Tú y Yo

Capítulo 10

Daniel

Hoy día me voy a casar con Amelia y, mierda, estoy un poco nervioso. Todo está más que listo, la organizadora de bodas revisó nuevamente todo. Ayer tuve una despedida de soltero, salí a competir a unas carreras clandestinas en Francia con mis amigos y la pasé bien. Me estaba arreglando mi esmoquin negro, me veía bien pero también aproveché de soltarme los dos primeros botones de mi camisa. De repente, llegó Javier a la habitación.

- Daniel, estamos listos - Me miro fijamente - Te ves bien, solamente te falta ponerte la corbata y listo

- Yo no uso corbatas, así que a la mierda - Puso los ojos en blanco - Yo decido cómo voy a ir así que ni creas que me vas a convencer 

- Cómo quieras - Sonreí levemente - Oye, me mostraron la foto de cómo se veía las damas de honor y se ven muy bien, especialmente Josefa, joder 

- Javier, ni se te ocurra hacer una gilipollez - Lo mire fijamente - Te lo estoy advirtiendo, este día es importante para mí y mucho más para Amelia 

- Tranquilo, no voy a hacer nada, por cierto, Amelia se veía bellísima - Le lancé una mirada asesina - No me mires así, soy honesto y además va a ser tú esposa, no la mía 

En ese instante, alguien entró a la habitación y sé acercó hacía nosotros. Era mi papá, joder, no me lo esperaba ya que nos íbamos a encontrar en el Valle de Loira.

- Hijo, te ves muy bien - Sonrió - Sé que nos íbamos a encontrar en el lugar dónde iba a ser el casamiento pero antes tenía que decirte algunas cosas. Te deseo lo mejor con Amelia, es una excelente mujer y sé que ambos van a ser muy felices, nuestra relación no es la mejor pero aún así siempre quiero lo mejor para ti 

Vaya, esto no me lo esperaba. Mi papá muy pocas veces decía ese tipo de cosas a la gente, y una parte de mí, una muy pequeña, esta un poco agradecido por sus palabras. Sé acercó más a mí y puso una mano en mi hombro. 

- Gracias papá - Asintió - Ahora nos tenemos que ir, no quiero que Amelia llegué antes 

- Si, apúrate - Dijo Javier - No querrás que la novia llegué primero

Nos fuimos del hotel, nos subimos al auto y nos dirigimos a Valle de Loira. Al llegar unos minutos después, los invitados habían llegado y nos fuimos al jardín de Valle de Loira. Cuando llegué al jardín todo se veía muy bien, la organizadora de bodas había hecho un gran trabajo y los invitados ya se habían sentado en sus sillas. Yo estaba parado, esperando a Amelia junto con él cura, los padrinos estaban al lado mío. Estaba tranquilo hasta que el sacerdote decidió hablarme. 

- Hijo, te ves tranquilo - Sonrió  - Me alegra que estés así, hay algunos novios que están muy nerviosos 

- Si lo estoy, pero muy poco - Me miro fijamente - Estoy esperando a la mujer que en pocos minutos será mi esposa, cuando la tenga enfrente mis nervios van a desaparecer 

A los pocos minutos después, anunciaron que Amelia había llegado junto con las damas de honor. Ahora estaba un poco más nervioso que antes, mierda, no quería que fuera muy notorio. Los segundos pasaron hasta que finalmente pude ver a las damas de honor, sus vestidos eran mejor de lo qué me había imaginado, caminaron lentamente hasta que llegaron al lado de Amelia. Cinco minutos después, vi a Amelia tomando el brazo de su papá y por primera vez en mi vida me había quedado sin aire. Su vestido era precioso y quedaba perfectamente pegado a su cuerpo, su rostro con el maquillaje adecuado y su cabello suelto la hacía verse más especial, joder, no le quite la vista de ella en ningún segundo. Camino con su papá lentamente hasta que finalmente llegó a mi lado, al tenerla enfrente mío se veía aún más bellísima y Pablo me ofreció su mano.