❛❛ 🐺;; A día de hoy no tengo idea de cómo los
sigo aguantando.
🐥;; Nos aguanta porque nos ama u.u
🐿️;; Le hablaba formal y todo el Lix, viste? 🤡
🐥;; Cállate baboso 👺
🐿️;; Tú primero 👺
🦊;; DENLE...
Kai apenas había podido dormir pensando en su hyung. No podía llamarlo, ser su confidente, preguntarle dónde está y guardar el secreto solo para ambos. No, esta vez no podía, SooBin había dejado su celular en casa y eso le ponía mucho más nervioso.
Las puntas de sus descalzos pies tocaron el frío suelo, mandando una ola de escalofríos a todo su cuerpo. Tomó una manta de su cama, envolviéndose en ella para luego caminar hasta sus pantuflas y colocárselas, no sin antes tomar en brazos el peluche de pingüino que SooBin le había regalado en el intercambio de Navidad. La mañana había amanecido bastante fría, estaba casi seguro que estarían debajo de los cero grados.
¿SooBin estaría en una cama calentita? ¿Estaría pasando frío? ¿Tendría a alguien para apoyarse si se sentía mal?
Kai se sentía impotente. Quería ir corriendo hasta su hyung y abrazarlo, hacerle saber que siempre contará con él sin importar qué. Pero claro, no podía. No tenía la menor idea de dónde se encontraba.
Salió de su habitación, dirigiéndose hasta la sala y se sentó en un pequeño sofá cerca de una ventana. Miró a través de ella, perdiéndose en sus pensamientos. ¿Lo peor? Todos eran sobre su líder.
Lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas inconscientemente. No podía pararlas, tampoco le importaba hacerlo.
¿Qué pasaría si no lo volvía a ver? ¿Qué tal si lo odiaba? ¿Habrá sido por el berrinche que hizo un día antes de que desapareciera? ¿Y si había caído en depresión? ¿Y si se había...? No. No podría... ¿Cierto?
Cada pensamiento era peor, imaginaba los peores escenarios. No podía controlarlo, estaba sumamente preocupado. No podía hacer nada tampoco, la impotencia lo consumía. Quería apagar sus pensamientos de una buena vez, ¿pero cómo?
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—Ayer preguntaron por ti en el grupo.
Las palabras de su mayor hicieron que se tensara inmediatamente. Le miró, un tanto asustado.
—¿Q-Qué les dijiste?
—Nada. Me hice el sorprendido. —. Se encogió de hombros, SooBin sacando el aire que estaba reteniendo.
—Gracias...
—No es nada, pero en serio, ¿cuánto piensas seguir? Digo, no me molesta en lo absoluto que estés aquí, pero ellos realmente se ven preocupados...
Choi simplemente se quedó callado.
—Piensa tan solo en decirles dónde estás... ¿Sí?
Siguió sin responder, acariciando delicadamente con sus dedos las sábanas debajo de él. Realmente no sabía cuánto tiempo querría seguir con ello.
—Estaré en la sala viendo una película con los chicos por si necesitas algo o quieres unírtenos, ¿sí?
