Había pasado un poco más de una semana desde que los niños se enfermaron, nos iríamos a la cabaña como lo habíamos hablado antes, los niños estaban con nuestros papás, Carson estaba subiendo las maletas mientras yo terminaba de acomodar una sorpresa que compré para nuestra luna de miel, estaba en la habitación recogiendo las últimas cosas cuando escuché que Carson me estaba hablando.
-Amor ¿ya estás lista?
-Ya voy.
Tome mis cosas y salí de la habitación, baje las escaleras y abracé a Carson por la espalda, el se dió la vuelta y me besó, tomó mi mano y salimos de la casa, nos subimos a la camioneta y nos quedamos unos segundos sin movernos.
-¿Lista?
-Sí, vámonos.
-Como usted órdene.
Carson encendió la camioneta y comenzó a conducir, tratamos de salir a nuestro destino en la tarde cuando el sol no estuviera tan fuerte, así llegaríamos en la noche a la cabaña, me quedé dormida al comenzar el camino, pero me desperté porque tenía hambre.
-Carson.
-¿Qué pasa cariño?
-Tengo hambre.
-Espera, aquí adelante hay una tienda y podemos comprar algo.
-Está bien.
Unos minutos después Carson bajó a la tienda, compró unos sándwiches, unos minutos después volvió con los sándwiches y agua, me entregó mi sándwich y mi botella de agua, se subió a la camioneta y continuamos con nuestro camino, comencé a comerme el sándwich, cuando terminé me acerqué a Carson y le di un beso en la mejilla, el sonrió, tomo mi mano y depositó un beso en ella.
-¿Estás emocionada?
-¡Sí! ¿Y tú?
-También.
-¿Falta mucho?
-Estamos a medio camino.
-Olvidé lo lejos que quedaba la cabaña.
-No te preocupes cuando estemos en la cabaña te olvidarás de todo.
-¿Está seguro señor Clark?
-Se lo aseguro señora Clark.
Me dió sueño y comencé a quedarme dormida. Me desperté porque tenía asco.
-¿Estás bien Cariño?
-Tengo asco, podrías abrir mi ventana por favor.
-Sí.
Carson abrió mi ventana, comencé a respirar el aire, unos minutos después se me pasó el asco, me recargué de nuevo un el asiento y cerré los ojos.
-¿Te sientes mejor?
-Sí, ya se me pasó, gracias.
-No hay de qué ¿quieres que cierre la ventana?
-Sí, por favor, esta haciendo frío.
Carson cerró la ventana, tomó mi mano, le dió un beso y la puso sobre mi pierna.
-¿Ya casi llegamos?
-Falta un poco menos.
-¿En serio?
-Sí. - dijo bostezando.
Estos últimos días Carson no había dormido bien, porque adelantaba trabajo en la noche para que no tuviera que trabajar en nuestra luna de miel y cuando se iba a dormir yo me despertaba con mis antojos, a veces no había en casa y tenía que salir a comprarlo.
-Te ves cansado. - dije acariciando su mejilla.
-Un poco, pero ya casi llegaremos.
-Yo te ayudo a conducir, tu descansa.
-Estoy bien no...
-Carson Clark, te dije que te ayudo a conducir.
-Está bien.
Nos bajamos de la camioneta y subimos intercambiados de lugar, comencé a conducir, Carson antes de que pudiera decir algo cayó dormido, estaba muy cansado, continué conduciendo por dos horas hasta que llegamos a nuestro destino, apagué la camioneta y me giré hasta Carson, lo moví lentamente.
-Carson, cariño, ya llegamos.
Lentamente abrió sus ojos azules, esos que me tienen loca, sonrió, nos bajamos de la camioneta, mientras yo abría la cabaña, Carson cargaba las maletas, entramos y cerré la cabaña, adentro estaba cálido, me quité el abrigo y ayudé a Carson a quitarse el suyo, subió las maletas a la habitación, tomé la sorpresa y entré directo al baño, comencé a cambiarme, era una lencería roja, no pude comprar una ajustada por mi vientre, estaba aún más grande, me puse una bata roja que venía con la lencería y salí del baño, Carson estaba sentado en la cama observando su celular, cuando escuchó la puerta del baño me miró enseguida, le sonreí.
-Tengo una sorpresa para ti.
-¿Y cuál es? - dijo coqueto.
-Pues... - desamarre mi bata y la deje caer al suelo..
-Pensaba dormirme pero creo que hoy nos quedaremos despiertos toda la noche.
-Eres un pervertido.
-Yo no estoy usando una lencería que deja ver todo.
-Pues yo si.
Se acercó a mi y comenzó a besarme, tomó mis piernas y me subió a su cadera, continuamos besándonos, me depositó suavemente en la cama y comenzó a quitarme la lencería, yo lo ayudé a quitarse su camisa, de un momento a otro estábamos desnudos.
-Te veías sexy con esa lencería pero te ves mejor sin ella.
-Lo dices porque me quieres.
-No, yo siempre digo la verdad.
-Estamos hablando demasiado.
-Y me dices que yo soy el pervertido...
