14. Los Adams

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Las clases han acabado.

Me encuentro en la entrada del colegio esperando a Grayson.Hoy hemos decidido ir a donde los Adams. Queremos que esto acabe cuanto antes para no tener problemas y poder seguir con nuestra vida normal, si es que la podemos llamar normal.

Diciembre está cerca y el frío ha aumentado bastante, por eso siempre intento salir abrigada para no morir de una hipotermia pero al salir con prisas y ahora estar sentada en el asfalto, empiezo a notar el frío colarse e intento abrocharme más la chaqueta.

Mi teléfono tiene muy poca batería y temo que si lo abro para llamar se me apague asique me quedo apoyada en la pared esperando.

Escucho el ruido de las llantas aparcar bruscamente en la carretera y la puerta cerrarse de golpe.

Levanto la mirada y lo veo. Lleva su gabardina oscura y va con esos pantalones ajustados que le quedan tan bien. Se acerca a mí y yo me levanto sacudiendo el polvo de mi trasero.

-Perdón por llegar tan tarde.

-Solo han sido diez minutos Grayson, no te preocupes.- Lo tranquilizo.

-De verdad que lo siento, me he retrasado por la uni y encima tenía que ducharme pe..-Lo interrumpo.

-Eh, que no pasa nada- repito- Anda vamos, que me muero de frío. -Lo agarro del brazo y me cuelgo la mochila en el hombro. Al entrar, el calor de la calefacción y el olor a jazmín del difusor embriagan el coche. Mis mejillas sienten el cambio de temperatura y acerco mis manos a la rejilla para entrar en calor.

Me sobresalto al sentir algo y me doy cuenta de que Grayson ha puesto su abrigo en mí para calentarme más rápido.

-Gracias..-Agradezco

-No quiero que enfermes y menos por mi culpa- río por su comentario sobandome la nariz ahora roja.

-No quiero que enfermes y menos por mi culpa- río por su comentario sobandome la nariz ahora roja

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-Hemos llegado- Avisa.

Nos encontramos frente a la casa de los Adams, bueno, más bien frente a una gigantesca casa. Es una zona privada bastante grande ( como no) y de ella sale un grupo de 6 personas.

Me quedo mirando un rato hacia ellos sin saber que hacer o cómo actuar.

-No tengas miedo pequeña, no nos harán nada.

-Buenas tardes familias Jefferson y Lancaster, es un honor recibirles en nuestro hogar. Veo que obtuvieron con gran facilidad nuestra invitación.

-Es un privilegio para nosotros haber recibido su llamada. Les presento a Abigail Lancaster Brown.

-Encantados, nosotros somos Regina y Michael, y estos son nuestros hijos Lauren, Helena, Ryan y Marc. Pasen, tenemos muchas cosas de las que hablar.

Grayson apoya su mano en mi espalda y me invita a ir delante de él.
El interior es peculiar, es como si estuviera sacado de una película de reyes y príncipes.

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