Capítulo 1.

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Torre de los vengadores, 02:07 am

Natasha se encontraba girando sobre sí misma en su cama, enredándose en las finas sábanas de verano mientras intentaba volver a conciliar el sueño, lo cual se le imposibilitaba por el estruendo que estaba haciendo Tony en el laboratorio.

Había cerrado la puerta a cal y canto, cerrado las ventanas y hasta cubierto su cabeza con el dúo de almohadas blancas de su cama, pero su desarrollado sentido auditivo seguía escuchando el ruido. Estar siempre alerta era una de las muchas habilidades de las cuales estaba orgullosa, pero en estos casos se maldecía así misma, pues para ella era imposible dormir si no se encontraba en un ambiente de total silencio y calma.

Con un gruñido molesto se dio por vencida, quitándose las sábanas y almohadas que la cubrían totalmente, que ya empezaban a darle demasiada calor hasta el punto de volverse incómodo, y se levantó, apoyando sus pies desnudos en el frío suelo y sintiendo un alivio inmediato.

Abrió la puerta de su habitación y caminó descalza fuera de ella, vestida con la camiseta y los pantalones cortos que solía dormir. Acostumbrada a no hacer ruido al caminar debido a su entrenamiento, se dirigió sigilosamente a la cocina del complejo con la intención de prepararse un café y buscar algo con lo que matar el tiempo hasta el amanecer.

Llegando a la cocina vio una leve luz salir de allí, y reconoció la presencia de Steve entre las sombras.

- Hola cap. -Dijo Natasha con una media sonrisa, entrando en la cocina, lo suficientemente alto como para que el hombre la escuchase.

Steve, que estaba sentado al rededor de la gran isla de la cocina, rellenando los pasatiempos de un periódico bajo la tenue luz de una lamparilla y comiendo unos donuts glaseados en el proceso se sobresaltó, aunque después de pasar tanto tiempo con ella ya debería estar acostumbrado al sigilo que caracterizaba a Natasha.

- Tú tampoco puedes dormir? - dijo él a modo de saludo apartando a un lado lo que estaba haciendo y girando sobre la silla para enfocarse en Natasha.

Mientras, ella rellenaba la cafetera y la ponía al fuego 

Dio un leve asentimiento de hombros como respuesta mientras se encargaba de rellenar la cafetera con agua, añadir el café en polvo y ponerla al fuego durante unos minutos.

- ¿Qué cojones hace en el laboratorio a estas horas? Pensándolo mejor no me importa, pero por qué hace tanto ruido? - escupió molesta, Natasha no necesitaba dormir más de 5 o 6 horas diarias pero se enfadaba mucho cuando alguien las interrumpía.

- Nat, vocabulario - le dijo Steve y antes de que ella tuviese tiempo a replicar siguió hablando - no debería decírtelo aún porque se suponía que era una sorpresa, pero está fabricando nuevas armas y también tiene algo especial para ti. - Steve sabía que aunque Natasha no lo demostrase, se le ablandaba el corazón cuando las personas pensaban en ella.

- Mmpf - farfulló la mujer algo avergonzada.

Mientras Natasha se servía en su taza roja favorita una cantidad considerable de café negro sin azúcar, en la cara de Steve se dibujó una pequeña sonrisa burlona al ver la actitud infantil de su compañera.

Ella, al ver la burla en la cara de Steve, le dio un fuerte puñetazo amistoso en el hombro y se sentó a su lado para disfrutar de su bebida, mientras le cogía sin permiso uno de sus donuts.

Una nueva vengadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora