El Hielo de mi Vida

Capítulo 28: Apoyo emocional

POV'S Jack

Me desperté en un lugar distinto a mi casa, puede reconocer de inmediato donde estaba: el cuarto de Elsa. Busqué a la chica en la cama recordando que me había dormido a su lado la noche anterior, pero no estaba. La busqué por el cuarto y tampoco la vi. Note que faltaban muchas de sus cosas y recordé todo lo que había pasado en las últimas 24 horas: Mi intento de reconciliación con Elsa, Elsa dejando Burgess, el accidente de Hipo, la amputación de la pierna de mi amigo y mi desahogo con la chica.

Me levanté, impaciente y ansioso por todo. Eran más de las 10 de la mañana. Tenía que volver con Hipo, tenía que ver a Elsa, Hipo me necesitaba, su padre estaba solo en el hospital, tenía que estar con mi amigo y las cosas con Elsa...Respira, respira

Aún hiperventilado busqué mi ropa, me puse mis zapatillas y la sudadera azul limpia que Elsa me había dejado en lugar de la negra que vestía el día anterior. Me vestí y bajé apresurado, no despertaría a Elsa ni a Anna, las dejaría descansar y me iría con Hipo de inmediato...

No contaba con que al bajar la escalera ambas chicas estarían allí. Notaron al instante mi presencia. Me sentí cohibido por eso, definitivamente no era el típico yo en estos momentos.

—Em...yo me voy—les dije—Gracias por todo

Avancé hacia la puerta, pero Elsa me detuvo

—Jack, toma desayuno con nosotras—dijo con una pequeña sonrisa

Evite mirarla mucho a los ojos, me ponía muy nervioso.

—Tengo que ir a ver a Hipo—le dije

—Mérida está allí, nos dijo que nada ha cambiado desde ayer y aún no dejan a nadie entrar a verlo—me informó la chica

—Jack, hicimos panqueques—dijo esta vez Anna sonriéndome—Te aseguro que no querrás perdértelos

Desistí de mi plan de irme apresurado. Fue una buena decisión pues solo en ese momento noté el hambre que tenía.

Anna fue la que más habló durante la comida, yo solo le respondí a la pelirroja y Elsa mantuvo casi completo silencio.

—¿Ayer no andabas de negro?—pregunto Anna en una ocasión

—Emm... sí

—Ah, sí, ya recuerdo...—dijo Anna probablemente acordándose de que su hermana llegó con mi sudadera el día de la tormenta

Continuamos comiendo y Anna seguía conversando

—Jack, también hice unos sándwiches por si quieres comer—me ofreció Anna y luego mirando a su hermana agregó:—¡A Hans le encantan!

—No gracias Anna, con esto será suficiente. Tengo que ir a ver a Hipo—le dije. No sabía quién era Hans, pero no pregunté, supuse que era algún conocido de ellas

—Hans puede llevarnos al hospital—propuso—Saldrá temprano de su trabajo, debería estar aquí como a las 12

—Creo que me iré ahora, luego de termina—le dije

—Te acompañaré—dijo de inmediato Elsa

—No es necesario—respondí

—También quiero saber de Hipo—me dijo—Pediré un taxi

—Claro...Hipo—susurré, afortunadamente nadie me escuchó. Ya estaba confundiendo un poco las cosas por tenerla cerca unos minutos

—Hans quiere ser un apoyo en estos momentos, pero un taxi es mejor opción...—continuó Anna hablándole más a Elsa que a mi