Antes de que pudiera seguir hablando lo bese, el sonrió contra mis labios, sus besos comenzaron a bajar a mi cuello, dejo besos mojados por todo mi cuerpo, sus manos recorrieron cada espacio de mi cuerpo, hicimos el amor tantas veces como pudimos esa noche, cuando terminamos nos quedamos uno al lado del otro.
-Carson, ¿puedo preguntarte algo?
-Claro.
-¿Por qué me amas?
-Verás...mmm....
-No digas nada.
-Lo siento, no...
-No te disculpes.
-¿Puedo preguntarte algo?
-Sí.
-¿Por qué no te enojaste cuando no supe que responderte?
-Porque se que me amas, cuando intentas explicar porque amas, no sabes que decir o ni siquiera sabes el porqué, así es el amor, amas a una persona sin saber porqué.
Me abrazó y depositó un suave beso en mi cabeza, así en silencio nos quedamos durante mucho tiempo hasta que nos quedamos dormidos. Sentí claridad en los ojos, me desperté, Carson seguía dormido, me levanté con cuidado, me duché, hice mi rutina diaria, cuando terminé baje a la cocina y preparé el desayuno, acomodé el comedor y subí a la habitación, Carson estaba cambiándose, se acababa de bañar traía una toalla envuelta en la cintura, me quedé en el marco de la puerta observándolo.
-¿Le gusta la vista señora Clark?
-No tanto.
-Eso no dijiste anoche.
-¡Carson!
-Me encanta que te sonrojes.
-Eres malo.
-Te amo.
-Ya está el desayuno.
-Ahora voy.
-Está bien.
Salí de la habitación, fui a la cocina y serví el desayuno, nos sentamos en el comedor y desayunamos los dos juntos, después de eso nos pusimos nuestros abrigos y fuimos a caminar por un sendero, como me cansé muy rápido regresamos a la cabaña y nos sentamos a ver una película, vi el principio de la película, los ojos me pesaban y no supe cuando me quedé dormida, cuando abrí los ojos estaba en los créditos.
-¿Se terminó?
-Sí, te quedaste dormida.
-¿Y por qué no me despertaste?
-Porque yo también me quedé dormido.
Me reí, me senté y abracé a Carson, le di un beso en la mejilla y le dije:
-Si me hubieran dicho que estaría así contigo les hubiera lanzado un jarrón por la cabeza.
-Lo mismo hubiera hecho yo.
-¿Te gusta nuestra nueva vida?
-Sí, me gusta estar contigo, nuestros hijos, divertirnos como lo hacemos, soy feliz, no podría pedir más.
-Yo también soy feliz.
-¿Cuantos hijos más te gustaría tener?
-Creo que cuatro son suficientes. ¿Y a ti?
-Creo que cuatro están bien.
-Tengo hambre.
-¿Qué quieres comer?
-Pasta.
-Ahora te la preparo.
-Yo te ayudo.
-Está bien.
Nos levantamos del sillón y fuimos a la cocina los dos juntos, preparamos la comida, la dejamos cocinándose mientras nos sentamos en la sala a esperar, cuando estuvo la comida comimos los dos juntos, hablamos durante horas, me gustaba hablar con Carson, me sentía segura, feliz, en confianza, hablar con él es algo que me gusta y puedo hacerlo durante horas, limpiamos juntos y después nos sentamos a ver una película, cuando nos dimos cuenta ya había oscurecido.
-Carson ¿Qué hora es?
-Son las ocho y media.
-¿Podemos llamar a los niños?
-Claro, aún no se duermen y menos bajo los cuidados de sus abuelos.
-Sí, no se resisten a decirles que no.
Carson tomó su celular y comenzó a llamar por una videollamada a su papá.
-¡Hijo, ¿Cómo va todo por allá?
-Muy bien papá y ¿cómo están ustedes?
-Bien, ahora estamos jugando un juego de mesa.
-Me alegro, papá, Ashley y yo queremos ver a nuestros pequeños.
-¡Claro! ¡Niños, sus papás están hablando!
Los niños corrieron hasta el celular, el papá de Carson lo acomodó para que pudieran verse los dos juntos.
-¡Hola pequeños!
-¡Hola niños!
-¡Hola mami, Hola papi! - contestaron.
-¿Cómo están?
-Bien mami, estamos jugando con los abuelos. - contestó Jess.
-¿Se están divirtiéndo?
-Sí papi, los abuelos son muy divertidos. - contestó Jason.
-Me alegro.
-¿Cómo están nuestros hermanitos?
-Bien, se han portado muy bien. - contesté, Carson giró la cámara hacia mi vientre.
Hablamos durante unos minutos más porque los niños se fueron a jugar, Carson colgó estuvimos unos minutos más en la sala y después nos fuimos a la habitación porque teníamos sueño, al poner la cabeza en la almohada nos quedamos dormidos. Pasamos una semana grandiosa los dos juntos, el domingo por la tarde regresamos a casa, los niños se quedaron con sus abuelos, y al día siguiente fuimos a recogerlos.
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MI EGOCÉNTRICO FAVORITO
RomanceMi nombre es Ashley Johansson, tengo un hijo, vivimos con mi papá, nuestra vida va marchando bien, hasta que me obligan a casarme con el hijo de otro empresario, para fusionar las empresas de nuestros padres. Carson Clark un egocéntrico de lo peor...