CAPÍTULO 9

19.1K 1K 6
                                    

Abrí mis ojos, no podía dormir, eran las tres de la madrugada, estaba lloviendo, no había rayos, solo era la lluvia, me puse mi bata y agarré una cobija, me cubrí con ella y baje a la sala, me acosté en el sillón, creo que Carson me gusta, me gusta la forma en que trata a nuestros hijos, es un hombre responsable, respetuoso y cuando estamos juntos no divertimos, como ayer cuando bailamos, cuando se enoja me saca de quicio pero cuando esta feliz estamos bien, me gusta verlo sonreír, tiene una sonrisa hermosa, y sus ojos, si me mira fijamente me pierdo en ellos. Estaba perdida en mis pensamientos, hasta que escuché que alguien bajaba por las escaleras, volteé para ver quién era, era Carson.

–¿Qué haces aquí Ashley? Es temprano.

–Es que no podía dormir, así que baje.

–¿Por qué no puedes dormir?

–No lo sé, ¿tu qué haces aquí?

–No estabas en la habitación y baje a buscarte.

–Me levanté porque no quería despertarte.

–¿Quieres ver una película?, así te dará sueño y podrás dormirte.

–¿Estás seguro?

–Sí, tu escoge la película.

Se sentó en el sillón a mi lado, me levanté y puse una película, en la televisión, regresé al sillón, me senté a un lado de Carson, tomé     la cobija y la extendí para los dos, Carson pasó su brazo por atrás de mi, yo recargue mi cabeza en su hombro, estábamos viendo la película, comenzó a darme sueño y no me di cuenta cuando me quedé dormida. Sentí frío, abrí mis ojos lentamente, Carson estaba dormido, yo estaba acostada en su pecho, estábamos dormidos en el sillón, me moví un poco, Carson también se movió, me abrazó, me sentí cómoda así que cerré mis ojos y me volví a quedar dormida, más tarde escuché unas voces y risas, no abrí los ojos, hasta que gritaron.

–¡Buenos días!

Abrí mis ojos, miré a Carson, el también se había despertado, me senté para dejarlo que se estirara, Carson se estiró y se sentó.

–¡Buenos días pequeños!

–¡Buenos días niños!

–Mami, Jess y yo tenemos mucha hambre.

–Si mami, muchísima.

–Ahorita preparo algo.

–No, hoy me toca preparar el desayuno a mi.

–¿Cocinas?

–Claro que sí.

–¡Si que papi cocine! – dijo Jason.

–¡Si! – dijo Jess.

–Papi va a cocinar pero vayan a bañarse y a cambiarse.

Salieron corriendo como rayo, nosotros continuamos sentados en el sillón sin movernos.

–Parece que si pudiste dormir.

–No me di cuenta a que hora me quedé dormida.

–Digamos que no llegaste a media película, parece que me necesitabas para dormir, lo hubieras dicho antes, así no tendrías que haberte levantado.

–Sueñas, más bien tú me necesitas.

–¿Yo?

–Sí, no me encontraste en la habitación y bajaste a buscarme para poder dormir. – me levanté del sillón.

–Claro que no, solo era para asegurarme de que estuvieras bien. – Comencé a subir las escaleras hacia la habitación.

–Si claro, me voy a bañar, solo asegúrate de no quemar la cocina.

–Eres imposible. – dijo riéndose.

Entré a la habitación, mi pijama tenía el olor de Carson, tomé mi ropa, tome un suéter porque estaba muy frío, entre al baño y comencé a hacer mi rutina diaria, cuando terminé salí de la habitación directo a la cocina, los niños ya estaban sentados en el comedor, de la cocina salía un olor delicioso así que fui directo allí.

–Huele bien.

–Gracias.

–¿Qué estas preparando?

–Waffles y chocolate.

–Está perfecto, para este clima.

–Sí, está muy frío.

–¿Necesitas ayuda?

–No gracias, ya está todo listo, ve con los niños a la mesa y ahora llevo todo.

–Está bien.

Salí de la cocina, llegué al comedor, besé a los niños en sus cabecitas y me senté en el comedor, pasaron unos minutos, llegó Carson, nos dió el desayuno a cada quien y después se sentó, comenzamos a desayunar todos juntos, cuando terminamos de desayunar, recogí todos los trastes y comencé a lavarlos, los niños habían salido con Carson a pasear por ahí, cuando terminé de lavar los trastes fui a la habitación de los niños y la ordené , después fui a los baños y los limpié, entre a la habitación principal, estaba haciendo frío, encontré un suéter de Carson, era suave y cálido, me lo puse y continué limpiando la habitación, después el baño, ya había terminado todo, baje a la sala, puse una película y me senté en el sillón, cuando la película terminó yo estaba llorando, siempre había sido muy sentimental, en eso llegaron Carson y los niños, entraron corriendo a la sala.

–Mami ¿estás bien? – dijo Jason.

–¿Por qué lloras mami? – dijo Jess.

–Estoy bien, no se preocupen, estaba viendo una película.

–Pobre mami. – dijo Jess.

Jason y Jess se sentaron conmigo y me abrazaron, después se fueron corriendo a jugar, me quedé sentada en el sillón, Carson se paró enfrente de mi sonriendo.

–¿Por qué sonríes?

–No creí que fueras sentimental.

–Pues aunque no lo creas tengo sentimientos.

–Yo no dije que no tuvieras. – me levanté del sillón para ir por mi celular a la habitación.

–Pero lo insinuaste.

–No lo hice.

–Si, como si te creyera. – dije subiendo las escaleras.

–Te queda bien mi suéter.

–Gracias, es muy cómodo.

–Ya lo veo. – rodó los ojos.

–No me ruedes los ojos Carson.

–Yo no hice nada.

–Como si te creyera.

Solo se rió, entré a la habitación, los niños estaban en la cama dormidos, tenían sus juguetes ahí como si hubieran estado jugando y se quedaron dormidos, tomé sus juguetes y los cubrí con una cobija, besé sus cabecitas tomé mi celular, llevé los juguetes a la habitación de los niños, salí de la habitación y regresé a la sala, Carson estaba sentado en el sillón, me senté en el sillón, me quité los zapatos y subí los pies al sillón, comencé a revisar mi celular, Carson encendió la televisión y comenzó a ver fútbol americano.

–¿Dónde están los niños?

–Están dormidos en nuestra habitación.

–¿Qué estas viendo?

–Mis redes sociales.

–Está bien.

–¿A dónde fuiste a pasear con los niños?

–Los lleve por otro sendero cerca de aquí.

–Parece que se cansaron mucho.

–Sí.

Después de un rato me levanté y fui a la cocina para preparar la comida, estaba picando verduras mientras estaba cocinando el pollo, en eso entró Carson a la cocina.

–¿Necesitas ayuda?

–Si por favor, puedes picar las verduras.

–Está bien.

Carson comenzó a picar la verdura, yo continué cocinando el pollo, me ayudó a preparar la comida, cuando estaba todo lo dejé en la estufa, Carson fue a la sala para ver la televisión, yo subí a la habitación a despertar a los niños, me acerqué a la cama y comencé a darles besitos, comenzaron a moverse y abrieron sus ojitos lentamente.

–¡Hola pequeños!

–¡Mami! – dijo Jason.

–¡Mami! – dijo Jess.

–¿Cómo durmieron?

–¡Bien! – dijeron los dos al mismo tiempo.

–Muy bien, vayan a lavarse sus manitas porque papi y yo les preparamos la comida y ya va a estar lista.

Se levantaron de la cama y fueron al baño a lavarse las manos, yo salí de la habitación, fui a preparar el comedor, cuando ya estaban todos sentados serví la comida, nos sentamos todos a comer, después pasamos toda la tarde jugando juegos de mesa, cuando ya era hora de dormir, estaba lloviendo, llevamos a los niños a su habitación y los acostamos, después fuimos a la nuestra, fui al baño y me preparé para dormir, cuando salí Carson estaba mirando su celular.

