Capítulo 28

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Amelia

Luego de la increíble noche que pasé con Daniel, e estado más que feliz y completa que nunca. Volver a estar con él fue una experiencia que me lleno en todos los sentidos y que me encantó. Nicolás no se despertó en toda la noche, gracias al cielo, y eso que Daniel y yo no nos controlamos tanto pero él durmió hasta que yo fui por él muy temprano en la mañana. Ahora estaba con él en la Clínica, tenía que atender a mis pacientes y después iría a hablar con Daniel ya que se iba a una cena de trabajo posteriormente de atender a todos sus pacientes. Nicolás estaba tranquilamente durmiendo en su silla de recién nacido mientras terminaba de ver unos estudios de una paciente embarazada junto con Alicia. 

- Bueno Amelia, ambas le vamos a decir a la señora Moreno sobre sus opciones - Asentí - ¿Cómo te has sentido después de haber dado a luz?

La verdad es que Alicia a estado muy al pendiente de mí respecto a mi recuperación y al bebé, no me puedo quejar y aparte de ser una de las mejores doctoras es mi mejor amiga. Lamentablemente ella se sintió culpable y a llorado un poco por lo que pasó en mi parto pero yo la consolaba, me partía el alma verla así y fue mi culpa, no la de ella. Pero ahora, estábamos muy bien y ella ahora ya no se siente así. 

- Muy bien, la recuperación a ido de maravilla - Sonrió - Ayer Daniel y yo tuvimos sexo por primera vez después de mucho tiempo

- ¿Estuvo bueno? - Asentí sonriendo - Me imagino que estuvieron por horas 

- Con decirte que no dormí nada - Abrió los ojos como platos - Pero no me arrepiento, estuvo increíble y definitivamente fue el mejor que e tenido 

- Ya me lo imagino pero solo te diré una cosa - La mire fijamente - Puedes quedar embarazada y en verdad no creo que sea un buen tiempo ya que hace poco diste a luz

En parte Alicia tenía razón, no quería otro bebé ahora ya que Nicolás ni siquiera tiene medio año de vida y de quedar embarazada nuevamente tendría que cuidar a dos bebés, eso es mucho para mí y preferiría esperar un tiempo. Y más porque no sé si Daniel querrá otro bebé, él nunca quiso tener hijos pero cuando llegó Nicolás toda esa perspectiva suya cambio y me a encantado pero aún así no me arriesgaría. Así que por eso, voy a pedirle el favor que ayer pensé. 

- ¿Me podrías hacer un favor Alicia? - Asintió - Ya que ahora estamos hablando sobre esto, necesito que por favor me vuelvas a poner el implante anticonceptivo para así no llevarme una sorpresa y no estar preocupada 

- Claro que si, es lo mejor y así puedan seguir haciéndolo durante horas - Sonrió maliciosamente - Pueden tener sus momentos de placer máximo sin preocupaciones y no tener problemas 

- Gracias, en verdad no sé que haría sin ti y lo sabes - Río - Además, no sé si estoy lista para tener otro pequeñín 

Finalmente dejamos las pruebas de la señora Moreno e inmediatamente Alicia fue a buscar todo sus materiales para ponerme el implante. Llegó a los pocos minutos, se lavo las manos, se puso sus guantes, me puso anestesia local y empezó a hacer su trabajo. Nicolás aún dormía, era impresionante que durmiera pero me alegro por una parte. Alicia terminó a los quince minutos después, no me dolió ni me incómodo para nada y fui a buscar mis cosas mientras ella se entretenía con Nicolás aunque estuviera dormido. Recordé que tenía que hablar con Daniel antes de que se fuera a su cena de trabajo, agarré mis cosas y fui hasta donde estaba Alicia, me despedí de ella y agarré a Nicolás. Fui a la oficina de Daniel y no me demoré ni dos minutos en llegar, su puerta estaba entreabierta y la abrí completamente. Estaba viendo unos papeles hasta que sintió que alguien lo estaba viendo y efectivamente, me vio y dejó esos papeles. 

- Nena, que bueno que estás aquí - Sonreí levemente - Pasa, joder, ignora el puto desorden que hay en mi oficina

Dejé a Nicolás en el sofá y él aún estaba en su silla de recién nacido, esa silla es lejos la mejor compra que e hecho y es lo mejor. También dejé mis cosas allá y me acerqué a Daniel.

