De virtudes a pecados. (Catradora UA)

¿¡Por qué eres incapaz de respetar nada?!

Aquella enfurecida ángel caída se dirigía con furia hacia la receptora de sus insultos hasta que una morena peli azul se interpuso en su camino empujándola para que retrocediera. Vestía con chaqueta y tacones blancos acompasado por un crop top y unos pantalones de talle alto de color azul.

-Ni se te ocurra maldita caída. - Una sonrisa sombría apareció en el rostro de la rubia.

- ¿Cómo me has llamado? - Mermista le respondió con una sonrisa similar.

-Si mal no recuerdo no tenías problemas de audición ¿Te has vuelto aún más defectuosa o qué? - Por los rostros de ambas era evidente que esta trifulca iba a llegar a más, de no haber sido porque alguien decidió tirar del cuello de la camisa de la morena haciéndole retroceder.

-Relájate. - La felina miró a la rubia con ceño fruncido. - ¿Qué haces aquí Adora? No puedes entrar al cielo. - La expresión de enfado de la rubia cambió radicalmente mostrando una sonrisa ladina y soberbia acompasada por una pequeña carcajada de su acompañante.

- ¿Nos vas a echar tú gatita? - El tono y palabras de la mayor provocaron que Catra se tensara, algo que se reflejó en su rostro. Bow posó la mano sobre su hombro, cruzando miradas y consiguiendo relajar a la morena quien respiro profundo antes de volver a hablar.

-No queremos conflicto, así que por favor iros sin causar problemas.

-Oh, mira Adora, parece que se cree que nos puede mandar. -Glimmer le dio un codazo juguetón en el costado a la mencionada.

Una pequeña carcajada egocéntrica surgió de la rubia. -Oye, oye gatita. - Adora sujetó suavemente el mentón de la castaña acercando sus rostros. - Y nosotras que veníamos aquí para ayudar, que grosera. - La menor mantuvo un rostro inexpresivo intentando no mostrar el menor atisbo de molestia, aunque desgraciadamente un leve tic en su ceja le delataba.

-No necesitamos ayuda. - Masculló entre dientes provocando una sonrisa victoriosa en la contraria.

- ¿¡Qué tal si muestras un poco de respeto!? ¡Apestosa caída! - Irrumpió una enfurecida Mermista que era retenida por Bow. La sonrisa de la rubia se desvaneció y sin mostrar alguna expresión en particular se apartó de la castaña y comenzó a avanzar hacia Mermista.

- ¡NO! ¡Adora espera! - Un gritó salió de la felina al posar su mano sobre el hombro de la rubia. De su palma salía humo debido al contacto que tuvo con el cuerpo de la mayor. - ¡Mermista! ¡Discúlpate!

- ¿Qué? - Fue lo único que pudo decir una confundida Mermista.

- ¡Sus ojos! - Fue todo lo que necesitó la castaña para que la peli azul tornara su rostro en uno de clara preocupación. Bow se puso frente a ella con la intención de protegerla de una, cada vez más cercana, Adora, sin embargo, y de la nada, apareció Glimmer delante de un sorprendido Bow que sin previo aviso fue lanzado por los aires.

-No molestes. - Fue lo único que dijo la menor con un tono monótono antes de apartarse de la ruta, ahora libre, que había tomado la rubia, nadie más se movía, nadie más se atrevía a hacerlo.

-Yo soy Guerra, una de los 4 jinetes del apocalipsis, yo soy ira y soy envidia, yo soy la violencia, la fuerza, la sangre, el odio y el dolor, pero, ante todo, - Adora se detuvo frente a una empequeñecida Mermista. - soy el ser más poderoso del inframundo. - Bajó su rostro para colocarse a la altura de los ojos de la peli azul. Sus ojos, antes azules como el cielo más brillante, ahora eran rojos, un rojo carmesí que ardía por cuenta propia, aquellas retinas observaban con infinita indiferencia a la más pequeña quien se perdió en lo que parecía un mar de gritos de millones de almas en pena.-Cargo con dos de los 7 pecados capitales a mis espaldas y sin embargo una simple virtud con un poder mediocre cree poder insultarme y salirse con la suya solo porque cree que me interesa evitar otra guerra santa, solo tú eres tan estúpida para creer que el jinete de la Guerra está interesado en evitar una. Aquí eres tú quien debe respetarme a mí.