–¿Qué haces?

–Estoy viendo las noticias.

–Okay.

Me acosté en la cama, el se levantó y fue al baño a prepararse para dormir, estaba mirando el techo, recordé el beso que nos dimos el día de la boda, ese beso había sido mucho mejor que los otros, besaba muy bien, me gustaría volver a besarlo pero eso no pasará a menos de que sea algún evento público, ahora nos llevamos mucho mejor que cuando nos conocimos, pensando en todo lo ocurrido sonreí, no me di cuenta que Carson estaba recargado el la puerta del baño.

–Podría apostar que esa sonrisa es por mi.

–¿Qué?

–Lo ves.

–Estas equivocado, yo no sonrío por ti.

–¿Entonces por quién?

–Mmm, no te diré.

–Bueno, haz lo que quieras ya es tarde y es hora de dormir.

–Me parece bien, buenas noches.

–Buenas noches.

Me volteé dándole la espalda y me cubrí con la cobija y cerré mis ojos, sentí la cama hundirse cuando se acostó Carson, al instante cayó dormido, estaba a punto de dormirme, cuando se abrió la puerta, eran los niños.

–Niños ¿qué hacen despiertos a esta hora?

–Mami, Jess y yo tenemos miedo.

–Si mami, ¿podemos dormir aquí con ustedes?

–Está bien, súbanse con mucho cuidado para que no despierten a su papá.

–Okay.

–Okay.

Se subieron lentamente, se acostaron los dos en el centro, los cubrí con la cobija, Jess se acostó a mi lado y después de ella Jason, ambos se acercaron hacia mi, puse mi mano sobre ellos y así nos quedamos dormidos. Abrí mis ojos, sentía algo pesado, Jess y Jason estaban acostados encima de mi, no me podía mover porque despertaría a los niños, giré mi cabeza y con mi mano comencé a darle unos toquecitos al hombro de Carson, comenzó a moverse y luego abrió los ojos lentamente, cuando me vio sonrió.

–¡Buenos días!

–Carson no grites, vas a despertar a los niños.

–Lo siento.

–¿Me ayudas?

–Espera.

Se levantó de la cama, creí que me ayudaría, pero tomó su celular.

–¿Qué vas a hacer?

–Tomarles una foto.

–Carson no se te ocurra.

–Demasiado tarde, mira que lindos se ven. – dijo mostrándome la foto.

–¿Me ayudarás?

–Sí, tranquila.

Se acercó y tomo a Jason en sus brazos, lo acostó en la cama, Jason ni se movió, después tomó a Jess, comenzó a moverse pero cuando la puso en la cama se quedó dormida, me levanté y me estiré.

–Gracias.

–No hay de que.

Fui al baño, me duché e hice mi rutina diaria, cuando terminé salí, Carson entró al baño, eran las ocho de la mañana, los niños dormirían más tiempo, bajé a la cocina, comencé a preparar café y puse en el tostador pan, después serví el café en dos tazas, una para Carson y una para mí, unos minutos después entró Carson a la cocina.

–Te preparé café.

–Gracias.

–No hay de que.

Tomó su taza y nos sentamos en la barra de la cocina, puso su celular a su lado, se encendió con una notificación, en el fondo de pantalla estaba la foto que había tomado.

–¿En serio tienes esa foto?

–Sí, me gustó, es la foto de mi familia.

–Si te gustó no diré nada.

Estuvimos hablando durante el desayuno, después preparé el desayuno de los niños, cuando se despertaron desayunaron, después salimos todos a caminar por el bosque. Durante los siguientes días la pasamos bien, el domingo en la mañana regresamos a la ciudad, fuimos a comer con nuestros padres, antes de la boda habíamos empacado todo para estar preparados, llegamos a casa de mi papá y recogimos nuestras cosas, cuando estaba todo fuimos directo a casa de Carson, la que ahora sería nuestra casa tambien.

MI EGOCÉNTRICO FAVORITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora