¡¿COMO DEMONIOS PUEDES SER TAN ESTUPIDA?!

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- ¿Puedes bajarte de ahí? Das un poco de...

- ¿Miedo? Ya, bueno. -Con una agilidad sobrenatural dio un gran salto aterrizando justo frente a la felina, colocando su rostro peligrosamente cerca de la contraria. - Viniendo de vosotros no sería algo nuevo ¿Verdad? - Hablo con una sonrisa arrogante mientras la menor la miraba con desaprobación.

-Sabes que no fue por eso.

- ¿No? ¿Entonces por qué? - Su agria sonrisa seguía perenne.

-Eso es algo que los altos mandos decidieron mantener en secreto. - La morena apartó la mirada.

-Oh si, muy conveniente. - Dijo con un falso positivismo. La menor volvió a mirar, un tanto más determinada, a la rubia.

-Es el protocolo Adora, no hay conveniencia ninguna. ¡Y de todos modos! ¿Qué haces en la Tierra?

-Sabes que no soy mucho de calor, bueno, no de ese tipo de calor al menos. - Catra rodó los ojos.

-Tan vulgar como siempre por lo que veo.

-Y tú tan casta como siempre. -Una pequeña risa surgió de la más alta mientras se acercaba más y más a los labios de la castaña colocando sus manos en las caderas de la contraria. -Vamos... sé que me has echado de menos. - Poco a poco se acercaba, sus labios casi rozándose, hasta que la mano de Catra tapó la boca de Adora, quien la miró con confusión e, irónicamente, inocencia a una morena de rostro serio.

-Al contrario que tú, yo tengo reglas que seguir. Además, no caigo ante el primer pecado que se me ponga enfrente. - Nuevamente una carcajada engreída de parte de la rubia mientras lentamente retrocedía un par de pasos.

-Bueno...- Pasó su mano por su cabeza, apartando los rubios cabellos de su melena suelta de su rostro. - Supongo que Glimmer no pensaba igual. - Ante la mención de su antigua amiga el rostro de la morena se crispó.

Alzó su mano y sobre la palma de la misma apareció un mango blanco con detalles dorados, dio un rápido movimiento apareciendo desde aquel mango un látigo centelleante.

-Uhhhhh- La sonrisa de Adora no desaparecía, manteniéndose ahora junto a una ceja alzada. - ¿Sabes? Muchas personas que se creen S resultan ser M ¿Interesante no? - La castaña chasqueó su lengua, frunciendo su ceño ante ese comentario.

La menor dio un latigazo al aire provocando que Adora tuviera que dar un gran salto hacia atrás y haciendo que un círculo mágico dorado surgiera donde antes no había nada. Antes de que la rubia pudiera hacer otro comentario jocoso Catra volvió a dar un latigazo, esta vez hacia aquel hechizo. Una luz cegadora apareció y como apareció desapareció, llevándose con ella a la angelical felina.

Un suspiro rompió el abrupto silencio que se formó ante aquel efímero espectáculo de luces. - Que aburrida te has vuelto.

- ¡AHG NO LA SOPORTO! ¡¿Quién se cree que es?!- Aquella felina de cabello corto, traje blanco inmaculado de detalles dorados y pies descalzos daba vueltas por la habitación como un intento de deshacerse de su enfado.

-Pues... una de los cuatro jinetes, obviamente ¿De verdad creías que iba a hacerle caso a algo o alguien? Es decir... lleva como que miles de años viviendo sin que nadie mande sobre ella y encima le coronaron como el jinete de la guerra, se dedica, literalmente, a crear conflicto.

La, ya en ese momento, nerviosa ángel observó con visible irritación a su viejo amigo. Un ángel moreno de mocasines, pantalones y cinturón, de hebilla dorada, blancos, con una chaqueta de traje, igualmente blanca, abierta dejando así ver una camiseta dorada con un gran corazón rojo en el pecho y su abdomen siempre a la vista. Aquel viejo conocido le observaba con mirada divertida mientras se cruzaba de piernas y apoyaba su brazo en la cornisa de una ventana que, pareciese, daba a un infinito mar de nubes.

De virtudes a pecados. (Catradora UA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora