante. – Entré y cerré la puerta detrás de mi.
–La comida ya esta lista.
–Vamos. – se levantó del escritorio, me dió un beso, rodeo mi cintura con su brazo y salimos de la oficina.
–Voy a servir, ¿puedes despertar a los niños?
–Claro.
Carson fue a despertar a los niños mientras yo servía la comida, preparé la mesa y esperé a que bajaran, después de unos minutos bajaron, comenzamos a comer todos, Jason terminó primero.
–Jason cariño, ¿te gustó?
–¡Me encantó mami!
–¿Quieres más?
–¡Sí, por favor!
Me dió su plato, me levanté y cuando abrí la comida salió el olor y se revolvió con otro olor, me dió asco, deje el plato y salí como rayo al baño, Carson se levantó detrás de mí, comencé a vomitar en la taza, Carson tomó mi cabello y con la otra mano frotó mi espalda en círculos, cuando deje de vomitar me ayudó a levantarme, enjuague mi boca con agua y moje mi frente.
–¿Te sientes mejor?
–Sí.
–¿Qué pasó?
–Cuando iba a servirle más comida a Jason me dió el olor de la comida pero se revolvió con otro y me dió asco.
–Vamos con los niños.
–Está bien.
Fuimos al comedor y me senté.
–¿Mami estás bien? – preguntó Jess.
–Sí cariño, no te preocupes.
–¿Mami por qué corrieron? – preguntó Jason.
–Verás campeón, mami se sintió un poquito mal por eso fuimos al baño.
–¿Por qué se sintió mal? – preguntó Jess.
–Por qué eso les pasa a las embarazadas princesa. – le contestó Carson.
–¿Mami, me puedes servirme más comida por favor?
–Sí cariño.
Me iba a levantar pero Carson me lo impidió.
–Yo le sirvo.
–Gracias.
–No hay de que.
Carson fue a la cocina y sirvió a Jason otro plato, se lo dió y comenzó a comer, se sentó y continuó comiendo, yo solo movía la cuchara en el plato, no tenía apetito.
–Amor, ¿por qué no comes?
–No tengo ganas.
–¿Te preparo algo más?
–No gracias, esperaré un poco más.
–Está bien, cuando tengas hambre me dices.
–Sí.
Terminaron de comer y limpiamos el comedor, lave los trastes mientras los niños jugaban con Carson, cuando terminé fui a la sala, convertí el sofá a sofá cama y me acosté, Carson se subió y puso su cabeza en mi regazo mientras besaba mi vientre.
–¿Sabes algo?
–¿Qué?
–Te ves preciosa así de gordita.
Me acababa de decir gorda, eso me hizo sentir mal, no quería llorar en frente de él, mis lágrimas amenazaban por salir pero tenía que evitar que el me viera.
–Con permiso, tengo que ir al baño.
Carson me miró confundido, yo no lo miré, se levantó, me levanté del sillón y subí a la habitación, entré y cerre la puerta, me acosté en la cama y de la nada empecé a llorar, unos minutos después tocaron a la puerta.
–Princesa ¿estás bien?
–Sí. – dije sorbiendo la nariz.
Carson abrió la puerta y entró a la habitación, se acercó a mi y me abrazó.
–¿Por qué lloras?
–Por…que…me…di…jis…te…gor…da… – solté más el llanto.
–Pero amor, fue de cariño.
–Pero me voy a poner más gorda y ya no me vas a querer me vas a cambiar por una más delgada. – dije sollozando.
–No te voy a cambiar, porque a la única que quiero es a tí y tu eres la única mujer que me gusta, jamás te cambiaría, además es normal que te crezca esta hermosa pancita – dijo depositando un beso en mi vientre.
–¿Estás seguro que me vas a querer aunque me ponga como ballena?
–Siempre te voy a querer aunque estés como globo gigante, porque estoy enamorado de ti, te amo más de lo que te puedas imaginar.
–Yo también te amo.
Carson me abrazó y me dió un beso en la frente, así nos quedamos abrazados durante un rato, lo amo tanto, es el mejor esposo y padre que pude haber pedido.
–Carson.
–¿Qué pasa?
–Quiero comer pizza.
–¿Quieres pizza?
–Sí.
–Entonces encargaré pizza.
–¡Sí!
–Vamos.
–Si, recuerda que mañana tendremos la ecografía.
–No lo olvido, mañana podremos escucharlo y quizá saber el sexo.
–¡Sí, estoy emocionada!
–¡Yo también!
Carson encargó la pizza, todos comieron conmigo una rebanada, cuando terminamos pasamos toda la tarde jugando y cuando oscureció nos fuimos a dormir. Al siguiente día me levanté muy contenta, hice mi rutina diaria, preparé el desayuno para todos, desayunamos y después llegaron nuestros padres porque cuidarían a los niños, casi siempre los cuidaban los dos juntos porque les era más fácil y tenían tiempo para estar con los dos, a medio día Carson y yo nos dirigíamos hacia el hospital para la cita con la obstetra.
–Ya vamos a llegar. – le dije.
–Sí cariño.
Después de cinco minutos llegamos a nuestro destino, nos bajamos y llegamos a la sala de maternidad para esperar nuestro turno, no tardaron nada en decirnos que entráramos.
–Buenas tardes señor y señora Clark.
–Buenas tardes. – contestamos.
–¿Están listos para escuchar a su pequeño o pequeña?
–Sí, Carson y yo estamos muy emocionados.
–Pues no hay que esperar más, pase a la camilla y ya sabe que hacer.
Fuimos a la camilla, Carson me ayudó a subir, levanté mi camisa, la obstetra aplicó el gel y comenzó a monitorear a nuestro bebé.
–Escuchemos el corazón de su bebé.
Subió el volumen para escuchar el corazón, puso una cara de confusión y comenzó y monitorear de nuevo.
–¿Pasa algo doctora? – preguntó Carson.
–¿Está bien nuestro bebé?
–¡Felicitaciones, van a tener gemelos!
–¡Gemelos! – dije.
Carson no dijo nada sólo se escuchó un golpe duro en el piso y cuando volteé a verlo estaba en el piso, la obstetra me dio papel para limpiarme el gel, me lo limpié rápido y ayudé a la obstetra para despertar a Carson.
–Carson, cariño, despierta.
Lentamente fue abriendo los ojos, con ayuda de la obstetra lo sentamos en uno de los sillones, Carson no hablaba, estaba sorprendido.
–Le entrego su ecografía.
–¿Logró ver el sexo de los bebés? – le pregunté.
–No, la posición que tenían no lo permitió, quizá en la próxima ecografía.
–Está bien.
–Felicitaciones a los dos, los bebés están muy sanos y todo va muy bien.
–Gracias. – contesté.
Salimos del consultorio, pagué a la secretaria, Carson seguía tratando de procesar la información, le dí la mano, caminamos fuera del hospital.
–Carson cariño, ¿me das las llaves del auto por favor?
–Creo que será mejor que conduzcas, aún estoy un poco atontado.
Me entregó las llaves, subimos al auto y comencé a conducir hasta casa.
–¿Te sientes bien cariño?
–Sí, un poco mejor.
–¿Qué te pareció la noticia?
–Muy buena. – dijo sin ninguna expresión en el rostro, eso me puso triste pero no lloraría, iba conduciendo y mi vista tenía que ir al frente, era una noticia muy buena, pero Carson seguía igual, no tenía expresión en el rostro.
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MI EGOCÉNTRICO FAVORITO
RomanceMi nombre es Ashley Johansson, tengo un hijo, vivimos con mi papá, nuestra vida va marchando bien, hasta que me obligan a casarme con el hijo de otro empresario, para fusionar las empresas de nuestros padres. Carson Clark un egocéntrico de lo peor...