- Fui con Alicia... - Alzó una ceja - Y ya me puso el implante anticonceptivo y ahora podremos estar más tranquilos

- Joder, que bueno porque así voy a poder follarte todo lo que quiera - Mordió su labio inferior - Y a todas horas y en muchos lugares 

- Si, puedes hacer todo eso pero luego, ahora tienes que ir a tu cena - Gruñó - Es por trabajo, yo también e ido y hasta puede ser interesante 

- ¿Estar con unos viejos de mal humor hablando acerca de idioteces sobre el proyecto en el que estoy es interesante? - Negué - Prefiero estar contigo, mierda, siempre y también con nuestro hijo 

Y al decir eso mi pecho se hinchó de amor y de admiración por este hombre. A cambiado tanto desde que nació Nicolás y no puedo estar más orgullosa y admirarlo por todo el esfuerzo que a puesto en este rol nuevo en su vida. Me acerqué más a él y agarró mis caderas, aproveche de jugar con su cabello aprovechando el momento. 

- No sabes cuánto me alegra que digas eso - Sonreí - Soy la más feliz de tenerte al igual de tener un hijo tuyo, un fruto de nuestro amor y del cual vivirá  

Y él cortó la poca distancia que teníamos y me besó. Su boca se movía al compás que la mía y nuestras lenguas rápidamente se encontraron. Los besos de él siempre me han encantando y me hacen sentir llena y eso nunca va a cambiar. A los pocos minutos nos separamos y acaricié su nariz con la mía. 

- Este amor, siempre va a vivir porque yo nunca te voy a dejar de amar - Sonrió levemente - Tú eres y siempre serás el amor de mi vida Amelia

Iba a responderle pero se me ocurrió algo por mi cabeza. Me separé de él y lo dejé medio confundido. Me acerqué a Nicolás, lo desabroché y lo saqué de su silla de recién nacido, lo cargue entre mis brazos y ya estaba despierto. Cargué con él hasta que me acerque Daniel, al cual se lo entregué y él lo aceptó. Nicolás se emocionó al verlo como siempre y una pequeña sonrisita estaba en su rostro al ver a su papá. Daniel lo contemplaba con una fascinación y se podía ver el gran amor que le tenía a nuestro hijo. Esto era lo que quería ver y decir que ellos dos son lo más importante para mí y que los necesito ver todos los días.

- Tú también eres y siempre serás el amor de mi vida Daniel - Lo mire fijamente - Y nuestro hijo es testigo de cuánto nos amamos 

Me acerqué a ellos dos y le di un beso en la mejilla a Nicolás. Estar así los tres es un momento que siempre recordaré, ya que es uno de los recuerdos que siempre apreciaré puesto que están las personas que más amo en mi vida. Me despedí de Daniel ya que lo llamaron para avisarle que se tenía que ir a su cena, me dio un corto beso en los labios y a Nicolás le dio uno en una de sus mejillas. Lo dejé nuevamente en su silla de recién nacido cuando llegué hasta el sofá, agarré mis cosas y nos fuimos de la oficina de Daniel. Al salir de la oficina me llegó todo el viento a mi cara pero lo apreciaba, eso me gustaba y me acerqué a mi auto. Pero sentí una extraña sensación cuándo llegué a el, saque las llaves de mi auto cuando alguien me agarró bruscamente del brazo. 

- ¿Qué quieres? - Espeté asustada - ¿Quién mierda eres?

Lo único que me preocupaba era mi hijo y tenía que mantener la calma. No se veía que tuviera algún arma o algo peligroso pero aún así estaba muerta de miedo. Se podía ver que tenía una mascará pero poco a poco se la estaba sacando cuando dejó su rostro totalmente descubierto. 

- ¿Tú? - Negué rápidamente - E-esto no puede ser...

Estaba apunto de gritar cuando alguien por detrás me puso un pañuelo en mi cara y inhale un poco, intente deshacerme de su agarre pero poco a poco mis fuerzas se acabaron y caí. Lo único que buscaba era la seguridad de mi hijo y esperando que no le hubieran hecho algo malo, ya no me importaba que sucediera conmigo.


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Hola, cómo están? A pasado MUCHÍSIMO TIEMPO y la verdad es que no tengo justificación pero finalmente termine el colegio y estoy de vacaciones. Así que espero que está semana terminé este libro y creo que ya se dieron cuenta de la sorpresa que está en mi perfil. 

Un abrazo :)

Tú y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora