2. Nuevo hogar

48 9 9
                                    

Había pasado como una hora y al despertar observo a una chica en la misma silla
donde estaba Grayson.

-Por fin despiertas tia, ¿Por que me miras con cara rara? Doy yo, Estela, tu mejor
amiga. ¿Hola?

-Perdón no te había reconocido, ¿Cómo estás?

-Eso te lo debería de decir yo nena, como la estás pasando,¿ Te duele algo? ¿Aviso a
un doctor? ¿Por cierto quien es ese buenorro de ahí fuera?

-Demasiadas preguntas Estela, supongo que estoy bien, y el es Grayson, se supone que es mi tutor legal. Por cierto tengo que decir algo.

-Suéltalo nena, soy todo oídos.

-Me mudo a Seattle.

-¡¿QUEEE?!

-No chilles, él vive allí asique me he de mudar, pero podemos seguir hablando
por teléfono y a veces podríamos viajar.

-Ostras tía y ahora me sueltas eso? q se me va a correr el rímel de tanto llorar,
aunque ya me he derretido cuando he visto al tal Grayson.

-Shh Estelaa, ¡Que te puede oír!

-Es la verdad, y debe de estar orgulloso de ser un dios griego, y tu deberías de
alegrarte vivirás con uno.

-Anda cállate que viene. -Cuando se da cuenta, se arregla rápidamente la ropa. Hay que ver que liga hasta en un hospital.

-Abigail, ya me han dado los papeles del alta, el avión sale en 4 horas así que
puedes despedirte de ella, después comeremos algo en el aeropuerto.

-Yo si q te comería a ti guapo. - Murmura estela, sin cortarse.

-¡Estela calla!, vale, ¿ nos dejas un momento a solas?

-Claro, te espero fuera.

-Vale a ver, nos llamamos todas las noches, intentaré viajar en Navidad y tu en
verano, y no te olvides de mi por favor.

-Claro q no me voy a olvidar, tu liga mucho, estudia y se feliz vale? No dejes que
la muerte de tus padres te haga ser la persona más infeliz del mundo.

-Te quiero Estela.

-Y yo a ti nena.

...................................................................

Después de comer en un bar que había en el aeropuerto, una voz nos llamaba
para abordar, así que Grayson insistió en pagar y nos dirigimos a la puerta de
embarque.

-Última llamada al vuelo 234, dirección Seattle. -

-Supongo que deberíamos entrar ya no?

Los nervios me podían, mientras comíamos, Grayson me había contado que competía casa con su hermano Aiden. Vivían en la casa heredada de su abuela Rosalie.
También había comentado que su madre tenía muchas ganas de verme, yo la verdad es que no me acordaba del rostro de esa señora pero por lo que decía ella me conocía bien.

Seguimos caminando por el pasillo y me fijé en que él solo llevaba una maleta muy pequeña y yo apenas llevaba el bolso que estaba en mi coche. Hablando del coche, he decidido dejárselo a Estela, ya que siempre íbamos juntas con él y se que ella lo aprovechará al máximo, espero que no haga nada que haga que me arrepienta.

Nos quedaban 14 horas aburridas metidas en el avión y apenas tenía batería así que lo único que me quedaba era dormir.
Me puse a pensar que en verdad nunca había tenido una buena relación con mi madre Elisa, ella no aceptaba que no quisiera estudiar medicina como ella, y mi padre, simplemente
no entraba en la discusión. Él, Cristopher, siempre había querido que yo fuera feliz y por eso me llevó a una escuela de música, allí me sentía libre, sentía que podía descansar de las peleas con mamá y hacer lo que me gustaba sin que nadie me juzgara. Decido cerrar mis ojos y dejar mis pensamientos a un lado, necesito descansar.
...

Ayúdame a descubrirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora