17. La visión

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Me encuentro frente a la casa de Sergio. Este siempre ha sido un barrio tranquilo, es el típico de gente con un poco de dinero o al menos eso es lo que recuerdo.

Solíamos pasear por la plaza o quedarnos en el porche admirando su hermoso jardín mientras hablábamos de cualquier cosa.

Llamo a la puerta y de ella una mujer de cincuenta o alrededores la abre. Lleva puesto un batín y parece cansada.

-Hola cariño, pasa pasa.

Entro silenciosa, hace mucho que no entro aquí y muchos recuerdos vienen a mi cabeza.

Recuerdo un día en el que me vino a buscar a casa y al entrar todo estaba oscuro.

-Podrías encender la luz no?-Le dije intentando no chocarme con nada.

-No, así es más emocionante- Empezó a guiarme por un pasillo lleno de luces hasta su habitación. Allí descansaba sobre su cama una película y un cuenco lleno de palomitas.

-Preparada para celebrar nuestro cuarto mes?- Sonreía de manera tan real que ahora mismo no me entra en la cabeza que todo fuera una mentira.

-Abigail, ¿Estás bien? ¿Quieres algo de tomar?

-Un poco de té estaría bien, gracias.

-Acompáñame. ¿Hace cuanto que vistes a mi hijo?-Va directa

-Hace unas semanas, no sabría decirte el día exactamente. Me envió una carta diciendo que quería verme y que tenía unas semanas libres. Me presenté, claro que lo hice, pero con mi pareja y mi amigo, a pesar de que no se lo esperaba se controló.

Ella me mira sorprendida. La tetera suena y de manera directa la apaga y me sirve.

-Hace cuanto que se lo detectaron?-Ella sopla la taza y me mira.

-Aproximadamente 6 años.Es muy leve y por eso no le dábamos importancia pero igualmente debe de medicarse y no sé si lo está haciendo. La niña esa, creo que se llama Andrea, lo está llevando por el mal camino. Cada vez está más nervioso, o come mucho o muy poco y lo mismo con dormir. No estoy segura de que esté aumentando pero debe de volver e ir a terapia. Temo que le pase algo.

-La entiende señora yo podría ayudarla si quiere, Andrea me lo hizo pasar muy mal durante años.

-Lo siento tanto.

-No pasa nada- Ella asiente sorbiendo el té- ¿Podría preguntarle algo?

Deja la taza en la mesa y se acomoda en su asiento. No tengo muy claro el querer preguntarle esto, pero lo necesito.

-¿Usted como veía a mis padres?-Asombrada y dudosa se acerca más a mi

-A qué te refieres querida?- Tuerce el ceño

-Me refiero si usted sabe algo de lo que pasó.- Se lleva una mano a su barbilla pensativa y delicadamente responde.

-Bueno, uno nunca sabe cómo son en realidad las personas con las que te relacionas pero no creo que fueran malas. Todo el mundo se relaciona diferente, todo el mundo cae mejor o peor. No puedes esperar que todo vaya muy bien o muy mal.

Cuando yo quedaba con tus padres todo iba de maravilla hasta que por alguien acababamos yéndonos.

Tus padres no estaban muy bien entre ellos cariño, debían de alejarse. Debían de tener un tiempo para pensar si eso era lo que querían, si esa era la vida que deseaban. El director de un hospital tiene mucho que hacer y todos sabemos que tu padre no sabía organizarse bien. Y tu madre era tu madre. Igual de cascarrabias que sergio, todo debía de salir perfecto y por eso era buena en su trabajo. Siento mucho lo que pasó cariño, pero ahora están en un mejor lugar.

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