3. La verdad

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Me despierto a las 9am y lo primero que me impide dormir es la luz, debí de haber bajado la persiana al acostarme.
Lo siguiente es la música, hay música puesta a tope, así que me levanto dispuesta a bajarla y cuando llego a la cocina no puedo evitar sacar el móvil sin que se de cuenta y hacerle una foto. Aiden está preparando lo que se supone que es un desayuno y mientras va bailando, aunque no sé  se le puede llamar bailar a eso. Al girarse se asusta como si hubiera visto un fantasma y chilla sobresaltandome.

-Que susto por dios-Lleva una mano al corazón mientras intenta recuperarse. Yo rio sin poder parar y me acerco a darle los buenos dias.

-Buenos días Aiden, aunque mañana podrías poner la música más bajita.

-La música ayuda a empezar bien el día, no te quejes que encima os hago el desayuno. - Y como si la palabra fuera magia, de las escaleras baja un adormilado Grayson.

-Buenos días Grayson.

-Buenos días pequeña, ¿Cómo has dormido?

-Bueno, si Aiden no me hubiera despertado pronto estaría mejor.

-Abi son las 9- replica Aiden mirándome como si despertarme pronto fuera normal.

-Bueno, yo en Madrid siempre me levantaba a las 10 y pico cuando era fiesta.

-Abi, creo q va siendo hora de enseñarte las reglas de casa.

-¿Las reglas?¿Por qué me está entrando miedo solo de pensarlo?- En casa no solíamos tener reglas, simplemente debía de avisar dónde estaba y ya.

-Tranquila pequeña son las típicas.

-Si viene alguien contigo avisa, avisa si sales, te vamos a buscar después de las fiestas, no beber demasiado como para tener un coma etílico, todas las mañanas salimos a correr y hay que dividirse las tareas. Creo que eso es todo.

-Está bien, por lo que veo son pocas así que no me costará recordarlas. Pero sobre lo de correr, ¿Puedo negarme?

-Bueno ahora sube a cambiarte que nos vamos a comprar lo que te falta.- Dijo Grayson.

Rápido subí las escaleras y me puse la ropa del día anterior. Al mirarme en el espejo pude observar unas notables ojeras. Me habían salido granos por todo el estrés y mi cuerpo necesitaba una ducha.

Grayson y Aiden me estaban esperando junto al coche. Un precioso audi que les debía de haber costado bastante.
El centro comercial era enorme. Tenía un aire pintoresco y mucho arte alrededor. Mis ojos observaban colores y millones de colores, observaban cuadros y esculturas. En efecto, este iba a ser mi lugar favorito.

-Bienvenida a La Parada, el centro comercial más grande de Seattle.- Aiden extiende los brazos como si lo presentara.

-Es gigante.- Los dos asienten.

-Empezaremos con lo más básico, la ropa interior.-¿Ropa interior?
¿Yo voy a comprar ropa interior con ellos? Que vergüenza.

-No pongas cara de susto pequeña, no vamos a interferir en tus gustos, simplemente coje lo que te apetezca y ya.

-Está bien, pues venga-

Lo primero que cogí eran dos packs de bragas normales, porque las de algodón siempre eran las más cómodas, después seguí con los sujetadores, lo cual se puso un poco incómodo porque Aiden me enseñaba de encaje y aunque eran preciosos solo encogí 3 de esos, los demás iban a ser lisos.

Por último les indiqué que necesitaba algún top deportivo, fuimos a la sección y escogí.

Me sabía muy mal que pagarán ellos, pero tampoco podía hacer nada, yo necesitaba ropa y no tenía ahorros, además de que ellos insistieron en que no me preocupara.

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