Sueños de una Bailarina de Seventeen {Temporada 2} [Seventeen y Tú] +18

17 ~ Volvamos a casa

¿Saben? Ya paso un año de que todo esto comenzara. Mi carrera como bailarina estaba en la cima y recién eran mis inicios, estaba en pareja con el chico que hacía 5 años me gustaba, aunque él no me conocía en su entonces, tenía amigos en Argentina y en Corea. Mi familia se había agrandado de manera exponencial gracias a ellos, y por supuesto, viajaba por el mundo.

Cada sueño que había tenido durante toda mi corta existencia, se había cumplido, o se estaba cumpliendo.

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En horas llegábamos a Argentina, dormí muy poco y solo porque Mingyu me calmo durante el viaje. Él no quiso cambiarle el asiento a Vernon porque daba a la ventanilla y quería estar del lado del pasillo. Pero de igual forma Vernon estaba en los asientos de atrás, así que no estuvimos muy lejos.

Creo que de los 39 que somos, soy la única demasiado emocionada por llegar a Bueno Aires. Debo admitir que los chicos se fascinan cuando viajan y conocen nuevos lugares, y nuevos fans, pero lo mío era de otro nivel, yo iba a regresar a casa.

Al bajar del avión y pasar por las gigantescas puertas que nos llevaban hacia el exterior, logramos ver un vallado que se extendía un par de 10 metros, allí pude divisar a algunas personas que conocía del fandom del Kpop que había en Buenos Aires; Algunos bailarines de covers y ya, pero no había ningún amigo mío, era entendible, para empezar solo mis mejores amigos y mi familia sabían que venía, y yo les había dicho que no vinieran al aeropuerto porque sería un desmadre, no podría ir con ellos.

Luego de que algunos se sacaran fotos y firmaran autógrafos, me decidí por irme a la camioneta, la primera que tenía frente y me indicaba Jeon. Me senté y atrás mío entro Vernon, luego Hoshi, DK, Joshua, Mingyu y Suni.

Nos dirigimos a un hotel que era bastante lujoso, se llamaba Hotel Faena. Entramos y era inmenso, es muy hermoso. Eran las 5 am cuando llegamos, nos separamos en pequeños grupos y cada uno tomo una tarjeta magnética que abría las puertas de los cuartos. Me despedí de Vernon en el pasillo sin que nadie del staff nos viera, su habitación quedaba 4 puertas en frente de la mía.

Mande un mensaje a mi familia y a mis amigos... ''Llegamos, cuando me levanto les hablo''

Y caí rendida en la cama del lado de la ventana ya que, como dije, no había dormido mucho en el avión por la emoción.

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Era 5 de octubre y hoy en la noche me reuniría con mi grupo de amigos y mi familia. Era un miércoles caluroso, la primavera se estaba entrelazando con un verano que llegaba demasiado pronto.

Desde el lunes anterior estábamos yendo a ensayar al Luna Park, el cual estaba ambientado de forma extraña, algunos sectores habían puestos de comida, el escenario era como veníamos usándolo, salían 3 pasarelas las cuales se unían en un escenario más pequeño en la otra punta del lugar. Nosotros actuaríamos el 22 de octubre.

Me dirigía a mi casa en el micro que solía tomar, pasar por cada barrio me traía una nostalgia increíble, Almagro, Villa Crespo, Paternal para finalmente llegar a Villa del Parque. Me baje y mi barrio seguía exactamente igual. Camine algunas cuadras más y llegue a casa.

Mi familia vive en un departamento, pero ese día habría bastantes personas ahí. Daban exactamente las 20 horas. El sol ya se había ocultado y abrí la puerta del pequeño hall que conectaba a las escaleras, las cuales subí agotadoramente como siempre lo había hecho. Puse la llave en la cerradura y abrí la puerta del departamento. Allí se encontraban todos. Mi mama, su esposo, Pablo, mi hermana y mi hermanito de, ahora, 3 años. También estaban mis amigos, Abel, Meli, Ro, Lau, Caius, Nico, Fran, Zer y Eve. Habían venido todos. Mis ojos se llenaron de lágrimas y comencé a llorar mientras los saludaba uno por uno.